Diez muertos fue el saldo de la explosión de un coche-bomba frente a la embajada de Jordania en Bagdad, en la pasada madrugada. Este ha sido el primer atentado terrorista desde la ocupación de Estados Unidos en Irak.
El hecho, que dejó unos cuarenta heridos, fue ocurrido horas después de que un tiroteo dejara sin vida a dos soldados estadounidenses.
Hasta ahora nadie se ha atribuido el ataque. Según los primeros informes, los soldados que se encontraban dentro del establecimiento, sólo recibieron heridas ligeras.
Grupos de voluntarios fueron los primeros en tratar de contener las llamas del auto que ardían frente a la destruida fachada de la embajada. Tras el incidente, un importante grupo de personas se adentró en la embajada y saquearon gran parte de los objetos de valor que allí se encontraban. También quemaron los retratos del rey Abdullah de Jordania y de su padre, el difunto rey Hussein.
Funcionarios jordanos repudiaron el ataque terrorista de forma enérgica y se declararon en apoyo de aquellos iraquíes que buscan la estabilidad y seguridad en Irak.
