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Locales

El infierno de la Tierra

Esposa de ex preso de Guantánamo denuncia que fue violada y ''esclavizada'' por su pareja

Fátima Aiyaá, que se casó con el ex preso de Guantánamo Omar Faraj, relató a Montevideo Portal cómo fueron los siete meses de convivencia: “Fui castigada, maltratada, violada. Era un monstruo”, dijo.

01.02.2016 21:24

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2016-02-01T21:24:00-03:00
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Montevideo Portal

El 6 de junio de 2015 la uruguaya de origen musulmán Fátima Aiyaá se casó con el sirio -y ex preso de Guantánamo- Omar Faraj en una ceremonia religiosa. Siete meses después, asegura que fue "la peor pesadilla" de su vida. "Fui castigada, maltratada, violada. Era un monstruo", relata.

"La casa era Siria, no era Uruguay"

En conversación con Montevideo Portal, la mujer contó cómo fueron los días de convivencia: "Yo tenía que trabajar, pagar la luz, el teléfono y la comida. Él solo pagaba su celular. Traía gente a comer y yo cocinaba, era una esclava, y los invitados no me veían porque había puesto una cortina para que no lo hicieran".

"La casa era Siria, no era Uruguay. Lo primero que hizo cuando se instaló fue sacar la bandera uruguaya que le habían dado y me dijo que la tire y la queme. 'Fuego, fuego, basura', me decía", declaró Aiyaá.

También describió cómo era el lugar en  el que convivían: "Tenía laminadas las ventanas para que la gente no me viera, además de que me obligaba a usar ropas que cubrieran todo mi cuerpo menos los ojos", y agregó: "hay manchas de sangre en la pared, manchas de sangre en el colchón de cuando me violó, pasé las mil y una en esa casa, solo Dios sabe".

Consultada por las declaraciones que realizó a Montevideo Portal antes de casarse -donde aseguraba que su futuro marido era "excelente"- expresó que cuando lo conoció era "un corderito; salíamos a comer pizza, a pasear".

"Él se casó porque el gobierno le dio casa y no quería vivir solo, y me eligió porque éra musulmana convertida -porque no se iba a casar con ninguna uruguaya porque dice que son 'perras', 'una perra con cien perros', repetía siempre-. Y por eso fue a mi casa, pidió mi mano a mi familia, pero él quería una mujer para vestirlo: yo le ponía la ropa, lo vestía... cosas que no quiero contar porque son un asco", detalló.

Entre algunas de sus vivencias, Fátima Aiyaá recuerda que su marido la levantaba en la madrugada, le pedía un vaso de agua y, si no se lo llevaba, la tiraba con una patada de la cama.

Además, relató que Faraj tenía la idea de llevar a vivir con ellos a una joven siria, de 15 años, que reside en Colonia, "para procrear". "Quería tenerla en el garaje. Yo iba a ser tipo madre; le iba a enseñar español, iba a criar a sus hijos y me decía: 'lunes tú, martes ella, miércoles tú...'. Pero mi madre y yo le dijimos que acá en Uruguay eso no se podía".

"Yo aguanté porque era musulmana, y la mujer musulmana no tiene que contar nada de lo que hace un matrimonio. Siempre me decía: 'acá mujer musulmana no puede contar' y me amenazó con que iba a lastimar a mi hijo", expresó, pero luego -según admite- cuando decidió irse de su casa fue porque "estaba mal, perdiendo el pelo, flaquita, me pasaba llorando".

Aiyaá relató que al momento de dejar su casa, Faraj la arrinconó y le dijo que si contaba algo la iba a buscar para "degollarla" y que no tendría miedo porque, según él le repetía, "ya estuvo en Guantánamo".

En nombre de quién

La mujer destacó que su ex pareja es "el cerebro del grupo de exrefugiados de Guantánamo que residen en Uruguay: de Ahmed, Ali y Abdul".

Aiyaá sostiene que su religión, el Islam, "no tiene nada que ver con estos monstruos, ellos son extremistas, lo hacen a su manera, no respetan el Corán, tienen otra forma de pensar, ellos piensan en guerra". "Yo sé lo que es Abdelhadi Faraj, ustedes no saben", agregó.

La uruguaya, que admitió que tiene miedo, contó que una vecina vio a su exmarido y que estaba "furioso" y le afirmó que la tiene "vigilada". Ahora ella está esperando una abogada, tiene custodia policial y él tiene una orden de restricción de 300 metros.

Por su parte, Roma Blanco, que se casó con el ex preso de Guantánamo Abdul bin Mohammed Ourgy y también sufrió violencia doméstica, busca seguridad policial para su hija, que fue amenazada con ser secuestrada.

Antecedentes

Fátima se hizo conocida en los medios antes de haberse casado con Faraj. Cuando su nombre era Irina Posadas, afirmaba ser concejal del Partido Nacional por el Municipio C, lo que fue negado posteriormente por representantes blancos de ese municipio. Sin embargo, Fátima dijo a Montevideo Portal que ella fue concejal del Centro Comunal 15 y que renunció cuando se casó con Faraj.

A través de su perfil de Facebook, en aquella ocasión, había realizado comentarios sobre el caso Tania Ramírez, la joven que denunció un ataque racista a la salida de un local nocturno.

En uno de sus comentarios en la red social, afirmó: "Nosotros podemos. Nosotros somos mayoría. Nosotros podemos pedir libertad. Si ellos hicieron una marcha: ¿por qué nosotros no podemos hacer una para que vean que no están solas? Si no hacemos nada por ellas demostramos que mañana será otra Tania pero en versión peruana y boliviana, ya que se nos está llenado de bolivianas en el centro vendiendo sombreros. ¿Cuándo será el día que los uruguayos despierten y luchen por la patria?". Los comentarios fueron borrados luego de su perfil de Facebook.

Magdalena Prado | @maguipradop


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