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La derrota oficialista en Taiwan acerca la isla al gobierno chino

La rotunda derrota oficialista en los comicios municipales celebrados en Taiwán ha supuesto no solo el anuncio de dimisión del primer ministro Lai Ching-te, sino también la resurrección de la oposición, lo que augura una mejora en las relaciones con China.

24.11.2018 16:05

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2018-11-24T16:05:00-03:00
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Lai Ching-te anunció su renuncia al cargo a través de Facebook, la cual aún no ha sido aceptada por la presidenta del país, Tsai Ing-wen, quien a su vez ha dimitido como jefa del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), para responsabilizarse del descalabro electoral.

Los comicios celebrados hoy, aunque eran para renovar cargos municipales, se plantearon como un referendo sobre la labor de Tsai Ing-wen al frente del país, cuando se cumplen dos años de su presidencia.

Por ello, la mayoría de los observadores políticos de la isla considera el resultado de las votaciones como un castigo hacia Tsai Ing-wen lo que podría dificultar su elección en 2020.

La presidenta está viendo mermado su apoyo popular por el descontento que han causado medidas como la reformas de las pensiones y del mercado laboral, lo que se une a los salarios relativamente bajos, el alto coste de la vivienda, los problemas energéticos y las inestabilidad de los precios agrícolas.

Pekín no reconoce la independencia de Taiwán al que considera una provincia díscola y en el país es el Partido Kuomintang (KMT), en la oposición, el que acepta el carácter chino de la isla.

El vencedor de los comicios locales fue el KMT, que se impuso en, al menos, tres de las seis ciudades más importantes (Nueva Taipei, Kaohsiung y Taichung) y se mantuvo a escasa distancia del independiente Ko Wen-je, según resultados preliminares de la Comisión Central Electoral.

El KMT se impuso claramente en doce de las ciudades y distritos, en una verdadera "ola azul", llamada así por el color de su bandera, gracias a la imagen de candidatos como Han Kuo-yu, el nuevo alcalde de Kaohsiung, alejado del molde de político tradicional.

El gobernante e independentista PDP, que controlaba 22 de las ciudades y condados, y cuatro de las grandes municipios especiales, acabó con sólo cuatro ciudades y condados y dos de los municipios especiales (Taoyuan, Tainán), los menos importantes.

Este cambio de rumbo, aunque sea en unos comicios locales, hacia posturas más cercanas a China no se espera que suponga un cambio rápido o radical del gigante asiático hacia la isla, pero sí una ligera flexibilización y el incremento de los intercambios civiles, culturales, turísticos e incluso comerciales.

"La política de China hacia Taiwán mira al Gobierno central, por lo que no es de esperar un cambio radical, pero Pekín puede que vea en la clara victoria del KMT una señal de que el actual Ejecutivo no tiene apoyo popular y puede esperar un presidente del KMT en 2020", dijo a Efe el vicerrector y decano de Relaciones Internacionales de la Universidad Tamkang, Wang Kao-cheng.

La mayoría de los taiwaneses se opone a una incorporación a China y el presidente chino, Xi Jinping, mantiene una postura dura en sus relaciones con la isla, por ello no es de esperar un cambio inmediato, señaló la profesora Chen Li-jiun, del Instituto de Estudios Europeos de Tamkang.

Otros expertos advierten de que no se deben sacar demasiadas conclusiones de los resultados porque los votantes taiwaneses suelen castigar a sus dirigentes más por no gestionar bien temas locales y pragmáticos que por las grandes políticas.

"La situación económica no es ideal, sobre todo para los jóvenes que no encuentran los empleos que desean, tiene sueldos bajos y las viviendas están por las nubes", puntualizó la analista Teresa Kao, de la emisora de radio isleña Hit FM.

Algunos jóvenes de la llamada generación de "independentistas naturales", que han crecido en un Taiwán separado de China y con gobiernos a favor de mantener esta situación, consideran que esa debe ser la realidad, pero no tampoco quieren airar a su gran vecino.

"Claramente Taiwán no es China, pero al votar tengo en cuenta quién me va a ayudar a tener una mejor situación y no quiero desencadenar castigos económicos de China que me recorten las posibilidades de trabajo", reconoció a Efe un universitario.

EFE