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CON NORA CASTRO

''Uno lo debe todo en la vida''

Maestra, universitaria, carnavalera, Nora Castro, preside la Cámara Baja y entra en la historia como la primer mujer que ocupa ese cargo. Fundadora del MPP, habla de los miedos, los desafíos, y el futuro.

 

¿Estuvo emocionante la inauguración de la Legislatura?

 

Si claro.  Es obvio que es emocionante por la importancia que tiene en el marco que comienza a instalarse una política de cambios en el país de un proyecto largamente amasado. No redondo y acabado por nuestra propia concepción de que las cosas implican procesos desde el punto de vista social y político. La intención nuestra fue dejar en claro que la instancia del 15 no era una apéndice de lo que vaya a pasar el 1 sino que tenía su jerarquía propia en un doble sentido. Era el primer momento que a nivel institucional se mostraba la concreción de lo que la ciudadanía votó el 31 de octubre y por otro lado la intencionalidad de contribuir desde el parlamento en una política de cambios para el proyecto de país productivo, más justo y solidario, fortaleciendo la actividad legislativa.

 

¿Qué es lo que se pude hacer desde aquí?

 

Yo creo que la actividad legislativa en una política de cambios no solo tiene que ver con el contenido de los proyectos en cuanto a texto de ley -en el entendido de los 28 proyectos que se han de priorizar en los primeros meses- sino justamente en cómo se procesan. En el cómo, en las formas que entendemos ha contribuido fuertemente en las últimas décadas a que esa práctica política hegemónica conduzca a un ensanchamiento y profundización de la brecha existente entre la institución parlamento y la ciudadanía que instituye a los parlamentarios.

 

¿Qué siente que le faltó decir en su discurso?

 

Un montón de cosas. El tema de las injusticias, las consecuencias que acarrean y cómo enfocar la transversalidad de las soluciones que se puedan estar ideando, es uno de los temas que merece bastante más reflexión y poner cabeza colectivamente hablando. El cómo colaborar en la devolución del poder, contribuir a esa devolución que tiene y le corresponde al pueblo pero que se la apropian por las correlaciones de fuerzas existentes y por la práctica política. Es un proceso que no comienza con el 15 de febrero, que el pueblo ha ido peleando. Entre las primeras cosas que obtuvo fue la visualización del problema. Y en algunos casos se han ido concretando soluciones que hace falta desarrollar. Falta mucho, pero que en definitiva van encaminadas como pueden ser los procesos de descentralización, pero con el tema legislativo estamos bastante lejos en ese proceso. Acá lo que ha primado por décadas es una interpretación restrictiva del tema democrático representativo con las características que tiene el nuestro que no es exclusivo de algunas instancias de democracia directa. Con lo cual dentro del sentido que le quisieron dar a la constitución me parece que está el percibir el sistema democrático uruguayo como uno ¡donde se complementen mecanismos de democracia representativa y directa, con distintos acentos. Lo que estamos planteando ahora es contribuir  para ampliar y perfeccionar esas vías a través de las cuáles desde lo parlamentario es sólo una parte en esa toma de decisiones que en definitiva es lo que legitima la participación. Porque participación sin posibilidad efectiva de tomar decisiones se vuelve un concepto hueco.

 

¿Qué rol juega la educación en esa construcción de una nueva democracia?

 

Un rol a mi juicio central pero no único. El sistema educativo debe contribuir a la formación de cabezas que puedan pensar por sí mismas, asumir responsabilidades promoviendo la interacción y la valoración de la diversidad y el trabajo colectivo. Sigo creyendo que en un colectivo se pueden llegar de la mejor manera a lo que uno se propone, por la propia diversidad humana, por la existencia de distintos saberes y porque en la interacción uno puede descubrir en el otro aquellas respuestas y aquellas preguntas que uno mismo se plantea.

 

Usted ha discutido bastante en la interna del Frente Amplio el tema de la educación. ¿qué es lo que plantea que se debe hacer primero?

 

¿Primero? Yo diría que hay que reconceptualizar en el entendido que el sujeto de la educación es quien se educa, teniendo a la vez presente que no sólo el estudiante o el alumno es quien se educa. Plantear que educador y educando a la vez se están educando a sí mismos por interacción, puede parecer contradictorio con ubicar como sujeto de derecho al educando o al estudiante. Pero no es así. Felizmente hemos aprendido con los aportes de pedagogía y otras ciencias de la educación que el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje no son la misma cosa. No todo lo que se enseña se aprende  y el objeto de conocimiento no se le enseña de la misma manera y con las mismas marcas que uno construye ese objeto de conocimiento y cada uno de nosotros aprendemos de diversa manera y en distintos tiempos. Por lo tanto me parece muy importante colocar esos asuntos porque si nos ubicamos en ese horizonte, las teorías y sobretodo las práctica que tienen como sustento concebir a la educación como mercancía van a empezar a caer.  Esto exige seriedad para el trabajo, una valoración político - técnica para poder avanzar en ese campo.

 

 

Esto tiene que ver con la diversidad. Usted en el discurso decía que en Uruguay no se habla una sola lengua, incluso tenía en la parte escrita varias arrobas ¿cómo se trata esto desde la educación?

