“Nunca se habían dado” tantas intoxicaciones con hongos simultáneas, dijo Lustemberg

La ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, expresó su preocupación en la jornada de este jueves por los casos registrados en los últimis días de personas intoxicadas por consumo de hongos silvestres en nuestro país.

Según la jerarca, ya son 10 los eventos registrados en distintos puntos del territorio. “Nunca se habían dado en Uruguay 10 casos en simultáneo, de diferentes lugares y con este nivel de gravedad”, señaló en rueda de prensa.

“Consumir hongos que no estén autorizados o de consumo silvestre por parte de personas que no sepan que pueden ser venenosos y extremadamente tóxicos, es un fenómeno al que tenemos que darle mucho seguimiento”, agregó.

Lustemberg comentó que el ministerio está trabajando con Alba Negrín, profesora de la Unidad Académica de Toxicología de la Universidad de la República, para analizar las “medidas de cuidado y seguimiento” en los prestadores de salud de las víctimas.

Uno de los casos es un niño y dos integrantes más de su familia, oriundos de Maldonado, que están internados en estado grave tras consumir un hongo venenoso de la especie Amanita phalloides, que es conocido comúnmente como “hongo de la muerte”. Los restantes afectados se encuentran en Montevideo y Colonia.

“En este momento estamos muy preocupados, primero por la evolución de este niño en particular y de los integrantes de su familia, pero también hay que advertir a la ciudadanía de que hay que tener un consumo muy cuidadoso”, alertó la ministra.

Lustemberg recordó que el MSP emitió un comunicado recientemente acerca de los riesgos asociados a la recolección y consumo de hongos silvestres. En dicha misiva, la cartera asegura que no todos los hongos son comestibles. “Algunas especies tóxicas pueden parecerse mucho a las variedades seguras, lo que dificulta su identificación sin conocimientos especializados”, señala.

El ministerio insiste en que “el consumo de hongos tóxicos puede causar síntomas digestivos severos, daños hepáticos, neurológicos y, en casos extremos, la muerte” y que no se recomienda recolectar ni consumir hongos silvestres “sin la supervisión de expertos micólogos o personas capacitadas”.