Déborah Rodríguez: "Fue un momento de debilidad, creo que la gente no me puede juzgar por eso"

Déborah Rodríguez fue cuestionada en las últimas horas por sus declaraciones al finalizar su participación en los 800 metros en Río 2016. La atleta había dado a entender que no contaba con el apoyo suficiente como para rendir de mejor manera en una competencia olímpica, generando molestias en la Secretaría Nacional del Deporte y en el propio presidente del COU Julio César Maglione.

Este viernes Rodríguez hizo referencia a lo expresado tras la carrera y se mostró algo sorprendida por las repercusiones que provocó: "Estaba triste y caliente después de la competencia. Uno esperaba hace cuatro años por este momento y a veces los resultados que uno espera no se dan en el momento que deseamos. Eso genera un poco de enojo y capaz que uno no se ha expresado de la mejor manera. Pero sin intención de generar absolutamente nada. Soy una persona normal y tengo emociones que a veces son difíciles de controlar como me pasó en ese momento".

En diálogo con 100% Deporte de Radio Sport 890, Déborah dijo que ahora se enfocará en cómo seguir adelante después de esta situación: "Va a ser un gran crecimiento para mí para aprender a controlar mis enojos y pensar las cosas en frío para poder expresarme mejor. No fue eso lo que quería decir. Yo acá dedico cuatro años para poder llegar a este momento. No es un ciclo olímpico, son dos que vengo haciendo con mi entrenador para poder llegar en las mejores condiciones".

"Lo que yo quise decir era de las posibilidades si realmente me dedicara a pleno al atletismo. Porque yo tengo que estudiar, trabajar, hacer un montón de cosas para el día de mañana hacer mi futuro, porque obviamente toda la vida no pienso ser atleta. Quise decir que a veces es muy complicado desarrollar todo al cien por ciento cuando tenés un montón de preocupaciones. Es difícil lidiar con todo eso, porque cuando termine un Juego Olímpico no voy a ser rica, el deportista no sabe cuándo es el último momento. Es algo que yo ya pienso a partir de ahora, para poder forjar mi carrera y tener algo el día de mañana", explicó la atleta uruguaya.

Con respecto al apoyo que recibe del apoyo de las empresas, aclaró que no fue su intención manifestar que nadie le dio nada: "Quise decir que yo llegué con mucha fuerza y dedicación. Trabajé muy duro para poder llegar acá. No vine a pasear, vine con un tiempo, con un resultado, no de invitada. A mí me dolió muchísimo no clasificar a la prueba 400 con vallas".

Sobre la respuesta que recibió del presidente del Comité Olímpico Uruguayo señaló: "Con Maglione todavía no tuve tiempo de conversar. No hemos coincidido. Creo que también a veces las declaraciones de los deportistas, después de una competencia, se diga algunas cosas de caliente. La culpa fue mía por no haberme expresado de la mejor manera. En definitiva, si no tuviera tantas preocupaciones como las que tengo ahora y si yo supiera que unos Juegos Olímpicos me aseguraran un futuro post carrera deportiva, no me preocupara tanto".

Rodríguez recordó que el último semestre no pudo seguir con su carrera debido a la preparación para Río: "La Universidad que me reapoya y me reacompaña, venía tres veces por semana a Montevideo, pero en el último tiempo ya no pude hacerlo. Es muy difícil decir, Déborah te vas a graduar a los 24 años como cualquiera. Yo no lo voy a poder hacer. Entonces son cosas que para un deportista es muy duro. El deportista lo que más desea es obtener buenos resultados".

"Fue una carrera muy estratégica, y que no la preparamos quizás del todo bien porque hasta el 11 de julio estuve buscando la clasificación de 400 con vallas. La transición a mí me mató. Encima el otro día veía la definición de los 400 con vallas, y con el tiempo que tengo yo, hubiera clasificado a una semifinal olímpica", agregó.

Déborah se mostró dolida por las críticas y repercusiones que generó en el ambiente pero dijo tratar de aprender de lo sucedido: "Yo me creo una persona superpositiva. Siempre estoy tratando salir adelante que he trabajado duro para tener lo que tengo. Uno no es un extraterrestre. Uno se pone triste cuando escucha comentarios, gente que critica. Voy a tratar de aprender de estas cosas. Yo intentaba vivir un sueño en mi totalidad, corriendo la prueba en la que más me gusta".

"Que me juzguen como persona me dolió mucho. A mí me encanta contar mi historia, de una familia trabajadora, simple, con un montón de carencias. Entonces uno ve comentarios que no deberían ser así. Fue un momento de debilidad, creo que la gente no me puede juzgar por eso. Yo voy a seguir trabajando y luchando como siempre lo hice, no solo por mí, sino por mi país", aseguró la atleta celeste.