Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

La brasileridad al mango

"En Brasil no hay mucha hambre porque hay mucho mango", dice ministra de Agricultura

La frase fue mal recibida, especialmente por provenir de una persona millonaria y apoyada por el lobby de los agrotóxicos.

11.04.2019 10:35

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2019-04-11T10:35:00-03:00
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Una frase de la ministra de agricultura de Brasil, pronunciada durante una comparecencia ante la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Cámara de Diputados, generó controversia y reacciones acaloradas en el país.
Tereza Cristina, en medio de un razonamiento sobre la importancia del sector agrícola en la economía nacional, dijo que en Brasil no hay mucha hambre porque hay mucho mango.

"La agricultura, para los países que han pasado por guerras y hambre, es seguridad nacional. Nosotros nunca tuvimos guerra, ni pasamos mucha hambre, porque tenemos mangos en nuestras ciudades, tenemos un clima tropical", dijo.
"Entonces, sí que tenemos miseria, sí, necesitamos sacar al pueblo de la miseria, pero esos países tienen mucho aprecio por sus productores", dijo la ministra.

La frase de Tereza Cristina fue mal recibida no sólo por su peregrino contenido, sino también por el hecho de provenir de una persona millonaria. Según informa Diario de Noticias, su patrimonio personal declarado es de unos seis millones de reales, cerca de 1,7 millones de dólares.

Más allá de esa cifra, Tereza Cristina pertenece al clan Corrêa da Costa, que gobernó por generaciones el estado de Mato Grosso do Sul y es dueño de uno de los mayores imperios latifundistas de la región.

Antes de asumir como ministra, lideraba la poderosa bancada ruralista de la Cámara de Diputados, un grupo suprapartidista también conocido en la jerga de Brasilia como ‘bancada de la vaca' que defiende el interés de los grandes terratenientes y ganaderos de Brasil.

En el momento de la toma de posesión, la ministra fue noticia por haberse descubierto que entre sus principales donantes de campaña figuraban algunos de los más fuertes comerciantes de agrotóxicos en el país, algo que le valió el apodo de "Musa del veneno".