El brutal bautismo tuvo lugar el pasado sábado en Gátchina, pequeña localidad situada a las afueras de San Petersburgo. Anastasía Alexéyeva, madre del niño, contó a la prensa local que pagó 3.500 rublos (nos 55 dólares) por el rito, sin imaginar que tendría unas características brutales.
En el video se ve a Vasili Necheporenko, sacerdote encargado del bautismo, forcejear con el bebé de un modo completamente inapropiado y violento, e incluso negándose a devolverlo a su madre cuando esta comprende que no lo puso en buenas manos.
Anastasía asegura que el niño sufrió rasguños en el cuello y hombros y quedó muy afectado. "Ahora le tiene miedo a todo", dijo en declaraciones recogidas por la agencia noticiosa rusa RT.
Por su parte, el religioso se limitó a señalar que tiene 26 años de experiencia en impartir el sacramento, y que en el caso en cuestión no ocurrió nada fuera de lo habitual. Y consideró que la progenitora del bebé se preocupaba en vano, o quizá " está aburrida o tiene demasiado tiempo libre".
El video tuvo miles de interacciones en las redes sociales. Algunos internautas sugieren con ironía que el clérigo se equivocó de ritual y llevó a cabo un exorcismo, mientras que la gran mayoría coinciden en señalar que si vieran a un niño de su familia sometido a semejante trato, harían lo mismo que Anastasía e intentarían detenerlo.
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