Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

Sé lo que hiciste el verano

Nin Novoa: “vamos a tener dificultades en verano” con situación argentina

El canciller destacó que lo que ocurre en la vecina orilla no es lo mismo que en el año 2001.

03.09.2019 09:38

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2019-09-03T09:38:00-03:00
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El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, dialogó con la titular de Turismo, Liliam Kechichian, en el marco de una preocupación común acerca de las zozobras de las zozobras que atraviesa la economía argentina.

"Estuve viendo el decreto de urgencia del poder ejecutivo argentino, y no se trata específicamente de un corralito como el de los años 2001 y 2002", consideró el jerarca en declaraciones divulgadas por Radio Uruguay.

Nin Novoa detalló que dicho decreto apunta fundamentalmente a los grandes exportadores, quienes tendrán un plazo de cinco días para convertir sus dólares de acuerdo con la cotización oficial, y a través del Banco Central.

Sin embargo, las medidas no tendrían mayor incidencia sobre la "gente común", ya que en sus cuentas pueden retirar o gasta hasta 10.000 dólares mensuales.

"Eso no afectaría demasiado a los argentinos, pero sin duda incidirá en el turismo", dijo Nin Novoa. "Vamos a tener dificultades este verano", vaticinó.

En otro orden de cosas, se refirió a los problemas causados por las "lojas (tiendas) francas" brasileñas, instaladas en localidades fronterizas con Uruguay. Ni Novoa destacó que esas tiendas funcionan en un régimen de "listas negativas", lo que significa que "pueden vender de todo" salvó unos escasos ítems especificados.

Esto "significa una competencia muy despareja para otros que están a una cuadra y tiene que vender lo mismo, pero con impuestos". El Canciller opinó que este es un problema que afectará a Uruguay y también a Argentina y Paraguay (los otros socios del Mercosur con fronteras con Brasil) y al propio país norteño.

Ahora, la cancillería trabaja en la creación de una misión "para ir a hablar" a Brasil. Nin recordó que la habilitación de estas tiendas no obedeció a una decisión de Itamaraty (cancillería brasileña) ni del Ministerio de Economía del país vecino, sino de la Receita Federal, organismo de control impositivo y aduanero del país.