La hípica uruguaya sigue dando pasos firmes en medio de la pandemia

Recordemos que las carreras se están realizando sin público y en horario mas temprano del habitual, de hecho el viernes se compitió a horas laborales con la inicial largando tan temprano como a las 12:00.

Lo más importante estaba en lo que pasara el sábado en Las Piedras. Es que en el limítrofe se corría nada menos que el Gran Premio Nacional. Este fue el único clásico que se reprogramó de todos los que se perdieron a causa de los dos meses sin actividad.

La carrera serviría para conocer a el mejor tres años en dicho hipódromo. Nuestro candidato Trancaferro fue favorito a $1.80 y se impuso de punta a punta. Su jockey José L. Da Silva controló en todo momento el ritmo de carrera, nadie salió a discutirle la delantera y entonces todo se hizo mas fácil para el hijo de Alcorano.
Ganador de la Polla y cercano escolta en el Jockey Club, donde pagó caro un trámite violento, con este triunfo en el Nacional se consagra como el mejor potrillo de Las Piedras. Una vez mas el entrenador brasileño Antonio Luiz Cintra sumó un clásico importante. Recordemos que el lunes había ganado tres de los cuatros clásicos. Con el Batalla de Las Piedras y el Nacional sumó en seis días las dos pruebas más prestigiosas del limítrofe.

Trancaferro empleó 2.42.97 para cubrir los exigentes 2500 metros, lo escoltó tres cuerpos Saltando Charcos de muy buena carrera. Emperor Hulk que había ganado el Jockey Club fue tercero por delante de El Curato.
Trancaferro defiende los colores de su criador, el Hs. Bagé Do Sul. Mismos colores que defendía su padre Alcorano y que defiende su hermano entero Don Carrasco. Todos ganadores de grandes clásicos, todos especialistas entre la milla y los 2000 metros y todos capaces de estirarse para lograr victorias en los clásicos de fondo.

En tanto en Maroñas lo mas importante estuvo el domingo, cuando se corrió el clásico Invasor. Un lote numeroso buscaba sobre los 2200 metros y en césped su primer triunfo clásico. Se esperaba una carrera pareja y así fue. La victoria fue para Qersh, quien tras venir expectante tuvo una enorme atropellada en los 300 finales. Superó por medio pescuezo a Hechicero quien remato fuerte junte a él. Fue doblete para caballos brasileños nacidos en 2016.

Qersh remató al carrera en excelentes 12.03 y marcó 2.12.58, a solo una centésima del récord de pista que consiguió Cerro Largo hace un año. La conducción que le dio Carlos Suárez fue sensacional, sacándole absolutamente todo lo que tenía para dar. El hijo de Nedawi mostró pasta de buen caballo, porque llegó a esta carrera con menos experiencia que casi todos sus rivales y sin haber corrido nunca más allá de la milla.

El mítico Walter Báez tiene en sus manos a un ejemplar de futuro y sin dudas lo veremos siendo protagonista, sobre todo en el pasto, en donde su criador Beverly Hills Stud tiene puestas las esperanzas con él.