Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Manitos al plato

Cocinar en familia: una experiencia de aprendizaje para padres e hijos

Los beneficios de esta práctica trascienden el ámbito de la cocina y constituyen un aprendizaje de vida.

28.08.2018 14:17

Lectura: 4'

2018-08-28T14:17:00-03:00
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Cocinar no es - ni debe ser - una tarea exclusiva del padre o de la madre. Los niños pueden tener su lugar a la hora de preparar las comidas, y es una excelente oportunidad para estar todos reunidos. Además, se trata de una manera práctica y divertida de aprender a comer mejor.

"Para un niño, como para el resto de la familia, la alimentación es en gran parte el centro de la vida familiar, el momento en que todos se encuentran. Preparar ese momento, es decir preparar los alimentos, siempre debería ser algo compartido, como forma de subrayar su importancia", afirma la psicóloga brasileña Leonor Baeta Neves, en declaraciones reproducidas por el periódico lisboeta Diário de Notícias.

Sin embargo, es importante que los padres sepan que es también un momento de descubrimiento que debe ser respetado. En ocasiones, con tal de protegerlos de los eventuales peligros de la cocina -elementos afilados, fuego- terminan por hacer todo el trabajo y relegar a los niños a meros espectadores. Cierto que es necesario tomar precauciones para prevenir accidentes, pero es menester dar espacio a los chicos para probar, equivocarse y descubrir nuevas recetas, nuevos platos.

"Ellos deben experimentar y eso implica cometer errores, así que los padres deben estar preparados para que alguna que otra cosa se estropee. Cuando esto ocurre, deben mostrar tolerancia, explicando que al principio las personas no están entrenadas y se pueden equivocar. Por eso los niños necesitan de grandes delantales e instrumentos adecuados", detalla Baeta Neves, enfatizando que también es preciso transmitirles confianza. "Aún no lo hacen bien, pero lo van a hacer mejor", explica.

Los siguientes son algunos beneficios extra de cocinar en familia:

Alimentación saludable
Muchos niños hacen berrinches cuando tienen que comer sopa o verduras. Si acompañan el proceso de compra, lavado y preparación, van a sentir mayor curiosidad para probar el resultado final de su "trabajo".

Un equipo unido
Cuando va a la cocina con sus hijos, conviene hacerles sentir que son un equipo, con un objetivo en común. Esta es una forma eficaz para que se sienten incluidos y aprenden a dividir tareas y trabajar juntos.

Ciencia en la cocina
Una receta pasa por varias fases y procesos que se pueden enseñar de forma divertida: los diferentes estados físicos (gaseoso, líquido y sólido), el crecimiento de los alimentos, los cambios de consistencia, los procesos de fermentación y ebullición, etc.

Recetas para mejorar las matemáticas
Contar los gramos de la harina, los huevos para una tarta o medir la cantidad de agua es una forma relajada y natural de hacer que los niños practiquen con los números casi sin darse cuenta. Al guardar los productos, los niños hacen conjuntos - aquí van las legumbres, allá las frutas, acá el pan y las galletas, en el cajón de los cubiertos los tenedores van de este lado y las cucharas de aquel otro, etc.

Coordinación motriz
Picar, mezclar, golpear, triturar, cortar o enrollar son -entre otros- gestos que ayudan a desarrollar la coordinación motora.

Entrenar a la organización
Libros por un lado, ropa por el otro, juguetes esparcidos por el suelo. Si este es el escenario habitual en su casa casa, participar de la cocina puede ser una forma diferente de entrenar la buena disposición. La metodología de elaboración de una comida que se puede aplicar en el día a día. Comprar los ingredientes, alinear los utensilios, planificar el tiempo hasta la comida, ir despejando la mesada para trabajar con comodidad, etc. Todo esto es útil para aprender a pensar y organizar.

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