Esta semana recorrimos de Cordón a Pocitos siguiendo el delicioso aroma a pan recién horneado, olfateando las esquinas para descubrir panaderías que salgan del molde. Siguiendo con la ola de productos artesanales como el café y la cerveza, estos locales se especializan en alimentos caseros, elaborados con ingredientes orgánicos e inspirados en la cocina francesa e italiana.

Las panaderías boutique no buscan reemplazar las tradicionales ni atentar contra el pan con grasa, sino que proveen alternativas y pueden coexistir ampliando la oferta panadera. Además de productos para llevar, muchas de ellas cuentan con espacios donde sentarse, menú para almorzar, y cafetería, enriqueciendo aún más la experiencia.

El protagonista es por supuesto el pan, el cual encontramos de innumerables variedades, colores y formas. Este alimento, que muchas veces consideramos bastante simple, es increíblemente versátil porque se puede reinventar de mil maneras, por ejemplo reemplazando la levadura con masa madre o agregando ingredientes o especias a la preparación. Es a través de las distintas combinaciones de métodos y sabores que se crean panes con personalidad.

Estas propuestas se destacan justamente por la diversidad de sus creaciones, algunas que son exclusivas de cada panadería. Tampoco faltan los típicos croissants, rellenos de almendras o chocolate, los bagels, cinammon rolls, o las focaccias, pero siempre con el toque distintivo de cada panadero. Las cuatro panaderías a continuación lograron abrirse camino en el rubro con originalidad y aportando una nueva perspectiva. ¿Qué esperas para probarlas?

Café Gourmand (Constituyente 1869)

Café Gourmand es un restaurante francés que se destaca por ofrecer desayunos, brunch, y meriendas con elaboraciones de panadería exquisitas. Sus propuestas incluyen sándwiches de pan casero, croissants rellenos, y viennoiseries (pastelería entre francesa y austríaca), como el rollito de canela o el pain au chocolat.

El lugar es amplio, con un gran mural en la pared y mesas cómodas. Pasan música moderna de fondo que acompaña y anima la conversación. La merienda compartida es súper recomendable y completa, incluso se puede pedir con una copa de vino o un campari con naranja. También tienen un menú de almuerzo que cambia todos los días.

Es difícil elegir entre tantas delicias, pero si hay algo que de verdad representa la excelente calidad de su cocina serían los huevos benedictinos o el croissant de gravlax y palta. La experiencia entera es excepcional, tanto por el ambiente íntimo como por la excelente atención y amabilidad característica del restaurante.

Club del Pan (Pablo de María 899)

Situado en una esquina a unas cuadras del Parque Rodó, es casi imposible pasar por la puerta vidriada del Club del Pan sin tentarse por un café de especialidad, algún antojo dulce o una rica tabla de panes, quesos, fiambres y tapenades caseros acompañados con un vinito o una cerveza artesanal.

Por si fuera poco, el lugar es famoso por su pan de masa madre, denominado así por el proceso de fermentado que reemplaza la levadura comercial con levaduras naturales. El resultado es un pan crujiente y levemente agrio, que dura más, es más sano para el intestino y con un índice glucémico más bajo que otros panes. Pedí que te corten una rebanada para comer con queso o fiambre y comprobá lo rico que es.

Toda la gente en el local desborda simpatía y buena onda. El espacio dentro es más grande de lo que parece por fuera, con un ambiente relajado y muy acogedor. La música es tranquila, acorde con una decoración minimalista de paredes blancas, mesas de madera, pizarrones y cactus pequeños, ideal tanto para trabajar como para aflojar.

La Resistance Boulangerie (Libertad 2500)

Las especialidades de esta panadería están a la altura de su nombre francés: se pueden encontrar panes brioche y croissants bien mantecosos, pain au chocolat, y otras delicadezas exóticas que te van a dejar con ganas de volver. A esto se suman distintos panes y focaccias con sabores, como el pan de campo con aceitunas y romero que es un manjar.

Originalmente vendían exclusivamente a restaurantes y proveedores y hace apenas dos meses decidieron también abrir al público. Por ahora no hay espacio para sentarse así que es solo para llevar, aunque dan ganas de quedarse admirando el arte de amasar y moldear ocurriendo a escasos metros del mostrador.

Estamos con la expectativa de probar sus sándwiches, que próximamente se vienen para resaltar aún más el sabor y la calidad de los panes. Recomendamos llevar algún pan de molde, otro con sabores, y algo dulce para probar un poco de todo. También nos quedamos con ganas de probar el pan con pasas y nueces, una combinación agridulce que debe ser deliciosa.

La Nonna Boutique de Pan (Benito Blanco 1097)

Debo admitir que mi abuela tiene de qué envidiarle a La Nonna, una panadería artesanal que elabora productos caseros y frescos, como recién salidos del horno. Ofrecen tentaciones para paladares dulces y salados; desde panes, galletas, tartas, y sandwiches, hasta crumbles, ganaches y masitas.

La Nonna es uno de los restaurantes de Fabrizio, quien concursó en Masterchef Profesionales. En el programa se definió a sí mismo como alguien sensible y perseverante, que pone fortaleza y empeño en la cocina, y se nota ese mismo espíritu volcado a la panadería.

También cuentan con cafetería y opciones para almuerzo y cena en un salón pequeño. Por afuera el lugar no invita a entrar porque la decoración podría mejorar, pero lo que importa es lo de adentro, y sus sabores no decepcionan. Se puede observar a los panaderos trabajando por una ventana y es entretenido ver el proceso de cómo trabajan las masas, imaginándose en qué se convertirán.

Por Milena Brum