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Criminal

Murió la segunda víctima del ataque del Ejército a civiles en Río de Janeiro

La víctima era un recolector de basura y resultó herido en el ataque a un vehículo en el que viajaba una familia el pasado 7 de abril.

18.04.2019 18:56

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2019-04-18T18:56:00-03:00
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Un recolector de basura reciclable que estaba hospitalizado desde hacía 11 días por diversas heridas de bala murió este jueves en un hospital de Río de Janeiro y se convirtió en la segunda víctima de un ataque a civiles perpetrado por un grupo de soldados del Ejército brasileño.

Luciano Macedo fue uno de los dos civiles que resultaron heridos el 7 de abril pasado cuando diez soldados hicieron 80 disparos de fusil contra un vehículo en el que una familia se dirigía a una fiesta infantil en un barrio de la zona norte de Río de Janeiro, en un hecho por el que ya había muerto el conductor del automóvil y que está bajo investigación de la Justicia militar.

Macedo estaba hospitalizado desde entonces en estado grave y murió en la madrugada de este jueves en el Hospital Carlos Chagas, según informó la secretaría regional de Salud de Río de Janeiro.

Pese a que una decisión judicial había ordenado a la Gobernación trasladarlo a un hospital con mejores condiciones de atenderlo, la Secretaría de Salud aclaró que no lo hizo porque, por la gravedad de las heridas, los médicos desaconsejaron la remoción.

La nueva víctima, que vivía de la recolección de basura reciclable, estaba en la calle en la que ocurrió el tiroteo y fue alcanzado por varios disparos cuando corrió hacia el vehículo que era atacado para ayudar a los ocupantes a abandonarlo y huir.

En el hecho, que no ha sido esclarecido pero por el que ya están detenidos diez militares, murió de forma inmediata el músico Evaldo dos Santos Rosa, de 51 años y que dirigía el vehículo, y también quedó herido Sergio Araújo, suegro de la primera víctima y que ya recibió el alta.

En el vehículo también viajaban la esposa del conductor, su hijo de 7 años y una mujer amiga de la familia.

En un primer comunicado, divulgado el mismo día de los hechos y tras conocer las declaraciones iniciales de los soldados sobre lo ocurrido, el Ejército afirmó que el ataque se produjo como respuesta a disparos recibidos por los militares desde el vehículo.

No obstante, un día después, el Ejército reconoció la presencia de "inconsistencias" en las declaraciones dadas por los soldados y determinó separarlos de sus cargos y recluir en prisión a diez de los doce implicados en el ataque.

El Comando Militar del Este aclaró que los militares involucrados confundieron el vehículo de la víctima con otro que había sido robado en la región.

El ministro brasileño de Defensa, Fernando Azevedo, afirmó la semana pasada que el Gobierno quiere una investigación "rápida" y "hasta las últimas consecuencias" de lo ocurrido.

"Fue un lamentable incidente que vamos a investigar y a cortar de raíz. Todo será investigado hasta las últimas consecuencias y todo será juzgado muy rápido y resuelto correctamente", dijo el general del Ejército.

Por su parte, el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien es capitán de la reserva del Ejército, lamentó lo ocurrido pero afirmó que se trató de un hecho aislado que ya es investigado, y que "el Ejército no mató a nadie".

Los soldados implicados en el ataque están a disposición de la Justicia Militar debido a que una polémica ley de 2017 establece que los soldados acusados de crímenes en operaciones de orden público, aunque las víctimas sean civiles, solo pueden ser juzgados por tribunales militares.

EFE