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Este trabajo es una versión resumida y revisada de: DUFFAU, Nicolás, El Coordinador (1963-1965). La participación de los militantes del Partido Socialista en los inicios de la violencia revolucionaria en Uruguay, Montevideo, FHCE, 2008, y está incluido en "Cuadernos de la historia reciente; Uruguay, 1968-1985", de Ediciones de la Banda Oriental.
Introducción
A comienzos del año 1963 un grupo de militantes políticos y sociales pertenecientes a distintos partidos y agrupaciones de izquierda manifestaron diferencias con la estrategia trazada por sus respectivos sectores. Paulatinamente se fue conformando un grupo que comenzó a realizar acciones conjuntas al mismo tiempo que mostró un claro distanciamiento de los sectores a los cuales pertenecían originariamente. Nos referimos concretamente al núcleo fundador del Movimiento de Liberación Nacional–Tupamaros (MLN-T) en el período definido por uno de sus protagonistas –Eleuterio Fernández Huidobro– como “el Coordinador”.
Elegimos realizar un seguimiento de los militantes socialistas que formaban parte de las reuniones de coordinación, por qué el Partido Socialista (PS) era un sector que participaba de las elecciones y el parlamento. El estudio de la trayectoria del PS en los primeros años de la década de 1960, nos permitirá rastrear cuáles fueron los argumentos que movieron a un grupo de sus integrantes a cambiar el camino electoral y optar por el uso de la violencia para alcanzar sus objetivos políticos. Al mismo tiempo, es importante tomar en cuenta en qué forma el PS encaró la compleja relación con quienes se alejaron de sus filas para llevar adelante reuniones paralelas, pero no abandonaron la estructura partidaria hasta fines de 1966.
El Partido Socialista de cara a la revolución nacional
Las elecciones realizadas en noviembre de 1958 marcaron el fin de la hegemonía electoral del Partido Colorado, luego de noventa y tres años en los que constituyó el sector mayoritario del gobierno. El Partido Nacional triunfó en los comicios con el apoyo de más del 50% de los votantes, que mayoritariamente otorgaron su voto a la alianza compuesta por el sector encabezado por Luis Alberto de Herrera y La Liga Federal de Acción Ruralista liderada por Benito Nardone .
La rotación de los partidos tradicionales significó un cambio trascendental en la política económica que a partir de 1959 se caracterizó por la implantación de los primeros rasgos de un modelo económico liberal y el retroceso de las prácticas de concertación social . La posguerra y el fin de la obtención de ganancias en el mercado internacional ocasionaron la reaparición con nuevo vigor de las dificultades de la economía uruguaya . La disminución de los saldos exportables de origen pecuario, las tasas de crecimiento negativo en la industria y el reiterado déficit presupuestal, obligaron a recurrir al financiamiento externo. La gran especulación, la fuga de capitales, la inestabilidad monetaria, el deterioro de los salarios, el desequilibrio del comercio exterior, constituyeron algunos de los rasgos característicos del período e indicadores del agravamiento de la situación general . Las medidas impulsadas fueron rechazadas por los sindicatos y algunos sectores políticos que, ante la caída del salario real y la disminución del poder adquisitivo, aumentaron sus reclamos y movilizaciones .
Todo ello estuvo acompañado de un clima de creciente tensión social, intentos gubernamentales para contener la movilización social y propuestas de reglamentación sindical, que en los hechos suponían privar a los trabajadores de derechos históricamente adquiridos. De forma simultánea se produjo un refuerzo de las tendencias anticomunistas durante los primeros años de la década de 1960. Algunos medios de prensa comenzaron a denunciar el peligro que representaba el accionar comunista en el país y desarrollaron campañas periodísticas con el evidente fin de formar opinión e inducir comportamientos respecto de ciertos hechos, entre ellos la política exterior de la URSS y la revolución cubana . Al mismo tiempo surgieron grupos civiles y parapoliciales que atacaron locales partidarios de sectores de izquierda, instituciones culturales y ciudadanos judíos a los que acusaban de encabezar planes conspirativos . El historiador Carlos Demasi sostiene que algunos hechos resultaron excesivos para el propio gobierno ya que dejaban demasiado a la luz algunos extremos que convenía mantener en la penumbra, sin embargo ante estos atentados algunos militantes de izquierda consideraron “inminente” el comienzo de una acción armada de la “derecha” contra el “movimiento popular.”
