La Mochila
Miguel Ángel Buonarroti

Entre sus esculturas se destacan La piedad y la monumental estatua del David

Su nombre completo era Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni, aunque también es conocido como Miguel Ángel.

15.09.2020 17:42

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2020-09-15T17:42:00
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Fue uno de los mayores creadores en la historia del arte, tanto por sus esculturas como por sus pinturas y su obra arquitectónica. También escribió cerca de 300 poemas. Vivió hace unos seiscientos años, como Leonardo da Vinci, y ambos son las figuras más destacadas del Renacimiento italiano.
A los 13 años empezó a estudiar pintura. Dos años después se sintió atraído por la escultura, que fue su gran pasión durante toda la vida, según lo que él mismo declaró. A los 16 años ya había realizado al menos dos esculturas. Lorenzo de Médicis, un influyente personaje de la época, se convirtió en su mecenas (o protector). Cuando falleció su protector, Miguel Ángel empezó una trayectoria profesional, que incluyó muchos viajes e importantes encargos, sobre todo de diferentes papas.

Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre las ciudades italianas de Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas: la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos. En sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
Su obra más famosa, en pintura, fue la decoración de la Capilla Sixtina, por encargo del papa Julio II. Para realizarla, en primer lugar tuvo que aprender la técnica del "fresco", que consiste en aplicar pigmentos terrosos mezclados con agua y cal, sobre una pared recién revocada, para crear una superficie compacta sobre la que se pinta. Pasó catorce años allí trabajando solo, creando imágenes religiosas que se caracterizan por su belleza y perfección.

Del estudio de sus pinturas, algunos investigadores llegaron a la conclusión de que Miguel Ángel era zurdo.
Entre sus esculturas se destacan diferentes versiones de La piedad, su monumental estatua del David, las del Día y la Noche, que simbolizan el curso del tiempo, la del Moisés y las de dos Esclavos, estas últimas realizadas para la tumba del papa Julio II.
Su deseo fue ser enterrado en Florencia, en la iglesia de Santa Croce, donde se encuentran actualmente sus restos.