El 8 de enero, Gabriel González, un hombre que vivía en el kilómetro 0 del Camino del Andaluz (Toledo) salió de su casa a las 20 horas para caminar un rato.

Era usual que González saliera a caminar para hacer un poco de ejercicio. Como hacía siempre, dejó el celular en su casa y llevó solamente una billetera con la cédula y la tarjeta del banco.

Esta vez, sin embargo, Gabriel no regresó de su paseo. Sus familiares, que aseguran que no pasaba un día sin avisar de su paradero, hicieron la denuncia al día siguiente a las 18 horas en la seccional 20 de Toledo, donde supuestamente lo dejaron como requerido para pasar luego la información a Interpol, más precisamente al Registro y Búsqueda de Personas Ausentes.

Tras casi dos semanas, sin embargo, la Policía no rastrilló la zona, por lo que un grupo de vecinos del KM 0,  en conjunto con familiares de Gabriel y amigos de los familiares, decidieron salir a buscarlo por la zona por su cuenta este domingo, según informó El Observador y constató Montevideo Portal. Demoraron una hora y media en encontrarlo, explicó a Montevideo Portal Virginia, su sobrina.

El cuerpo de Gabriel estaba en unas chircas al costado del Camino del Andaluz (que corre paralelo a la ruta 102), a unos tres kilómetros de su casa, boca abajo. Según explicó su sobrina, se trata de una zona de campo, pero la Policía no buscó allí ni en otro lugar del recorrido.

Hasta ahora no se sabe la causa de muerte, ya que la Policía no ha querido confirmar aún a la familia si tenía su billetera o si hay signos de una muerte violenta. A estas horas se realiza la autopsia, de la que se sabrán los resultados esta noche.

Una película de terror

Los vecinos aseguran que salieron a buscar el cuerpo de Gabriel ante la falta de respuesta de la Policía y debido a una serie de omisiones que provocaron que la pesquisa se iniciara tarde y mal. "Ni siquiera la Fiscalía sabía del caso de él, por lo que decidimos encontrarlo nosotros mismos", dijo Virginia.

El primer problema se suscitó en la seccional 20. Cuando la familia vio que no había respuesta policial, fue hasta la Jefatura de Policía de Canelones para pedir novedades. Desde allí los derivaron a interpol, donde les dieron la primera mala noticia: Interpol no tenía registro alguno del caso. Cuando preguntaron, les explicaron que la seccional 20 nunca había pasado la denuncia, probablemente "traspapelada". Les dijeron también que la denuncia había sido archivada. Para entonces era viernes 11 y nadie buscaba aún a Gabriel.

Sin embargo, el trabajo tampoco se inició ese viernes; desde Interpol dijeron a la familia que recién el lunes 14 podrían encargarse del caso. Según contaron los familiares a Montevideo Portal, sin embargo, para el miércoles 16 tampoco había novedades; desde interpol explicaron que la búsqueda no se había inicado porque tenían otros 125 casos de desapariciones por delante. 

Para la familia, el caso se desarrolló con una lentitud exasperante. Según explicó Virginia, la Policía solo consultó a dos vecinos y jamás hizo un rastrillaje. Hasta el viernes pasado, esperaban las filmaciones de los ómnibus Copsa que pasan por la zona para comprobar si había registros de Gabriel.

La Policía se quedó con su teléfono, pero cuando los familiares consultaron si había novedades al respecto les respondieron que hasta el momento la Fiscalía no había autorizado las pericias. Al constatar que no había avances, decidieron moverse ellos mismos con la ayuda de los vecinos.

Para la familia, lo más sorprendente es que no se haya rastrillado la zona, algo que a los vecinos les llevó poco más de hora y media. "No buscaron nunca", explicaron sus familiares a Montevideo Portal. Ahora, pedirán explicaciones a las autoridades por la cadena de errores y omisiones en el caso de Gabriel.