Rosencof: Amodio quiere "enjuagarse"

Lavado de historia

El escritor y ex tupamaro Mauricio Rosencof calificó la reaparición de Amodio Pérez como una “operación enema” con la que busca “enjuagarse”, aunque remarcó que “se sumió en un pozo negro muy profundo”. Por su parte, Jorge Zabalza consideró que el episodio “no le aporta nada a la sociedad uruguaya”.

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El ex tupamaro Mauricio Rosencof catalogó la reaparición de Amodio Pérez como una "operación enema" con la que Pérez busca "enjuagarse".

En diálogo con Subrayado, Rosencof consideró que "da la impresión" de que las cartas y las fotografías que trascendieron este miércoles pertenecen al verdadero ex tupamaro, aunque aclaró que "si alguien tiene que certificarlo son aquellos que recibieron la carta".

"Pienso que es él, que es una resurrección en tránsito", afirmó, especulando con que Pérez "quiere enjuagarse". En ese sentido, complementó: "ahí está, que se arregle como pueda". "Es un operativo de ponerse bajo la ducha y dejar un hombre enjuagado", señaló, aunque dijo que "se sumió en un pozo negro muy profundo".

"Es una aparición fantasmal que de pronto vuelve a los baúles del castillo, como todos los fantasmas", añadió.

El escritor recordó que la "colaboración" de Pérez con los militares "fue gratificada con la libertad en un momento en que había tortura violaciones desapariciones y muertes. Se fue por avión y por auto, lo llevaron, lo trajeron e incluso le dieron un viático. La gente no necesita más información que esa".

Rosencof sostuvo que la aparición de Amodio Pérez "no agrega nada" en el debate sobre la historia reciente. "Los días por venir dirán cómo se desarrolla", prosiguió.

Zabalza considera que reaparición "no aporta nada"

Tras las cartas enviadas por Amodio Pérez a distintos diarios, que no fueron publicadas, el "traidor" más famoso de la historia tupamara decidió dar un nuevo paso en su reaparición y responder una serie de preguntas realizadas por el diario El Observador.

Tras más de 40 años sin que se supiera su paradero, Amodio decidió volver a escena tras leer una entrevista a Jorge Zabalza publicada por Montevideo Portal, y lo hizo para dar su versión en torno a su colaboración con los militares, que le ameritó en su momento una sentencia de muerte por parte de la cúpula tupamara.

En las 15 respuestas, Amodio responde por qué decidió colaborar con los militares y aclara algunos presuntos mitos sobre su figura. No todas sus respuestas son verídicas (como el propio Amodio reconoce luego, por ejemplo en su larga respuesta sobre su colaboración con el Mossad y la CIA), y en algunas de ellas implica a otros integrantes del MLN y reconoce haber sistematizado la información que tenían los militares.

Esta mañana, el ex integrante del MLN Jorge Zabalza se refirió a la reaparición de Amodio y lo que ésta puede aportar para esclarecer el pasado.

"Lo que está aportando es su confesión", dijo Zabalza a Informativo Sarandí, para quien lo más destacado de sus respuestas es que reconoció haber ordenado toda la información recolectada por el general Esteban Cristi y el Mayor Armando Méndez, con los que la OCOA (Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas) "salió a perseguir al pueblo uruguayo, lo torturó, violó, asesinó".

"El general Cristi y Armando Méndez lo pusieron a trabajar para ellos. Él aceptó trabajar a cambio de la libertad. ¿Qué vía legal hubo? Nada más que un acuerdo para que él trabajara para la OCOA", agregó.

"¿Cómo vamos a entrar a discutir ahora con Amodio Pérez?", dijo. Para Zabalza, la comparación entre lo que pasó Raúl Sendic y lo que sucedió con la vida de Amodio basta para poner en perspectiva la poca importancia "del colaborador Amodio con dos de los coautores del Golpe de Estado".

Además, Zabalza acusó a Amodio de mentir repetidamente. "Desde el Regimiento Nº 1 de Infantería publicó un libro donde acusaba a Wilson Ferreira de pertenecer al MLN. Tuvo que ir el entonces senador Dardo Ortiz a interrogarlo personalmente para darse cuenta que era mentira y era una operación de los militares, y Amodio Pérez colaboró con eso", dijo.

