Contenido creado por Manuel Serra
Cultura

La mezcla del hombre y la idea

Con Leonardo Carlini: “Me costó más subirme a tocar a un ómnibus que a un escenario”

La voz de Pecho E' Fierro, que festeja veinte años el 19 de mayo, nos contó del cáracter criollo de su rock, de ser cantor callejero y de Tabaré Etcheverry.

16.05.2018 12:52

Lectura: 8'

2018-05-16T12:52:00-03:00
Compartir en

Dicen que no existen las culturas puras y que todo es resultado de una gran mezcla y mestizaje constante. Pero claro, en algunos casos es más difícil verlo, mientras que en en otros es más fácil y saltan a la vista.

En este segundo grupo entra Pecho E' Fierro, un grupo uruguayo que desde el momento de definirse no huye de esta condición mestiza e incluso se considera a sí misma como una banda de "rock criollo". Oriundos de San José, los "Pecho" - como le suelen decir sus fans - mezclan una música rock con un sonido pesado con otros géneros más característicos de la fauna vernácula, como lo son el folklore, el tango o la milonga. Y no solo musicalmente, las letras también apuntan a los temas más nuestros.

A lo largo del tiempo, los maragatos grabaron seis discos, entre estudio y vivo, y este 19 de mayo se aprestan a festejar sus veinte años de carretera, en un show en La Trastienda, donde también grabarán un DVD para dejar inmortalizado todo lo que suceda.

Antes, Leonardo Carlini, su cantante y líder, habló con Montevideo Portal y nos contó de temas como los inicios de la banda, de su experiencia como cantor callejero, del nombre como homenaje a Tabaré Etcheverry y de cómo es compartir escena entre el interior y la capital.

 

***

¿Cuándo empezaron, hace ya veinte años, se esperaban llegar hasta acá? Y no solo llegar, hacerlo con tantos discos y tanta vitalidad.

Y... por dentro sí. No sé si con tantos discos, pero yo esperaba seguir tocando. Es mi pasión y si no tocara sería un infeliz. Siempre pensé que iba a tocar hasta que tuviera salud, hasta que me muera. Lo que sí, nos llevó muchos años llegar al primer disco, muchas veces pensábamos que nunca íbamos a grabar. Aunque para nosotros grabar nuestros primeros demos ya era como grabar un disco, porque igual uno estaba contento haciendo lo que le gusta.

Y poder llegar con esta vitalidad, como decís vos, festejando los veinte años y a la vez ensayando para en octubre empezar a grabar un disco nuevo. Entonces muy contentos de llegar así.

Se definen como "rock criollo". ¿Cuándo se dieron cuenta que podían agarrar géneros como el rock, el folklore o el tango y mezclarnos para hacer algo nuevo?

Eso surgió naturalmente, no fue un plan de laboratorio. A veces, por casualidades o por errores salen cosas. Cuando yo era chico, un día mi viejo apareció con una guitarra que tenía la foto de Gardel y yo en esa época, cuando era adolescente, escuchaba rock, más que nada punk.

Para escuchar programas de rock escuchaba "El Dorado", una radio mítica que había hace muchos años. Y allá en San José enchufaba el cable de la televisión -esos de las parrillas, que agregan arriba de los techos- a la antena y ahí agarraba, y escuchaba mucho rock nacional. Y había conocido a un amigo en el liceo nocturno que era el "raro de la clase" que empezó a mostrarme cassettes de "La Polla" (Records) y "Dead Kennedy's", todas esas bandas.

Pero como empecé escuchando ese punk viejo, empecé también estudiando guitarra con un vecino que me enseñaba milonga. El veterano solo sabía milonga. Entonces, estudiaba milonga pero ya quería empezar a hacer mis canciones de rock. Y además tenía la foto de Gardel en la guitarra... (se ríe).

Claro, de ahí fuiste mamando un poco de todo.

Es que sí. Ahí estaba todo, y de a poco se me fue metiendo en el inconsciente. Pero una cosa, es una banda de rock "Pecho E' Fierro", que tiene esta particularidad. Aunque hay canciones que son solo de rock, pero siempre está ese toque. Si no por la manera de cantar o por la letra.

Justamente el último disco de ustedes, que lo grabaron en vivo en la Sala del Museo, se llama justamente "Rock criollo" (Bizarro, 2016), lo que parece que busca reafirmar un concepto. En ese sentido, ¿a la gente le costó entender lo que hace Pecho E' Fierro?

A veces sí. Pero se dicen muchas cosas, aunque ahora ya todos nos dicen "rock criollo". Pero antes nos decían que éramos una banda de "metal proletario" o de "agro metal". Cada nombre nos ponían. Que no éramos rock, que éramos folklore con distorsión.