 

El tema es que para el caso concreto del Uruguay no es tan fácil porque los dialectos portugueses por ejemplo no tienen lengua escrita. Y el pasaje de lengua oral a escrito es en este caso un problema teórico de la lingüística que presenta varias dificultades.  Entre otras a qué lengua escrita le correspondería el pasaje. Por ejemplo de qué portugués estamos hablando ya que ninguno de ellos corresponde exactamente a los trazos identitarios de los dialectos portugueses en el Uruguay.

 

Por lo menos de acuerdo a las investigaciones que conozco, contrariamente a lo que la gente supone la población de frontera norte y nordeste ha sido invadida por el portugués a través de los medios de comunicación del punto de vista de esta cultura en su gestación fue la cultura hispánica la que invadió esos territorios cuya poblaciones tenían un dominio lingüístico vinculado al portugués y posteriormente en la evolución histórica y lingüística se fueron agregando otros elementos como son los que tiene que ver con la penetración de los medios de comunicación. En principio no hay una lengua escrita para estos dialectos portugueses del Uruguay y no siempre que se ha intentado en otras experiencias a nivel internacional pasar a una lengua escrita, lo cual facilitaría ese respeto mantiene la riqueza de esa lengua oral.

 

De todas formas me parece que podríamos avanzar bastante si entendiéramos de una vez por todas que aquello que en el S XIX se sostenía que a un estado le corresponde una sola lengua no es así. Eso es producto de una concepción dominante que oprimía minorías y que intentaba a la vez consolidar los estados nacionales también a través de ese control que roza lo ideológico.  Podríamos avanzar bastante si entendiéramos que también eso está pautando la pluralidad intercultural dentro del propio estado y de la propia nación. Esto tiene que ver con el tema de la discriminación.

 

¿Esa discriminación a la que usted apunta también está vinculada con el género? ¿De allí el énfasis que puso en su discurso de apertura?

 

Si claro. Que yo conozca es la primera vez que las mujeres parlamentarias podemos estar reunidas allí. El tema de la fotografia lo que yo quería era marcar una presencia que muestra un avance en este país pero vaya si es lento. Si ahora somos 11 es un avance pero en un ritmo muy lento.

 

No le da la sensación que las mujeres parlamentarias están mucho más exigidas que los hombres. Es decir que rinde más exámenes todo el tiempo.

 

Ese fenómeno no existe solamente a nivel parlamentario, es prácticamente en todos lados. Entre un gerente una gerenta está exigida muchísimo más la mujer. Pero en los niveles de dirección de las organizaciones políticas también. No sólo se le exige más sino que no se admite como válido formas propias del género. Por ejemplo está prácticamente demostrado que en el diálogo entre varones se respeta el turno. Las mujeres tenemos en el idioma español, una capacidad distinta en el que podemos atender y comprender en simultaneidad de turnos. Eso acuñó una expresión muy cara: "hablan como locas". Porque rompen la norma predominante. Cuando uno ingresa a un medio político lo predominante es la ley de turno pero además con determinados acentos, determinados ritmos, la mujer en el idioma español tiene ritmos distintos y en forma inconsciente uno tiende a una masculinización del discurso. A mí me costó mucho hacer conciente este tema y a partir de que uno lo ve por lo menos intenta superar esa situación lo cual implica una decontrucción y como toda deconstrucción es dificultosa.

 

¿No le amedrenta tanto hombre?

No es un problema de amedrentamiento. Miedo le tiene uno a otras cosas. Más allá de que toda la gente dice que no soy insegura, pero tengo mis inseguridades como todo el mundo. Me molesta sí grandamente ese tipo de reacciones que uno intuye un poco una sonrisita como diciendo "y esta va a poder con éste asunto".

 

¿Tiene compinches mujeres acá?

Felizmente tengo compinches mujeres y hombres.

 

Usted decía que para deconstruir hay que legitimar. Y una de las cosas interesantes que se hizo en el anterior período con el grupo de mujeres parlamentarias fue tratar de legitimar el aborto. ¿Habrá novedades a corto plazo?

 

En ese campo habrá que evaluar las condiciones políticas del estado de discusión del tema a nivel social. El trámite parlamentario implica que un proyecto que no es aprobado después no se lo pueda reeditar en todo el período. Por lo tanto habrá que trabajar para mejorar las condiciones políticas del período pasado a efectos de poder llevar adelante esto.

 

¿Está discutido en la interna del MPP?

Si, pero ni el MPP, ni el FA, ni el Encuentro, ni la Nueva Mayoría tiene esto como posiciones de resoluciones en el sentido absoluto. Es un tema que toca mucho lo personal y nosotros respetamos en la interna todas las opciones que complementan y que nutren las definiciones de principios y programáticas.

 

¿Desde qué año está en el MPP?

Desde su fundación en el 89. Formé parte de la primera dirección, en esa época era la única mujer.

 

¿Cómo evalúa el crecimiento de ese sector?

