El Departamento de Agricultura de Estados Unidos informó según una investigación realizada a las vacas enfermas con encefalopatía espongiforme bovina, que varios cortes de carne estarían distribuidos en por lo menos ocho estados americanos y en Canadá.
Para los funcionarios del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos los cortes a la venta en el mercado no ponen en riesgo la salud humana ya que los principales órganos que podrían contagiar, el cerebro, la médula dorsal y el intestino delgado, han sido eliminados antes de la faena para consumir la carne.
El doctor Kenneth Petersen, veterinario del Departamento de Agricultura, dijo que se ha determinado que parte de la carne de la vaca faenada el 9 de diciembre fue a los mercados de Alaska, Hawai, Idaho, Montana y al territorio de Guam. Previamente algunos funcionarios habían dicho que la carne fue a los estados de Washington y de Oregon, y en menor cantidad a California y Nevada, para la venta a los consumidores.
La carne que ha sido retirada del mercado no representa esencialmente ningún riesgo para los consumidores , señaló Petersen, de la agencia de seguridad del departamento.
Aunque las autoridades federales insisten en que el abastecimiento de alimentos es seguro, han ordenado retirar del mercado unos 4,500 kilos de carne de una vaca infectada y de otras 19 vacas sacrificadas el 9 de diciembre en el frigorífico Vern s Moses Lake Meat Company, del lago Moses, en el estado de Washington.
Las últimas exportaciones de carne a EEUU por parte de Uruguay fueron enviadas satisfactoriamente y aunque no se han registrado nuevos negocios los mercados de EEUU seguirán abiertos. Los empresarios aguardan como evoluciona la enfermedad y su repercusión en el mercado.
El descubrimiento del primer caso de enfermedad de las vacas locas en una vaca Holstein lechera de seis años y medio ha reducido las exportaciones de carne vacuna estadounidense, y también ha golpeado las acciones de compañías alimentarias y la confianza del consumidor.
Dos decenas de países, entre estos Japón, el mayor mercado de exportación de la carne estadounidense, han suspendido las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos, amenazando seriamente la industria ganadera del país.
La encefalopatía bovina está vinculada a una enfermedad que afecta a los seres humanos, el llamado Mal de Creutzfeldt-Jakob.
En Gran Bretaña, 143 personas murieron de ese mal luego de una epidemia de encefalopatía bovina en la década del 80. Los seres humanos pueden contraer la enfermedad si ingieren carne que contiene tejido del cerebro o la médula de una vaca infectada.