En el marco del Día Mundial del Sida, la revista Nature publica tres investigaciones que exploran distintas vías de tratamiento y posibles curas para el VIH, desde inmunoterapia experimental hasta trasplantes de células madre. Los estudios reavivan la esperanza científica de encontrar alternativas eficaces a los actuales tratamientos antirretrovirales (TAR), que si bien han logrado convertir la enfermedad en crónica, no la curan.

Inmunoterapia experimental: un paso hacia una vida sin TAR

Un equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) lideró un ensayo clínico que mostró que una combinación de inmunoterapias podría controlar el VIH sin necesidad de medicación diaria. De los diez participantes, siete lograron mantener niveles bajos del virus durante varios meses tras suspender la TAR.

Este enfoque, financiado por la Fundación para la Investigación del Sida (amfAR) con 20 millones de dólares, se basa en reprogramar el sistema inmunitario: primero se administró una vacuna terapéutica, luego un cóctel de anticuerpos para reducir el virus, y finalmente otra dosis de anticuerpos antes de suspender el tratamiento.

Aunque se trata de un estudio pequeño y sin grupo de control, los científicos lo consideran una “prueba de concepto” alentadora. “Estamos logrando avances reales hacia una terapia que permita a las personas vivir una vida saludable sin medicamentos de por vida”, dijo el Dr. Steven Deeks, coautor del estudio.

Características celulares en pacientes con remisión

El segundo estudio, encabezado por David Collins del Instituto Ragon (Harvard y MIT), identificó características comunes en las células T de individuos que han logrado controlar el virus tras intervenciones clínicas. Aunque en etapa temprana, los hallazgos podrían ayudar a desarrollar biomarcadores para predecir la eficacia de tratamientos futuros.

Séptimo caso de remisión del VIH tras trasplante de células madre

El tercer estudio se centra en un nuevo caso de remisión sostenida del VIH: un hombre de 60 años en Berlín, que recibió un trasplante de médula ósea como parte de su tratamiento contra la leucemia. Es el séptimo caso documentado en el mundo en el que un paciente logra eliminar el virus con este método.

A diferencia de los primeros casos —Timothy Ray Brown (el “paciente de Berlín”) y Adam Castillejo (el “paciente de Londres”)—, cuyo éxito se atribuyó a recibir células de donantes con una rara mutación genética (CCR5 ?32 en ambas copias del gen), en este nuevo caso el donante solo tenía una copia mutada, lo que amplía el potencial grupo de donantes efectivos.

“Es un trabajo detallado y de gran calidad”, valoró Javier Martínez-Picado, del consorcio IciStem, quien advirtió que esta técnica solo es viable para pacientes con enfermedades hematológicas graves. Aun así, señaló que se está trabajando en estrategias alternativas más accesibles.

Un desafío global

El VIH sigue siendo un problema de salud pública mundial: más de 40 millones de personas viven con el virus, y cada año se producen millones de nuevas infecciones. Aunque la TAR permite controlar la enfermedad, la búsqueda de una cura definitiva continúa siendo uno de los grandes retos de la ciencia médica.

Con información de EFE