El senador frenteamplista Mario Bergara habló en la media hora previa de la sesión del Senado para referirse a la “angustiante realidad que viven comerciantes y vecinos de la calle Tristan Narvaja entre 18 de Julio y Paysandú”, quienes, según dijo, “desde hace seis meses conviven con situaciones de violencia, robos, consumo y venta de pasta base”.

“Lamentablemente las dificultades en la zona no son nuevas. Ni lo es el incremento de personas en situación de calle. Pero la realidad se ha agravado drásticamente y hoy son más de 40 personas allí. Esto implica convivir con personas durmiendo, comiendo, consumiendo y haciendo sus necesidades en la vía pública, además de la violencia explícita contra vecinos, comerciantes y clientes”, apuntó Bergara.

“En noviembre de 2023, comenzaron a sucederse los episodios cada vez más violentos, entonces relatan los vecinos la respuesta del 911, totalmente insuficiente, hasta que ocurrió un episodio dramático, con una persona con trastornos psiquiátricos. Luego sobrevinieron las peleas por la cuadra, por la venta de sustancias, por el territorio como cuidacoches. Peleas con cuchillas, fierros, cortes carceleros. El 28 de diciembre pasado, uno de estos sujetos apuñaló a otro en la esquina del Teatro Stella. Una vez más la reacción fue tardía”, denunció el líder de Fuerza Renovadora.

“Este grupo de vecinos y trabajadores se movilizaron ante la comisaría n° 3 y finalmente fueron recibidos por el subcomisario. La respuesta oficial fue que no tenían personal para patrullar. Pero el subcomisario se interesó personalmente; patrulló caminando por esos días y mientras tanto la situación se tranquilizó”, agregó.

Sin embargo, señaló que en enero “recrudecieron las agresiones, los robos, el ingreso violento a las librerías”.

“Incendiaron el deck de la panadería con una persona durmiendo allí. La escalada llegó al 23 de enero, con el robo en el local Pitágoras y un kiosco en 18 de Julio; robo y destrozos en la veterinaria Nica, en la esquina de Colonia. En febrero robaron y destruyeron la peluquería y el taller de motos —todo entre Colonia y Mercedes— y en el local Emexem. También en la disquería Discomoda de Tristán y Mercedes; en la librería Rubén; en el kiosco Negro el 8”, indicó el legislador.

A su vez, denunció que en marzo “una pelea por territorio terminó dentro del bar La Tortuguita, en medio de los clientes, con armas blancas”, y que “la Policía llegó cuando ya se había desactivado el episodio”. Dijo también que “tres días después ocurrió algo muy similar dentro del bar El Verde”.

Bergara puntualizó que en Semana de Turismo, las peleas ocurrieron dentro de la librería Guyunusa, “con un individuo herido y atención médica por la situación vivida por los presentes”.

“Recién vino allí Narcóticos y se detuvo a algunos individuos. Horas después robaron y destrozaron en Discomoda nuevamente”, remarcó.

“La respuesta policial aduce carencia de personal para patrullar y monitorear las cámaras; mientras, los vecinos permanecen amedrentados. Señora presidenta [Beatriz Argimón], queríamos llamar la atención sobre esta situación que ocurre a pocas cuadras de aquí, donde hay tres facultades, la EMAD [Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático], la Biblioteca Nacional y unas diez librerías, donde transitan muchos estudiantes y turistas”, manifestó Bergara.

El legislador señaló que Uruguay tiene normas específicas como la ley 18.787 de 2011 sobre la “prestación de asistencia obligatoria por parte del estado a las personas en situación de calle”, con el correspondiente decreto reglamentario y un protocolo de acción.

“Claramente no alcanza si no hay una ejecución que atienda esta situación insostenible que hoy quisimos compartir con este cuerpo”, concluyó Bergara.