La explosión, que ha causado además 50 heridos, ha sido reivindicado por tres organizaciones palestinas.- Sharon descarta la creación de un Estado palestino a pesar de la condena de Arafat
Un terrorista suicida palestino, que ha hecho explotar su carga explosiva en un autobús que circulaba lleno de pasajeros por Jerusalén, ha provocado al menos 20 muertos, incluido el kamikaze y unos 50 heridos, cinco de ellos graves. El atentado, reivindicado por tres organizaciones palestinas pero atribuido a Hamás, amenaza con ensombrecer la iniciativa de paz de Bush. Mientras tanto, Sharon ha decidido ya las represalias israelíes, que dará a conocer a su Gabinete esta tarde.
El ataque, uno de los más sangrientos cometidos este año, se ha producido poco antes de las 8.00 horas (7.00 hora peninsular española) en un autobús de la línea 32, que cubría el trayecto del barrio de Gilo al de Katamón y el centro comercial de Malja, en la parte occidental de la ciudad.
Entre las víctimas hay muchos adolescentes que se dirigían desde Gilo, en el extremo sur de Jerusalén y que limita con Belén, a una escuela técnica. El autobus ha resultado casi totalmente destruído por la explosión y ha sido proyectado al otro lado de la calle.
Máxima alerta en Jerusalén
A pesar de que las fuerzas de seguridad se encuentran en estado de alerta máxima desde la semana pasada y tenían incluso el nombre de un palestino que proyectaba una acción suicida, no han logrado evitar el ataque, el segundo en menos de una semana y el primero en Jerusalén desde el 12 de abril.
Al parecer, el atentado es la respuesta de los radicales palestinos al asesinato, producido horas antes en Belén, de Walid Sobeih, de 28 años, jefe de la milicia del movimiento Al Fatah (Tanzim). Según fuentes policiales, el suicida había sido entrenado y enviado por Sobeih, al que Israel acusa de alistar a los jóvenes suicidas.
Así, un portavoz de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, del movimiento oficialista Al Fatah, ha reivindicado la autoría del atentado a través de la televisión Al Manar de Hezbulá y ha señalado que es su replesaia por el asesinato de Sobeih.
Poco después, los Batallones de Azedín al-Kasem, el brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), se han atribuido el atentado, a los que se han sumado, por último, la Yihad Islámica.
Sin embargo, todo apunta a Hamás, ya que los organismos palestinos de seguridad han identificado al terrorista como Mohamed el-Ghul, de 22 años, militante de este movimiento y alumno de la universidad A-Najah de Nablús. El-Ghul faltaba desde hace tres días de su casa y se encontraba en Belén, desde donde presuntamente partió con la carga explosiva.
Israel descarta un Estado palestino
Momentos después del atentado, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha indicado desde el lugar de los hechos que "estas imágenes son más fuertes que todas las palabras" y ha prometido que seguirá combatindo "el terrorismo palestino".
"Es interesante saber qué tipo de Estado palestino pretenden crear", ha indicado indignado Sharon para rechazar el proyecto que prepara EE UU. Por si cabía alguna duda, Sharon, que se ha reunido con su ministro de Defensa y otros responsables de seguridad para decidir la respuesta israelí, ha indicado que "no hay lugar para un Estado palestino de ningún tipo".
Tras la reunión, la radio pública israelí ha confirmado que habrá respuesta, pero no ha dado más detalles, salvo que Sharon informará de ella esta tarde a los grupos que forman la coalición de Gobierno para conseguir su aval.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, se ha apresurado a condenar el atentado, pero ha insinuado que la responsabilidad es de Israel porque sus fuerzas controlan Cisjordania.
En todo caso, el atentado se registra en vísperas de un esperado mensaje del presidente de EE UU, George W. Bush, con una propuesta de paz para Oriente Próximo. Según han indicado esta mañana fuentes israelíes, Bush expresará su apoyo a la creación de un Estado palestino "provisional", que sería miembro de la ONU, pero tendría que negociar sus fronteras con Israel como parte de un tratado final de paz.
Por este motivo, tanto la UE, por boca del ministro español de Exteriores Josep Piqué, como su homólogo israelí, Simon Peres, han tratado de contener la respuesta, en espera del plan, que hoy han rechazado de plano los palestinos.
