20.000 pan dulces artesanales en un mes. Eso fue lo que vendieron las panaderías de barrio que adhirieron a la campaña del Centro de Industriales Panaderos del Uruguay (CIPU) y que tenía como objetivo colaborar con la Fundación Pérez Scremini y su trabajo por la cura del cáncer infantil. Esos miles de pan dulces significaron una donación de 200.000 pesos.

La iniciativa, a la que se sumaron más de 120 panaderías en todo el país, fue la primera que realizó una gremial de pequeñas y micro empresas e invitaba a los uruguayos a comprar el pan dulce de las panaderías de barrio para disfrutar de un producto "como el de antes".

"Estamos muy orgullosos de haber encarado esta campaña y haber colaborado con la Fundación Pérez Scremini en su lucha contra el cáncer infantil. CIPU y los panaderos en general tenemos un fuerte compromiso social porque sabemos el rol que jugamos en cada barrio, en cada lugar en donde hay una panadería", dijo Alfredo Rama, presidente del Centro.

"Esta iniciativa, además de acercarnos fondos que son clave para poder impulsar nuestro trabajo, es una motivación que nos inspira a seguir creciendo. Es el reflejo del apoyo que recibimos de la sociedad y muestran cómo desde lo cotidiano siempre se puede ser parte del trabajo que hacemos día a día por la cura del cáncer infantil", dijo el Dr. Ney Castillo, médico asesor de la Fundación Pérez Scremini.

CIPU desarrollará a lo largo del año diferente campañas de reposicionamiento de las panaderías de barrio y de los productos de panadería artesanal.