Varios títulos nos pusieron entonces y pensé que éramos una banda de "rock criollo", pero también todo el rock es criollo. Hasta el que canta en inglés. Hasta Motosierra es rock criollo. Dicho con respeto, porque me gusta la banda. Pero, aunque cantes en inglés, siempre se te va a notar. O en las cosas que vos hables en tus canciones. Siempre está lo criollo, lo nuestro.

De cierta forma esta amalgama de géneros le dio la oportunidad de tocar en la escena rockera más montevideana, pero también en el interior. ¿Se sienten integrados a ambas escenas?

Sí, nos sentimos integrados a los dos lugares. Primero porque yo soy del interior, pero me vine muy chico a Montevideo. Tengo cuarenta y seis, me vine cuando tenía diecisiete años, para justamente ver bandas de rock. Ver toque y toque. Porque allá en esa época no llegaba nada, los bailes eran cumbia o bandas de covers. Iba al "Templo del Gato" acá y me mataba con todo eso. Y por eso, obviamente, me siento parte del interior, pero también muy montevideano porque si vamos al caso viví más años en Montevideo que en San José.

Cuando empezás siempre tocás dónde tenés conocidos, entonces tocábamos mucho en San José, acá en Montevideo y también en Santa Lucía, porque ahí también viví unos años. Y no podíamos salir de esos tres lugares hasta que pudimos grabar el primer disco, tocamos en el Pilsen Rock y ganamos el concurso Rock en Ruedas de Cutcsa. Ahí tomamos un poco más de visibilidad y nos empezaron a llamar más del interior. Hasta el día de hoy, seguimos yendo para ahí. Por ejemplo, después de esta presentación vamos a estar en varios teatros de diferentes departamentos.

El nombre de la banda es claramente una suerte de homenaje a Tabaré Etcheverry. De los veinte años, cuando pusieron el nombre, a hoy, ¿pensás que se lo empezó a reconocer un poco más o que sigue un poco en el olvido?

Pienso que es raro. Porque todo el mundo dice "el olvidado Tabaré Etcheverry", pero yo escuchó Radio Rural o Clarín, cuando tengo ganas de escuchar folklore, y siempre algún tema de él está sonando.

Pero no tiene la gran promoción de otros, no se hace un homenaje como se hizo a Zitarrosa, porque Tabaré quedó muy solo también. No se recostó a un partido político. Era muy orejano entonces no tiene un respaldo de una institución que vaya siguiéndole y apoyando su obra. No hay una biografía escrita, he buscado y nunca he visto.

Pero nosotros hemos puesto nuestro granito de arena. No te sabría decir en cuánto hemos colaborado para reivindicarlo, pero sí hemos puesto nuestro grano de arena.

También contás mucho y hasta cantás en las canciones que fuiste mucho un cantor callejero, de ómnibus. ¿Cómo fue salir del ómnibus y subirse a un escenario?

Antes de tocar en el ómnibus, ya había tocado en algún escenario. Y me costó más subirme a un ómnibus que subirme a un escenario. El subir a sala es como que se va naturalizando.

Donde sí sentí un golpe de diferencia fue cuando tocamos en el Pilsen Rock: no teníamos siquiera un disco grabado y habían como cuarenta y cinco mil personas. Ahí sí lo sentí, pero sentí una adrenalina y una emoción, no un pánico. Y te digo, a veces me da más vergüenza tocar estando en una mesa o en un ómnibus que en un escenario.

Hay gente además que me dice que se nota que anduve en la calle muchos años. No sé si para bien o para mal. Se nota porque en el ómnibus agarrás una soltura: de ahí que trato agarrar las cosas naturalmente, no forzar. Muchas veces no armo ni pienso nada, hago lo que siento, como en el ómnibus.

Ya para terminar, en las canciones uno ve cierto mensaje comprometido y de lucha. ¿Ven a la música como una forma de cambiar el mundo?

Pienso que como lo de Tabaré, un grano de arena pone cada uno. Tampoco nuestra intención es ser salvadores del mundo. A nosotros primero que nada nos gusta la música. Después las letras son las cosas naturales que nos van pasando y vos contás algo de tu entorno y ahí estás contando una realidad también sin ser panfletarios. Aunque han quedado sí alguna canción panfletaria en nuestros discos y no me gusta. Yo prefiero contar una historia para decir algo y no dar discursos. Queremos que las letras sean historias que hagan descubrir la cadencia de ciertas cosas.

 

***

Lugar: La Trastienda (Daniel Fernández Crespo 1763)
Horario: 21:00 hs
Por entradas: RED UTS, RedPagos y Tienda Inglesa de todo el país

Por Manuel Serra | @serra_sur