En todas las iglesias católicas del mundo, los creyentes orarán por la paz mundial respondiendo al mandato del propio Juan Pablo II, quien está dispuesto a concurrir al seno de las Naciones Unidas si las tratativas del enviado del Vaticano no terminan de convencer a George Bush para evitar la guerra con Irak.
Esta tarde, cuando sean las 19.00 horas, en todas las iglesias católicas uruguayas, la comunidad cristiana se reunirá para orar a fin de evitar una guerra que puede provocar la muerte de millones de personas.
Los primeros ministros de España, José María Aznar, Italia, Silvio Berlusconi y de Inglaterra, Tony Blair además del propio Collin Powell, secretario de Estado de los Estados Unidos, intentaron convencer al Papa Juan Pablo II para que no se opusiera a la intervención norteamericana en Irak. Ninguno logró su objetivo.
Contrario a la intervención armada el sumo pontífice dispuso que el cardenal Roger Etchegaray se reuniera con Saddam Hussein y luego mandató al cardenal Pío Laghi, quien fue durante muchos años embajador del Vaticano en Estados Unidos, para entregar una carta del propio Juan Pablo al presidente George Bush. Según trascendió si estas gestiones no logran que el presidente estadounidense revierta su decisión de invadir Irak, el propio Juan Pablo II, debilitado en su salud, está dispuesto a ir a las Naciones Unidas para procurar impedir la guerra.
Recientemente, el Papa convocó a una Jornada Mundial de Oración para hoy, "miércoles de cenizas" (inicio de la cuaresma), que es cuando los católicos realizan una jornada de ayuno y oración.
La Cuaresma, que son los 40 días previos a la semana santa, y donde la grey se prepara para llegar a esa festividad, es el tiempo indicado para dedicarse a la oración por la paz mundial, teniendo en cuenta la actual circunstancia.
Los obispos uruguayos hicieron un llamado a la comunidad para participar de las misas, especialmente las celebradas a las 19.00 horas destinadas a la imposición de las cenizas.
En Montevideo el arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno aprovechará la ocasión para entregar su segunda Carta Pastoral donde informará sobre la realización del Sínodo de 2005.
En cuanto al inicio de la cuaresma, las cenizas que en forma de cruz se imponen en la frente del creyente, son hechas con el "olivo" bendito del Domingo de Ramos, ocasión en que se hace un llamado a la conversión.
Hoy los católicos se dedicarán al ayuno y a la abstinencia, gesto que repetirán en los próximos días viernes hasta llegar a Semana Santa, como una forma de solidaridad con el prójimo, donde la privación de lo material puede servir para compartirlo con los más necesitados.
A nivel mundial, la invitación lanzada por Juan Pablo II para que el Miércoles de Ceniza sea una Jornada de Oración y Ayuno por la Paz en el contexto de una posible guerra que alteraría toda la región de Oriente Medio está recibiendo adhesiones de todos los continentes y alcanzando una dimensión interreligiosa.
La propuesta que el Santo Padre difundió en el Angelus el 23 de febrero y reiteró el domingo pasado, recordaba asimismo que es un deber para los creyentes, independientemente de la religión a la que pertenezcan, proclamar que nunca podremos ser felices los unos contra los otros; el futuro de la humanidad nunca podrá asegurarse con el terrorismo y la lógica de la guerra.
Nosotros, los cristianos en particular subrayó el Papa estamos llamados a ser los centinelas de la paz, en los lugares en los que vivimos y trabajamos. Es decir, se nos pide que vigilemos para que las conciencias no cedan a la tentación del egoísmo, de la mentira y de la violencia.
No es la primera vez que el Papa invita a un ayuno penitencial por la paz. Dos meses después de los atentados del 11 de setiembre de 2001, Juan Pablo II propuso a los católicos dedicar el 14 de diciembre a la oración y al ayuno para obtener de Dios la gracia de una paz estable fundada en la justicia. En aquella ocasión, la iniciativa también fue acogida con entusiasmo en numerosos ambientes religiosos, sociales y civiles.