Palermo y Atenas, un solo corazón27.09.2004Yo soy de las que renegué de mi querido barrio y fui a dar a Pocitos. Arrepentida y feliz volví al barrio que me vio crecer y que ojalá pueda ver crecer a mi hija.
Siempre fue un lugar de vecinos, amigos, tambores, llamadas, y el club que hace vibrar al hincha.
Barrio pintoresco, donde pasó el último tranvía que salía los domingos para que pudieramos disfrutar todo el barrio desde la estación al lado del viejo Blue Star, para terminar en el final de la calle Isla de Flores.
Volver al barrio fue recuperar el decir: hola, cómo andas!! a los vecinos, ir a la carnicería, ahora atendida por los hijos con la misma amabilidad de aquel gallego, lo mismo que a la farmacia Panizzolo.
Tantas cosas para decir, como que todos ibamos al Atenas a hacer deporte y obvio, ver sufrir al cuadro en el federal.
Tantos recuerdos, felicidad abruma al seguir siendo partícipe de un barrio tan especial, tan lleno de vida con Ansina y Cuareim y los líos que se armaban al cruzarse los tambores.
Ojalá puedan entender lo que es ser de un barrio....
Por Ro
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