Sacerdotes uruguayos pidieron “tolerancia cero” ante casos de abuso sexual

Cuatro sacerdotes uruguayos condenaron los casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica en el mundo y atribuyeron la reiteración de casos a la "impunidad" y el "ambiente de silencio" creado alrededor de las curas en varios países del mundo.

El sacerdote de Pocitos Richard Arce, el de Villa Colón Francisco Lezama, el de Jacinto Vera Pablo Bonavia y el de Buceo Javier Galdona fueron entrevistados para un informe difundido esta semana por la propia Iglesia Católica de Montevideo. Los cuatro debieron responder las mismas preguntas, intentando dar una explicación a los casos de abuso detectados en el mundo.

Para Galdona, una de las causas del fenómeno es "el sentimiento de impunidad" que existe  dentro de la Iglesia y que se ve favorecido por un poder que es ejercido "de una manera patológica". El sacerdote también advirtió que el "encubrimiento" es "un vicio institucional" de la Iglesia Católica.

Según el sacerdote Arce, el fenómeno "no es una cuestión sexual simplemente, sino que es una enfermedad mucho más compleja". En ese sentido, sostuvo que "tiene que ver en su raíz con el manejo del poder".

Lezama, por su parte, consideró que "faltó prevención en el acompañamiento de los sacerdotes y de las personas que se preparaban para el sacerdocio".

Bonavia atribuyó los casos a "una mala manera - una manera antievangélica - de ejercer la autoridad de muchos de nosotros".

Consultados sobre formas de evitar la reiteración de casos, Lezama propuso en primera lugar "hablarlo, reconocerlo, pedir perdón desde lo más profundo, sacarlo del secreto, sacarlo de esa nube medio oscura donde no se sabe bien y donde no se quiere hablar".

Bonavia propuso combatir los casos evitando "esa cultura autoritaria que abona y después encubre estas situaciones"

Galdona reclamó que la clave para evitar más casos es "la tolerancia cero". Al respecto, señaló que "ante el primer caso que aparezca, ante cualquier situación, inmediatamente hay que denunciarlo, encararlo, asumirlo y tomar las medidas eclesiásticas, civiles y judiciales que corresponden".