Según Zabalza, esta confesión de Amodio Pérez "no le aporta nada a la sociedad uruguaya". "Lo que él quiere es entrar en un debate para volverse un actor político en la puerta de un período electoral. Por eso le llamo una operación de inteligencia: va a seguir saliendo en la prensa, mandando fotos".

Además, aseguró que ni a él ni al MLN les interesa dar muerte a Amodio Pérez, sino a lo sumo "ponerlo a disposición de la Justicia". "Lo principal es responsabilizarlo frente a la opinión pública que él fue quien organizó los archivos de la COOA, del aparato represor del Plan Cóndor", agregó.

"Se trata de un personaje nefasto, el motivo por el cual se disolvió el Parlamento. Que vaya al juzgado primero, porque él contribuyó con el terrorismo de Estado", dijo, concluyendo que "capaz que quiere terminar en la cárcel (de Domingo Arena) con su amigotes, calentito y mirando televisión".

Las respuestas

En las respuestas que publicó El Observador, Amodio reconoce haberse hecho cirugías (por ejemplo para cambiar sus huellas digitales), aunque acota que "inteligencia policial y el Ejército las tienen (las huellas)".

Amodio admite haber empezado a colaborar con los militares en junio de 1972. "(Adolfo) Wassen había sido trasladado a Florida para participar en las negociaciones acerca de una posible tregua, iniciativa que partió de Fernández Huidobro. Como ya expliqué anteriormente, el que dio los datos para la ubicación de la Cárcel del Pueblo fue Wassen, lo que acordamos él, Wolff y yo, hecho que hoy es aceptado, asumido e incluso perdonado, pero que en mayo de 1972 fue el punto de partida para mi acusación", dijo, mencionando que se lo tomó como "cabeza de turco".

¿Qué hizo? "Las FF.AA. entraron en la represión sin tener idea de nada. La Policía les pasó parte de la documentación que tenía acumulada, pero eso fue como si a un niño que está aprendiendo a leer y escribir se le pide un análisis de La Odisea (...) Ello produjo en unos pocos días un caos total, ya que los detenidos lo eran por docenas y cada uno proporcionaba información en base a nombres y seudónimos que se repetían docenas de veces (...) El estado mayor de entonces había creado una repartición, la OCOA, pero sin dotarla de medios ni personal capacitado. (Armando) Méndez, en esos momentos teniente segundo, era el único oficial que valoraba la importancia de la coordinación entre las unidades, y ya a poco de mi detención me propuso ‘ordenarle los papeles' a cambio de mi liberación posterior. Yo me di cuenta de que era una labor imposible, y así se lo manifesté a Méndez, y cuando Alicia (Rey Morales) fue trasladada al (Batallón) Florida (mi exigencia de su traslado coincidió con el pedido de su presencia hecho por los otros presos que iban a participar en las negociaciones) retomé la iniciativa de Méndez como medio de lograr nuestra libertad. No nos quedaba otra alternativa".

Amodio dice haber desbarato (junto a su esposa Alicia Rey) el intento de secuestro de Armando Méndez. Para liberarlo, el Ejército le pidió que testificara contra (el senador Enrique) Erro.

Asegura que su mujer Alicia "no fue detenida", sino que "se entregó para facilitar la fuga de quienes la acompañaban en esos momentos, entre ellos el actual presidente uruguayo, el señor José Mujica Cordano".

"Hay diferencias entre ser detenido y hacerse detener para salvar a compañeros (...)
Cuando mantengo la última discusión con (Julio) Marenales,(Raúl) Sendic y (Henry) Engler en el Santiso, ninguno de los tres tuvo alguna palabra de reconocimiento de su gesto, al contrario de los demás presentes en el local".

Dice no haber sido dado de baja nunca del MLN. "Es cierto que la pedí pero se me negó. A un dirigente que ha ocupado los puestos que ocupaste, no se le da la baja, palabras más o menos, de boca de Marenales y Sendic", dijo.

La muerte del peón Pascasio Báez, según Pérez, "responde a la desvalorización de la vida que de manera inexorable nos fue invadiendo, dándole más valor a las cosas materiales, todo lo contrario a los criterios que hasta entonces se habían mantenido y que arrancan en 1966". "Es simplemente un crimen, no tiene justificación ninguna", agrega..

Reconoció que lo sacaron de Uruguay "en auto y hacia Brasil, nos dejaron en la frontera en Rivera", aunque no cuenta de qué vivió estos 40 años y dice que los militares no conocían su paradero.