Contenido creado por Martín Otheguy
Policiales

Futuro hipotecado

Prisión domiciliaria para mujer detrás de secuestro de empresario, debido a su embarazo

La mujer de 25 años está embarazada de mellizos y tiene otros dos hijos, por lo que la Justicia hizo caso al pedido de sus abogadas.

13.02.2019 13:24

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2019-02-13T13:24:00-03:00
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Esta semana, dos hombres fueron formalizados por el secuestro de un empresario, tras haber sido detenidos gracias a un control rutinario de la Policía. Además, la Justicia intenta dirimir cuál fue la participación de la ex pareja de la víctima, quien presuntamente orquestó junto a su actual novio el crimen

La mujer fue quien citó al hombre en el lugar donde fue secuestrado por dos individuos (uno de ellos, la actual pareja de la indagada).

Tras declarar ante la Justicia, la mujer de 25 años fue formalizada por el delito de secuestro. Se le impuso una pena de 120 días de prisión domiciliaria, con tobillera y prohibición de cierre de fronteras, explicó a Telemundo la fiscal Josefina García.

La fiscal pidió la prisión preventiva pero las abogadas de la mujer solicitaron que fuera domiciliaria debido a que está embarazada de mellizos de cinco meses, lo que fue concedido por la Justicia. Tiene además un hijo de siete años y otro de cinco.

Ante la Justicia, la mujer sostuvo que no tuvo nada que ver con el secuestro y que ella mantenía una relación "de negocios" con el empresario (practicaba el meretricio), aunque el hombre asegura que se trató de una relación sentimental que culminó en junio, luego de lo cual siguieron contactándose esporádicamente en forma virtual.

Los detalles

De acuerdo a los datos de Fiscalía, la imputada conoció al empresario en una whiskería hace seis años. A partir de allí ambos comenzaron a tener contacto frecuente, en un vínculo que la propia investigada calificó como una "relación de trabajadora a cliente", que incluía salir con él, viajar juntos, mantener relaciones sexuales, etcétera. A cambio de ello, él le entregaba "fuertes sumas de dinero, con frecuencia variable y según las necesidades que la misma decía posee".

Este tipo de vínculo se mantuvo hasta aproximadamente el mes de junio de 2018, en el que en ocasión del cumpleaños de la imputada, el hombre le regaló un televisor plasma. Aquella vez, la mujer le dijo que como él no quería reconocer la relación en público, lo bloqueaba de su teléfono.

Por entonces, la mujer ya se encontraba en pareja con el hombre formalizado por el secuestro ayer. En diciembre de 2018 el empresario obtuvo un número de teléfono por parte de un familiar de la mujer, que le comunicó que ella quería retomar el contacto. Creyendo que era su número, la víctima comenzó a escribirle, pero era un celular que manejaba en forma indistinta la mujer y su novio.

A lo largo de esta relación digital, y por alrededor de dos meses y medio, el empresario recibió mensajes escritos y mensajes de audio en los que se le solicitaba ayuda económica por diversos inconvenientes que decía tener a causa de una relación amorosa que había mantenido con una pareja.

De esta forma lograron que hiciera en estos dos meses giros periódicos o de urgencia, cada dos o tres días, de alrededor de veinte o treinta mil pesos (e incluso un Chevrolet Corsa de su automotora). También le pidieron que girara dinero con el fin de supuestamente efectuarse un aborto del embarazo que llevaba (cuando ante Fiscalía reconoció que en ningún momento pensó en detener ese proceso).

En otra ocasión la mujer le solicitó plata para irse a Chuy, supuestamente para resguardarse de su pareja, y le envió una fotografía de una casa que supuestamente había alquilado, entregando cédulas de terceras personas que teóricamente serían los arrendadores (pero en realidad simplemente eran los progenitores del imputado, quienes cobraron el giro del dinero). Ni la mujer ni su novio llegaron a mudarse al Chuy.

Cada vez que el empresario tenía sospechas, la imputada reforzaba los mensajes escritos con algún mensaje de audio donde prometía el reencuentro.

Ante la insistencia del hombre en encontrarse realmente con la mujer, ésta (conjuntamente con su novio y otro cómplice) concibió un plan para el encuentro en un lugar solitario, en el medio de dos centros poblados pequeños, que es donde se produjo el secuestro.

Si bien por este caso se imputó a todos por un delito de secuestro, durante la investigación podría tipificarse también estafa y asociación para delinquir.

 



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