Notoriamente un avance que se da mayoritariamente en los últimos años. Hay una ratificación a nivel popular de acierto en esa política de llegar a los distintos sectores sociales y territoriales. En ello ha jugado un papel fundamental la figura de Pepe (Mujica), su estilo de hacer política que en él tiene una concreción que alguna vez alguien se pondrá a estudiar profundamente en este país.

 

Esa forma de hacer política se percibe desde el MLN. ¿En ese tiempo se pensó llegar hasta aquí?

 

Por supuesto que cuando uno adhiere a un proyecto político se plantea en el tiempo cómo lograr sus objetivos. Ahora estar acá era azaroso. El hecho de que nosotros estemos acá, es cierto que a uno lo reconforta el sentir que dentro de la fuerza que llegó al gobierno un altísimo porcentaje haya apostado a nosotros, pero no por nosotros como personas sino a esta forma de hacer política. Uno en la formación profesional se prepara para ser jefe de página, maestro, director, profesor, y eso de alguna manera constituye una carrera. Acá uno se prepara en varios sentidos: en lo que estudia, reflexiona, comparte con los compañeros pero no elige estar en tal o cual lugar sino que la lucha misma lo lleva a uno a tener responsabilidades que en mi caso personal la inmensa mayoría de las veces ni las imaginé. Y esta responsabilidad que me tocó ahora es compleja, pero hay otras de otros compañeros que trabajan de una forma no visible pero que son importantísimas y que si mañana yo tengo que salir de acá o porque me estoy equivocando o porque la fuerza política necesita que esté trabajando en otro lado, pues con gusto lo voy a hacer, porque estoy convencida que todos somos lo que colectivamente se va produciendo en forma dialéctica, creo que la organización política a la cual uno adhiere tiene todo el derecho a decidir dónde puede mejor uno aportar. Porque en definitiva uno lo debe todo en la vida, y debe cumplir con esos compromisos.

 

¿La cantidad de adhesiones y ese compromiso al que se refiere no le generan un temor a defraudar?

 

Por supuesto. Yo dije que una de las cosas más fuertes del 15 fue al final cuando saludamos a la gente que estaba contra la valla. Allí recibimos por un lado el saludo y el cariño pero por otro lado esa exigencia legítima de "no nos fallen".

 

Hablaba hoy de los lugares determinados por su fuerza política. Personalmente ¿cree que este sea su lugar?

 

Eso lo van a tener que valorar otros, pero además hace poco que estoy acá. Creo que hay algunas condiciones que quizás habiliten a eso. Pero la gente tendrá que valorar si sirvo o no para este trabajo.

 

¿Tiene confianza en que sí?

 

No tengo un alta autoestima. Pero me sirven para trabajar el contacto con grupo de compañeros muy valiosos, promover permanentemente el tema de la crítica que me habilita a la autocrítica. Tengo la ventaja de ser una mujer que por mi formación académica tengo incorporada pautas de sistematización y de método que no son las mismas que se aplican en la vida política pero que ayudan. Estoy convencida que acá adentro el que no tiene método para trabajar se lo come esta máquina de picar carne. Capaz que uno puede colaborar desde acá a ese proyecto de cambios tan anhelado por todos, no solamente por los compañeros que hoy no están entre nosotros porque murieron, porque los mataron o están desaparecidos, sino por el compromiso por los que hoy están y no tienen ese grado posible de la libertad.

 

¿Qué cosas le enojan?

 

La mentira, la corrupción. La mentira me enoja mucho.

 

Y en su casa ¿por qué se enoja?

 

Pasa que vivo sola con mi madre. Capaz que más me enojo conmigo, y eso es lo más

difícil de solucionar porque cuando uno se enoja con el mundo tiene cierto trille y hay tácticas para encaminar las cosas, siempre hay ayuda. Ahora cuando es con uno mismo o va al terapeuta, patea alguna lata o se calma tomando mate.

 

¿Y cuáles cosas la enfurecen de usted?

 

Por la rapidez o por la circunstancia uno se atropella, es excesivamente impulsivo y eso omnubila la cabeza. Aunque parezca contradictorio me enojo conmigo cuando me dejo ganar por esa cultura que yo viví por tantos años y que deconstrucción mediante he intentado superar, esa cultura tan racionalizadora que excluye lo afectivo. Eso me enoja porque me doy cuenta que me recorta y me cercena.

Pero hay que bancarse los propios baches.

 

¿Se podría decir que está contenta?

 

Si. No me amarga, me preocupa y me ocupa. Es un desafío importante. Pero también me gusta estar contenta en un espectáculo de carnaval.

 

¿Cómo lo vio este año?

 

Me apasiona. Pero realmente es una de las cosas que me apasiona al punto de que soy de las escuchas permanente del carnaval por radio cuando no lo puedo ver, desde niña. Me gusta casi toda la música

 

¿El último disco?

 

Fue el de Daniel, que me regalaron pero todavía no lo pude escuchar. Me gusta la música clásica, desde el canto gregoriano hasta una cuerda de tambores.

 

¿El día de su cumpleaños?

 

Fue ayer.

 

Montevideo COMM / Portal / M.N. Domínguez, G. Garat

Lea el discurso oficial de Nora Castro del 15 de Febrero.