Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Un palmo de narices

Perder el sentido del olfato puede perjudicarte de más maneras de las que supones

Son muchas las causas que pueden provocar la pérdida de ese sentido, y las consecuencias van más allá del acto de oler.

29.01.2020 11:06

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2020-01-29T11:06:00-03:00
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Las personas que pierden el sentido del olfato se enfrentan a dificultades que pueden afectar a sus vidas diarias y poner su salud y seguridad en riesgo, sugiere un nuevo estudio británico.

Incluyó a 71 pacientes, de 31 a 80 años, que perdieron su sentido del olfato. Reportaron una variedad de problemas, desde preocupaciones sobre la higiene personal hasta la pérdida de la intimidad sexual y el colapso de las relaciones personales. También reportaron consecuencias de salud física, y las dificultades y el costo de buscar ayuda.

"Los trastornos del olfato afectan a un 5 por ciento de la población, y hacen que las personas pierdan su sentido del olfato, o cambien la forma en que perciben los olores. Algunas personas perciben olores inexistentes", señaló el investigador, el Dr. Carl Philpott, profesor de rinología y olfatología de la Facultad de Medicina Norwich de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra.

Tiene muchas causas, apuntó, que incluyen a las infecciones, las lesiones y las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer. Algunos medicamentos también pueden provocar pérdida del olfato.

Investigaciones anteriores han mostrado que las personas que no pueden oler también reportan unas tasas altas de depresión, ansiedad, aislamiento y problemas en las relaciones, afirmó Philpott.

"Un problema realmente importante fue la percepción de los peligros: no poder oler la comida descompuesta, o no poder oler el gas o el humo. Esto ha resultado en que algunos se vean en situaciones muy peligrosas", comentó en un comunicado de prensa del hospital, según recoge HealthDay News.

Pero el olfato no es solo un sentido que salva la vida, sino que también es un sentido que la mejora, añadió Philpott.

"Un gran número de participantes ya no disfrutaban al comer, y algunos habían perdido el apetito y peso", lamentó. "Otros comían más comida con un valor nutricional bajo que era rica en grasa, sal y azúcar, y entonces habían aumentado de peso".

La falta de olfato también afectó mucho a la vida social. "Encontramos que la higiene personal era una importante causa de ansiedad y bochorno, porque los participantes no podían olerse a sí mismos", dijo Philpott. Esto podría afectar a las relaciones sexuales y personales.

Los investigadores añadieron que esperan que su estudio ayude a convencer a los médicos a tomarse la pérdida del olfato más seriamente, y a ofrecer una ayuda y un respaldo mejores a sus pacientes.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Clinical Otolaryngology.