26/ Pensamiento mágico

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Es bien cierto que el lenguaje
no es solamente el escalón final
de nuestra practica social
y que en su papel configurador
es también un "hacedor"
de aquello que llamamos "lo real".
Por eso,
y sobre todo por poner
en la mesa el tema,
es que vale la pena
comentar la campaña
"Borremos el racismo del lenguaje",
que plantea pedirle
a la Real Academia Española de la lengua
que elimine la expresión
"trabajar como un negro"
de su mas reciente diccionario.

También es cierto
que justamente la RAE
es una institución
cuya función esencial
es "normalizar"
y eventualmente preservar
los usos del lenguaje,
no de imponerlos
o cambiarlos así por las malas.
Por eso creo
que centrar la campaña
en pedir que esta academia
elimine una entrada X
de su diccionario,
agregando que nosotros
borraremos nuestras "entradas"
de nuestro espacio social y familiar,
tiene algo de cosmético
algo de confusión superficial
algo de pensamiento mágico,
y algo de meramente gestual.
Algo que elude el problema concreto,
y que esquiva entrarle de lleno
al conflicto real.

Me recuerda a los niños chicos
que cuando algo no les gusta
de la realidad
creen que basta
con cerrar bien fuerte los ojos
y repetir en voz alta "eso no está"
para que los tercos hechos
desaparezcan por las artes de la magia
y de nuestra todopoderosa voluntad.

Lo que motiva la campaña
es constatar
que esa entrada del diccionario
alude a un momento en el cual
el trabajo de los negros
quería decir
el trabajo de los esclavos
y por lo tanto la frase tiene
un contenido discriminatorio y racista.
Y eso es verdad,
pero creo que en este planteo
siguen faltando algunas puntas
y mas de una pregunta esencial.

¿No será que la frase resulta ofensiva
justamente porque la desigualdad
y la discriminación
siguen estando actualmente
plenamente presentes y vigentes?
¿No será que, nuevamente
el problema no es de algún ente exterior,
ya sea la liga inglesa,
cuatro borrachas a la salida de un local,
o la Real Academia española
que hace las cosas tan mal,
sino las practicas sociales de los orientales,
que reproducen las mas puras y duras
discriminación y exclusión raciales?
¿Y no será,
tan poderosas pueden ser las palabras,
que efectivamente existen trabajos
en donde los negros
trabajan como negros
en el Uruguay actual?
¿No sería mejor preguntarle
en la cara y públicamente
al empresario que directamente
no emplea negros porque "queda mal",
y en lugar de jugar con la lengua
entrarle de frente a la discriminación
que rompe el bolsillo y que es laboral?

Sin duda que las palabras importan
y que con su peso
"reconfiguran" la realidad.
Pero la injusticia
que vuelve ofensiva la frase
no se irá solo porque se la deje de nombrar.
Y podemos seguir borrando
todo aquello que nos parezca racista
o incorrecto de nuestro lenguaje
sin que eso logre cambiar el hecho
de que uno de cada dos negros
siga siendo pobre en la Banda Oriental.

Finalmente,
que segmentar la injusticia
en pequeñas parcelas organizadas
puede resultar atrayente
ya que, al menos aparentemente,
es mas fácil dar respuestas
a las demandas concretas.
El problema es que esta mirada,
sesgada y parcializada
no ayuda en nada
a cambiar la visión
de uruguayos blancos y uruguayos negros
por la de uruguayos miembros plenos
de un estado de derecho.
Balcanizar el debate impide abarcar
en toda su complejidad el tema
con lo cual las medidas propuestas,
siendo loables y buenas,
se limitan a rascar la cascara
sin alcanzar nunca la yema.