El científico Edward Teller, conocido como el padre de la bomba H , falleció ayer a los 95 años, según un portavoz de los laboratorios Lawrence Livermore.
A pesar del final de la Guerra Fría, Teller no dejó en ningún momento de ser un ferviente e influyente defensor de la doctrina defensiva de Estados Unidos más agresiva.
Su influencia en los ámbitos de defensa y energía le permitió estar al frente de los programas de desarrollo de armas nucleares y bombas de hidrógeno (bombas H).
Teller falleció en Stanford, en California, cerca del Instituto Hoover, donde trabajó como investigador. Entre las distinciones que recibió, destacan el Premio Albert Einstein, el Premio Entico Fermi y la Medalla Nacional de Ciencias.
Además, Teller, será recordado por su papel al acabar con la carrera del que fue su jefe, Robert Oppenheimer -al que Teller apartó de muchos colegas- y por llevar la bomba H y la Iniciativa de Defensa Estratégica a resultados, según sus críticos, dudosos e incompletos