Contenido creado por Martín Laitano
Salud

En la hamaca paraguaya

Un estudio reveló que tomarse vacaciones puede ayudar a alargar la vida

La investigación además destaca que quienes se toman largas vacaciones, en general, llevan una mejor calidad de vida durante la vejez.

30.08.2018 17:22

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2018-08-30T17:22:00-03:00
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"No crea que llevar un estilo de vida saludable en otros aspectos compensará el exceso de trabajo y quedarse sin vacaciones", dijo Timo Strandberg, el profesor de la Universidad de Helsinki que lidera un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. Asimismo, señaló que las vacaciones son una buena forma de liberar el estrés, lo que puede traer una mejor calidad de vida y prolongarla.

La afirmación de que tomarse vacaciones es esencial para tener una vida más duradera y más saludable se basa en el análisis de los datos recopilados de una muestra de 1.222 ejecutivos que nacieron entre 1919 y 1934 y que fueron reclutados para realizar, a mediados de los años 70, un estudio sobre la salud cardiovascular de hombres de negocios en Finlandia. Todos los participantes tenían al menos un factor de riesgo coronario, ya fuera ser fumador, tener hipertensión, el colesterol alto, sobrepeso, triglicéridos elevados o resistencia a la insulina.

El estudio, recogido por El Mundo de Madrid, dividió a los hombres en dos grupos a los que se les hizo un seguimiento durante cinco años. Uno de esos grupos, el de "intervención", fue asesorado para que practicaran deporte, llevaran una dieta saludable y no fumaran. En caso de que lo necesitaran, se les prescribía medicina. A los del otro grupo, el de "control", no se les dio ninguna recomendación y sólo recibieron la atención sanitaria habitual.

Cinco años después de terminado el estudio, se comprobó que el riesgo de enfermedad cardiovascular se había reducido en un 46% en el grupo de intervención en comparación con el grupo de control.

Sin embargo, en 1989, cuando se hizo un balance de los 15 años que habían transcurrido desde el inicio del ensayo, se comprobó que, sorprendentemente, habían muerto más hombres del grupo de intervención que los del grupo que no recibía asesoramiento especial.

Buscando una explicación, décadas después del inicio de la investigación y a partir de la misma muestra, el doctor Strandberg intentó resolver la interrogante. La clave, señala, parece ser la manera en la que combatimos el estrés, un aspecto que en los años 70 no formaba parte de la medicina preventiva. Para realizar su estudio, que va a ser publicado en la revista The Journal of Nutrition, Health&Aging, Strandberg amplió el análisis utilizando los registros de muertes en Finlandia y examinando una gran cantidad de información sobre los hábitos de los participantes (las horas que trabajaban, cuánto dormían y las vacaciones de las que disfrutaban) que no había sido considerada.

El nuevo estudio encontró un vínculo entre los fallecimientos en el grupo de intervención y las vacaciones cortas. Así, entre los años 1974 y 2004, los hombres que se tomaban tres semanas o menos de asueto al año tenían un 37 % más de posibilidades de morir que los que desconectaban durante más de tres semanas: "Los que cogen menos vacaciones suelen trabajar más y dormir menos horas. Este estilo de vida estresante podría haber anulado los beneficios de las recomendaciones médicas. Además, pensamos que el asesoramiento en sí mismo podría haber jugado un efecto psicológico perverso en estas personas, añadiendo estrés a su vida", expone el investigador finlandés.

Los que disfrutaban de más de tres semanas de vacaciones vivían algo menos de un año más que los que tenían menos días de asueto: "No parece mucho, pero es importante subrayar cómo se vive, es decir, las vacaciones mejoraban la calidad de vida", argumenta Strandberg. Y es que el estudio, según el diario español, reveló que los que habían cogido menos vacaciones cuando estaban en la cuarentena y la cincuentena tenían peor salud durante la vejez.

Por otro lado, en cuanto a si es mejor tomarse todos los días de vacaciones juntos o dividirlos, Strandberg indica que es una cuestión personal y que no hay datos precisos al respecto. "Algunas personas probablemente necesitan un periodo más largo para desconectar del trabajo y otras se beneficiarán más de tener descansos más cortos pero más frecuentes", señaló el investigador.