El Ministerio de Economía y Finanza (MEF) y el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) llevaran a cabo esta tarde una conferencia conjunta acerca de la reforma del mercado de combustibles.

La presentación será de forma telemática este lunes a las 16.00, y estará a cargo de los titulares de ambas carteras, Azucena Arbeleche y Omar Paganini, y su objetivo principal será "para exponer los avances en la reforma del mercado de los combustibles en Uruguay y decisiones del Gobierno relativas a la gestión de las tarifas al público", según se informa desde Presidencia de la República.

En la Ley de Urgente Consideración el gobierno impulsó la liberalización del mercado para lograr el precio de paridad de importación. Fue un compromiso de campaña electoral, estaba en el programa de la coalición de gobierno pero los votos no estuvieron en el Parlamento y finalmente lo que se logró fue un sistema gradual en que la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía (Ursea) junto al Ministerio de Industria pueden fijar los criterios de precios teniendo en cuenta el costo del petróleo como si se importara libremente.

"La aplicación del sistema será gradual y tal vez algún avance se anuncie en la conferencia de hoy, según informara el noticiero Telemundo.

Esta posibilidad se hace más probable dado que el gobierno maneja datos que necesariamente determinarán una suba de combustibles en estos días.

El barril de crudo Brent de referencia para el país aumentó 31,6% de diciembre a marzo y las gasolinas subieron un promedio de 28% en la región, Europa y Estados Unidos.

El último ajuste de tarifas fue en diciembre de 2020. Entonces las naftas aumentaron un 6,19%, y el supergás 6,9. En una decisión política que justificó en atención al sector productivo, el presidente mandató que el gasoil no subiera entonces.

El mismo escenario está planteado ahora: el presidente quiere tener la última palabra para definir cuánto del aumento se puede absorber sin impactar demasiado las finanzas de Ancap y el Déficit Fiscal; y cuánto se trasladará al precio final, con cuidado por el impacto en la inflación.

Un aumento que coincidiera de forma lineal con los precios de importación estaría en el orden del 9% para las naftas y un 7% para el gasoil.