El PS intentó acompasar sus planteos y acciones al conflictivo clima social. En ese contexto se produjo un vuelco en la línea hegemónica, cuya manifestación más visible fue el desplazamiento de la antigua dirigencia, nucleada en torno a Emilio Frugoni, por un sector de nuevos líderes partidarios, promotores de un cambio en algunos de los rasgos que habían caracterizado al sector . Para estudiar este proceso, es importante tomar en cuenta las ideas presentes en los escritos de Vivian Trías, uno de los principales promotores de los cambios en la estructura orgánica, pero también en el discurso socialista .
Desde fines de la década de 1950 distintos artículos de Trías, publicados en el vocero socialista El Sol y en el semanario Marcha, resumían su visión respectó al carácter nacional que debía tener la revolución y su desarrollo en relación a las características del país. Referirse dentro del PS a un posible proceso revolucionario significó confrontar con la posición de Frugoni, quien entendía que el cambio no acaecería a través de las contradicciones entre las clases sociales, sino en la evolución progresiva de la sociedad que evitaría cualquier intento revolucionario . En la visión de Frugoni, antes que especular sobre una “gran catástrofe” los obreros debían organizarse políticamente y preparar a su clase para la democracia. Evitando la violencia contribuirían en el afianzamiento de las instituciones republicanas, con el fin de transformarlas en instrumentos adecuados para la implementación de políticas sociales.
El sector identificado con Trías no negó la participación parlamentaria, pero le adjudicó un rol complementario en tanto debería ser uno de los frentes partidarios en pos de la construcción de un movimiento de masas, para alcanzar las transformaciones estructurales en el país. Para Trías era insostenible lograr el desarrollo del mundo periférico por la vía capitalista, porque a cada evolución en los países centrales correspondía una fase de atraso en los “países periféricos” . Según su visión, solo la revolución nacional y popular de transición hacia un régimen socialista podría realizar una transformación social y económica de la periferia .
En la interpretación de Trías, los límites geográficos y culturales eran un elemento imprescindible para llevar adelante el proceso revolucionario nacional; en este sentido la nación era un espacio unificado por la lucha contra la dominación imperialista, en especial contra la influencia de los Estados Unidos . Asimismo reconocía en el país varias clases sociales a las cuales era necesario englobar en un frente popular revolucionario que buscara unidad en la acción. El carácter popular y nacional del socialismo de Trías, y la búsqueda de alianzas dentro de distintos sectores sociales, avalaba la inclusión en el proyecto político de sectores escindidos de los partidos tradicionales .
El XXXIII Congreso Ordinario del PS, realizado en marzo de 1962, resolvió continuar con las tratativas para formar un frente opositor al gobierno “mediante un intenso proceso de discusión en sus centros de militancia” . Finalmente en las elecciones de 1962 el partido conformó una alianza con un sector disidente del nacionalismo encabezado por Enrique Erro, quien en enero de 1960 cesó en su cargo de Ministro de Industrias y Trabajo, a raíz del enfrentamiento con otros integrantes del gobierno. También formaron la Unión Popular, lema con el que se presentaron a las elecciones, a) un grupo proveniente del Partido Colorado encabezado por el contador Guillermo Bernhard, b) una escisión de la Unión Cívica (que se llamó Frente de Avanzada Renovadora), c) un sector que se alejó de la Liga Federal de Acción Ruralista de Benito Nardone y d) la Agrupación Nuevas Bases integrada por el grupo de terceristas universitarios .
La conformación de esta alianza política no favoreció al PS, hecho que se confirma al tomar en cuenta la magra adhesión electoral (27041 votos) alcanzada por la Unión Popular en las elecciones del 25 de noviembre de 1962. Finalmente, la coalición se disolvió luego de que las dos bancas que logró la Unión Popular fueran usufructuadas en exclusividad por el sector de Erro que rompió con los acuerdos contraídos y provocó el alejamiento del PS . Sin embargo, la ampliación del marco de alianzas políticas impulsado desde el PS favoreció los contactos con integrantes de otros grupos y la promoción de acciones con distintos sectores, sobre la base de puntos programáticos concretos. Esta postura ayudó a que personas pertenecientes a distintas agrupaciones con una orientación política de izquierda realizaran experiencias conjuntas. Por ende, es posible sostener que las definiciones partidarias respecto al ensanchamiento del marco de alianzas deben ser entendidas como un factor explicativo al momento de estudiar los orígenes del Coordinador.


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