Que no le cante al nene![]() Natalia Oreiro confesó que a casi 10 años de su casamiento con Ricardo Mollo, "nos seguimos amando". También piensa en ser madre: "sé que cuando tenga un hijo lo voy a disfrutar muchísimo". Natalia Oreiro, de 33 años, lleva casi una década de matrimonio con Ricardo Mollo, de 53. En una entrevista con la revista ¡Hola! se refirió a su vida y a la colección otoño-invierno que realizó junto a Adriana, su hermana. "La colección está inspirada en el personaje de Heidi y en los Alpes suizos. Con Adriana siempre tratamos de acordarnos cuando éramos chicas y resaltar ese lado lúdico cuando pensamos las colecciones", dijo la uruguaya. Para eso viajaron a Londres y Nueva York "por lo menos dos veces al año". Y en sus colecciones recuerdan los años cincuenta, "una época donde se valoraba más a las mujeres". La relación con su hermana es buena, ya que la describe como "la persona más buena que conozco. Es generosa, hipersensible, muy creativa". Y con Ricardo Mollo "tenemos una relación muy linda, amorosa". "Con el tiempo nos volvimos muy compañeros y nos seguimos amando. A fin de año vamos a cumplir diez años de casados... ¡Es increíble! En todo este tiempo él me enseñó muchísimo, me dio fuerza y seguridad. Además, me encanta que le gusten las mismas cosas que a mí", como "la vida en el campo, la música, el humor, la misma manera de ver el mundo". Agregó que "el matrimonio parece difícil, pero la clave está en encontrar a la persona indicada. Sucede lo mismo que en la música, donde las notas sólo funcionan cuando tienen simpatía entre sí". "Primero nos hicimos amigos: venía a mi casa y charlábamos durante horas. ¡Y yo estaba muerta de amor! Pensaba: 'éste nunca me va a dar bola'. Ricardo fue difícil. Yo estaba tan acostumbrada a sentir la reacción de los hombres, a saber cuándo les pasaba algo, que su indiferencia me desconcertó. Después, fue él quien me sorprendió... ¡y terminamos casándonos a los cuatro meses!". Con respecto a la maternidad, "me imagino mamá. Me encantan los chicos y sé que cuando tenga un hijo lo voy a disfrutar muchísimo". Aunque "es complicado, porque tengo un alto grado de exposición y no quisiera que mis hijos crezcan bajo el lente de un fotógrafo". |
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