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Política

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¿Cómo trabajan las consultoras y cómo interpretar las encuestas?

En conversación con Montevideo Portal, el director de la Cámara de Empresas de Investigación Social y de Mercado del Uruguay, Francisco Rodríguez Folle, se refirió a las gráficas de tendencias y los márgenes de aproximación.

28.05.2019 09:00

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2019-05-28T09:00:00-03:00
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Montevideo Portal

En instancias electorales las encuestas sobre intención de voto por partido y por candidato están en la mira no solo de los políticos, sino del electorado. El problema es que no siempre se sabe interpretarlas y un mal análisis puede llevar a sacar conclusiones erróneas sobre lo que en ellas se refleja.

Montevideo Portal consultó a Francisco Rodríguez Folle, presidente de la Cámara de Empresas de Investigación Social y de Mercado del Uruguay (que integran, entre otras, Cifra, Equipos, Radar, Opción y Factum), para conocer más sobre este método de investigación.

Rodríguez se refirió a la contratación que hacen los diversos partidos a distintas consultoras: "Ninguna consultora trabaja para un solo partido político ni un partido político le compra a una sola empresa. Hay un gran cruzamiento de información. El partido que compra menos compra dos".

Además destacó el hecho de que en Uruguay no haya consultoras que pertenezcan a un partido político, como sí pasa en otros países: "En ese sentido hay que estar orgullosos. Son empresas largamente establecidas que han pasado las pruebas de largos procesos electorales, que no viven de esto (porque también realizan otros estudios de opinión pública) y no tienen como cliente a un solo partido político".

Lo que sí hacen los partidos políticos en Uruguay es comprar los informes para conocer al pie de la letra sus resultados y, a partir de allí, elaborar estrategias de campaña. Además, los resultados a los que acceden son mucho más completos que los que se dan a conocer en la prensa, donde básicamente se informa sobre la intención de voto de cada partido o candidato.

Ahora bien, ¿qué son las encuestas? El problema surge cuando hay quienes las toman como pronósticos de algo que sucederá, porque no es así. Las consultoras suelen preguntar a la población sobre lo que piensa hacer el día de la elección, y entre esa respuesta y lo que haga esa persona el día de la votación, hay un gran trecho.

"La palabra 'pronóstico' es la que no nos gusta", enfatizó Rodríguez.

"Cuando se hace una encuesta se hace una aproximación a un hecho, que va a ser un voto. Pero una encuesta y un voto no son lo mismo. Una cosa es que a ti te llamen por teléfono, o te toquen el timbre, o respondas por internet, y digas tu opinión sobre lo que vas a hacer. No es lo mismo lo que digo por teléfono que lo que haré dentro del cuarto secreto".

Por otro lado, Rodríguez fue consultado acerca de si una consultora puede inducir a cierta respuesta del encuestado. "Sí, la posibilidad existe, pero todas las empresas que conozco se cuidan mucho de no hacer eso porque se estarían engañando a sí mismos", explicó.

A su vez, señaló que una de las principales variables entre las encuestadoras es la manera de distribuir a los indecisos. Es decir, hay consultaras que deciden poner el número de absolutamente todos los que se manifestaron como indecisos, pero otras encuentran la manera de agrupar a cierta cantidad de ellos.

"También hay una distancia entre el día del voto y la encuesta, que es una distancia que se va acortando", dijo y señaló que una persona puede variar rotundamente su opinión desde el día que respondió a una encuesta y el día en que vota.

"En un estudio que resume encuestas en 700 eventos electorales, y son 30.000 encuestas distintas, llegaron a la conclusión de que casi el 50 % de la gente decide su voto siete días antes de la elección, en la última semana. Y en esa última semana no se hacen encuestas. Es decir, para las últimas encuestas todavía hay una mitad de gente que va a decidirse luego", explicó.

"Quiere decir que los indecisos existen, y en el caso particular de las internas, al no haber obligación de votar, el porcentaje de votantes es bastante menor", añadió y explicó que habitualmente en las elecciones internas votan entre un 33 y un 39 % de los habilitados.

"Para decir cómo es la interna del Partido Colorado, por ejemplo, es probable que haya errores. Es un margen de aproximación mucho más grueso porque, según dicen las encuestas, puede llegar a tener un 16 % del electorado. Si encima a ese 16 % hay que subdividirlo en tres o cuatro precandidatos, se hace más difícil. Y si además hay gente que no va a la interna, hay un problema mayor", puntualizó.

Por otro lado, para el análisis de las encuestas que salieron en las últimas semanas, aseguró que la elección nacional de octubre "todavía está lejos" y depende, en gran parte, de lo que ocurra en las elecciones internas de junio.

Es que en junio queda solamente un candidato por partido y eso, evidentemente, modifica los probables resultados de cada fuerza política. Es que hay electores que tienen pensado votar a un partido porque allí está su candidato, pero si su candidato queda por fuera tras las elecciones de junio, podría moverse de partido.

"La encuesta que con más precisión anticipa un resultado es la del balotaje. Esa es una encuesta perfecta: faltan pocos días, son dos candidatos, son conocidos cualquiera de ellos, y al día siguiente de la elección de octubre ya el 90 % de la gente sabe lo que va a votar", apuntó.

En cuanto a las comparaciones que puedan hacerse entre dos estudios diferentes, Rodríguez recomendó únicamente analizar las tendencias y no tanto los números de porcentajes de intención de voto. Es decir, aseguró que cuando las encuestas dan una tendencia a la baja o a la suba de un partido o candidato, normalmente suele confirmarse el día de la votación.

"Si uno quiere hacer un análisis interesante de las encuestas yo recomiendo que miren las gráficas de tendencias y no los valores absolutos", enfatizó.

Fue de esta manera que justificó algunas diferencias entre las aproximaciones que daban la mayoría de las encuestas en 2014 con respecto a diversos resultados electorales.

La primera de esas diferencias refiere a la interna nacionalista, donde Jorge Larrañaga lideraba la intención de voto según la mayoría de las encuestas y finalmente fue Luis Lacalle Pou el candidato electo.

"Hay una regla en política que es que el que viene creciendo crece más y el que viene bajando baja más. Con olfato podía preverse que iba a ganar Lacalle Pou la interna porque venía creciendo de forma sistemática. Larrañaga venía bajando y todos saben que la cosa más incómoda es empezar alto. Es incómodo porque todo lo que vaya a suceder después solamente puede perjudicarte", concluyó Rodríguez.

Montevideo Portal