Contenido creado por Gerardo Carrasco
Vida de perros

Vida de perros: por Andrés Peirano

El deporte y el hombre y el perro: consejos para compartir actividad física con tu mascota

El entrenador canino Andrés Peirano ofrece una serie de recomendaciones para hacerlo sin riesgos.

06.05.2021 14:49

Lectura: 3'

2021-05-06T14:49:00-03:00
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En su nueva columna, el entrenador canino Andrés Peirano -cuya cautivante historia podés conocer aquí- ofrece consejos para que humanos y canes aprovechan los beneficios del ejercicio físico sin lesiones y de manera disfrutable.

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En estos tiempos muchos nos volcamos a las áreas verdes o espacios abiertos para hacer deportes como correr o andar en bicicleta y muchos comparten el ejercicio físico con su compañero de cuatro patas.

Muchas cosas son las que tenemos que tener en cuenta a la hora de hacer deporte exigente con nuestro perro, más allá de que el perro puede alcanzar velocidades y niveles de resistencia mayores al humano, debemos tener cuidado.

Cada tipo de perro tiene niveles de necesidad de desgaste energético diferentes, nada en exceso es bueno, debemos asegurarnos de que el nivel de exigencia sea aumentado de forma paulatina, de la misma manera que lo hacemos nosotros, no salimos del sofá a correr una maratón, nos preparamos paulatinamente para hacerlo.

Antes que nada, es fundamental que descartemos posibles problemas en la columna, cadera o corazón, por lo que antes de realizar actividad física de alta exigencia debemos recurrir al veterinario para asegurarnos de que nuestro compañero no va a sufrir una lesión o empeorar una condición física como puede ser la displacía de cadera.

Teniendo todo esto en cuenta, el disfrutar del deporte junto a nuestro compañero es una experiencia que fortalece el vínculo y ambas partes pueden disfrutar muchísimo, el deporte es sinónimo de salud física y mental tanto para los humanos como para los perros y vamos a poder prevenir muchos problemas de conducta al hacerlo.

Así como aumentamos la exigencia de forma paulatina, deberemos ir bajando la exigencia de forma paulatina, prestando atención más a las capacidades físicas del perro que a las nuestras para evitar lesiones, esto significa que nos detendremos de forma paulatina y gradual bajando la exigencia.

Un error común es luego de realizar actividad física de alta exigencia dar acceso a grandes cantidades de agua, por el contrario, debemos brindar acceso a pequeñas cantidades de agua para evitar una posible dilatación y torsión estomacal que requiere de cirugía para solucionarse y puede provocar la muerte.

Es fundamental conocer las capacidades físicas de nuestro compañero para brindar un nivel de exigencia adecuado, un gran ejemplo de esto son los perros braquicéfalos que tienen dificultades para respirar y por supuesto que no es lo mismo el cachorro de seis meses que el abuelo de diez años, debemos aplicar un poco el sentido común para poder graduar la exigencia física cuando hablamos de cualquier deporte que vallamos a realizar con nuestro perro.


Andrés Peirano

apeiranok9h@gmail.com

Instagram: @tig_herodog