Una maternal perra le salvó la vida a una cría de koala

"Era muy temprano en la mañana, y mi esposo me gritó para que fuer a ver algo", cuenta Kerry McKinnon, una mujer de 45 años residente en Strathdownie, Australia.

Cuando llegó al porche de su casa, la mujer se encontró con un espectáculo inesperado: un bebé koala dormía plácidamente aferrado al pelaje de Asha, su perra golden retriever.

"Simplemente me eché a reír. La pobre Asha no sabía qué hacer, sólo me miraba confundida", cuenta la mujer en declaraciones recogidas por la prensa local. Kerry destaca que su perra no estaba hacía ningún intento por librarse del pequeño invasor. Por el contrario, parecía satisfecha con su presencia.

Cuando la mujer tomó al koala para separarlo de su mascota, el animalito huérfano armó un gran alboroto. Kerry y su marido lo llevaron una clínica veterinaria, donde se comprobó que su estado de salud era bueno. Actualmente se encuentra en un albergue especializado en ese tipo de animales, donde permanecerá hasta que esté listo para regresar a la naturaleza.

La mujer supone que el bebé debió caerse del marsupio o del lomo de su madre, ya que por su tamaño es claro que todavía no podía valerse por sí solo. "Seguro que luego deambuló por ahí y vio a mis perros en sus camitas, y se acercó en busca de calor", explica.

Para Kerry, de no ser por Asha el cachorrito no habría sobrevivido a la noche, en la que las temperaturas bajaron hasta los 5 grados Celsius. Además de padecer el frío, el animalito podría haber sido atacado por zorros u otros depredadores activos en la zona.