El lunes se cumplieron 19 años del regreso de Wilson Ferreira que en opinión de sus seguidores y opositores fue el último de los grandes caudillos uruguayos. Diputado, senador, ministro de Ganadería y Agricultura y Presidente del Directorio del Partido Nacional, fue a partir de 1971 el líder mayoritario de su partido.
El Partido Nacional conmemoró el lunes un nuevo aniversario del retorno a Uruguay del líder blanco Wilson Ferreira Aldunate. A las 19.00 horas se registró un acto en el Palacio Legislativo, en el que el Correo presentó una serie de cuatro sellos con imágenes del caudillo.
Media hora más tarde, los herreristas hicieron su evocación en Uruguay 1037. Del acto tomaron parte también familiares del dirigente blanco y autoridades del Partido Nacional.
"WILSON FERREIRA ALDUNATE:
¡Que venga el viento! ¡Que venga! ¡Que venga el viento, que los muchachos a veces quieren huracán! ¡Que venga! ¡Que venga y sople fuerte, y barra lo que haya que barrer! ¡Que barra lo que haya que barrer, y limpie lo que haya que limpiar, e imponga lo que haya que imponer! ¡Pero cuando el viento se nos vuelva huracán, que sople sobre estas viejas banderas que son la imagen y el símbolo de la patria misma!".
Nacido en el departamento de Lavalleja el 28 de enero de 1919, Wilson comenzó la acción política desde adolescente, oponiéndose al golpe de estado de Gabriel Terra, cuando tenía 14 años. Fue electo diputado en 1958 y senador en 1962, pero ocupó finalmente ese año el Ministerio de Ganadería y Agricultura. Durante su gestión se realizó el primer diagnóstico integral de la sociedad uruguaya proponiéndose un proyecto de reforma agraria, referencia ineludible incluso para la propia oposición.
En 1966 nuevamente como senador, se convirtió en un defensor permanente de los derechos de los ciudadanos ante los gobiernos presididos por Jorge Pacheco Areco y Juan María Bordaberry ( Partido Colorado), hasta el cierre de las cámaras en 1973.
En medio de un clima de violencia, creado por los enfrentamientos entre el Movimiento de Liberación Nacional -Tupamaros y las Fuerzas Armadas, Wilson Ferreira pierde las elecciones en 1971 frente al Partido Colorado por 12.000 votos, en lo que fue considerado un fraude electoral.
A partir del golpe de Estado, protagonizado por los militares en 1973, Wilson inició el camino del exilio. Luego de 10 años de dictadura militar, hechos políticos se anticipaban a una inminente salida, por lo que Wilson decidió regresar a Uruguay, el 16 de junio de 1984. Detenido en medio de un operativo militar sin precedentes , el líder blanco fue encarcelado durante toda la campaña electoral que restableció la democracia. Se recuerda como una señal de gran civismo su postura posterior a las elecciones que ganara el Partido Colorado, ( 1era. Presidencia de Julio María Sanguinetti), en noviembre de 1984, donde no asumió un actitud de revancha. Al retomar el liderazgo nacionalista, impulsó a su Partido, con el objetivo de pacificación, a votar junto al Partido Colorado, la "Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado".
Falleció el 15 de marzo de 1988 en medio de la congoja de una inmensa multitud, que no distinguió banderías.