¿Hacés dieta y no bajás de peso? Puede que estés cometiendo alguno de estos ocho errores

Hacer una dieta con resultados a largo plazo e más que solamente dejar de comer o matarse a gimnasia. Hay que tener noción de los propios límites, y de la cantidad y calidad de las comidas que se hacen. No tomar eso en cuenta puede hacer que todo el esfuerzo por mantener la línea no se refleje en el espejo ni en la báscula.

El periódico lisboeta Diário de Notícias recopila una serie de ocho errores frecuentes en las estrategias de control de peso, y que pueden dar al traste con las mejores intenciones de adelgazar.

1 - Demasiada "comida saludable"

La primera cosa que hiciste al decidir empezar con la dieta fue llenar la heladera de "comida saludable", pero ese no es siempre el camino adecuado. Por ejemplo, paltas, hummus o aderezo para ensaladas son alimentos que deben ser consumidos en cantidades controladas, debido a su contenido calórico. Allison Childress, profesora de Ciencias de la Nutrición en la Universidad de Texas, afirma que muchos de sus pacientes le dicen que están comiendo de forma saludable porque dejaron de lado los refrescos y la comida rápida. . . pero comieron dos paltas en el almuerzo. Eso es un error, ya que lo que están comiendo también es muy calórico. Es importante saber si tu dieta reduce realmente la cifra de calorías respecto a lo que solías comer antes.

2 - Pocas calorías no es bueno

Sí, comer bien es muy importante cuando se está haciendo dieta, recuérdalo. Y aunque tengas que reducir las calorías para ver el resultado en la balanza, llevar la situación al extremo de ingerir menos de lo recomendable, puede sabotear tu objetivo. Cando ingerimos pocas calorías, ralentizamos nuestro metabolismo y este empieza a reservar grasas porque tiene la "impresión" de que toca pasar hambre y entra en "modo supervivencia". Entonces, para tener éxito es necesario consumir las calorías necesarias para tener energía durante el día para que tu cuerpo queme grasas de manera natural.

3- Monitorear de manera obsesiva

No es necesario percibir una dieta como algo a seguir al pie de la letra como una partitura, como única forma de alcanzar el resultado deseado. Perder peso de manera eficaz lleva su tiempo y no hay problema en tener algunos momentos de gula, ya que forman parte del asunto. Ayudan a no sentirse aislado y a mantener un buen estado de ánimo. Hay momento en los que no necesitamos otra cosa que una rebanada de pizza o un plato de pasta. No hay problema en permitirse esos gustos de vez en cuando, pero hay que controlar estos excesos para que no tengan un impacto significativo. O sea, si tuviste hoy un "día goloso", intenta equilibrar el resto de la semana, elige hacer la "comida fuerte" en el almuerzo y no en la cena, y no exageres las raciones. Con estos ajustes puedes comer aquello que te gusta sin comprometer la dieta.

4 - Evitar a toda costa las grasas ¿para qué?

Es cierto que los alimentos con grasa tienen muchas calorías, pero eso no quiere decir que tengas que evitar por completo esa importante fuente de nutrientes. "Evitar la grasa es uno de los grandes errores de las dietas", explica la nutricionista Kylene Bodgen. "Nunca vas a sentirte verdaderamente saciado y perderás el control del azúcar en la sangre, dos cosas esenciales para perder peso", advierte. Pero ojo, eso no quiere decir que te puedas comer una butifarra impunemente. Se trata de incluir fuentes de grasa más saludables, como nueces, almendras, semillas, paltas o aceite, siempre prestando atención a las cantidades. Con esto lograrás reducir la tentación de ingerir azúcares o comida chatarra.

5- La comida en Instagram es para ver, no para imitar

Nadie duda de que una copa de yogur con cereales perfectamente encuadrada es un éxito en las redes sociales. Pero esa única copa puede contener demasiadas calorías para tu dieta "¿Sabías que ¾ copa de yogur con medio vaso de fruta son cerca de 210 calorías?" pregunta de manera retórica la nutricionista Mónica Auslander. "Si le agregas una cucharada de miel, otra de chips de chocolate y una de mantequilla de maní, duplicas esa cifra. Y creías estar comiendo sin salir de la dieta". No te subas a las modas ni intentes imitar la foto perfecta. Mejor atente a las instrucciones de los profesionales.

6 - No bebes suficiente agua

No es nada que no hayas escuchado antes. Beber agua es esencial para estar hidratado, para la piel y también para el sistema digestivo. No beber la cantidad recomendada por día afectará la forma en que tu cuerpo procesa los alimentos. Y la falta de líquidos en el cuerpo es constantemente confundida con hambre. Si además hacer ejercicio, es más importante que nunca te mantengas hidratado.

7 - No duermes bien

Otro punto que no debería ser novedad. Dormir bien es fundamental en todos los aspectos de nuestra vida, tanto físicos como mentales. Un cuerpo y una mente descansados funcionan mucho mejor. Y el no dormir suficiente influye directamente en la pérdida de pesio en varios aspectos. Estudios han demostrado que no dormir aumenta luego las ganas de comer y -para colmo de males- de comer snacks poco saludables y golosinas cargadas de azúcar. La privación del sueño aumenta los niveles de cortisol, la hormona que alerta a nuestro cuerpo de la necesidad de conservar energías, ya que lo interpreta como una situación de exigencia física. Al igual que lo que ocurre en el ya descrito "modo supervivencia", el organismo comenzará a atesorar las grasas que tú quieres quemar. Por ello, es necesario dormir siete u ocho horas diarias para perder esos quilos de más.

8 - No todo es ejercicio

Sí, el ejercicio es importante para la pérdida de peso. Ayuda a quemar calorías, a formar músculo y también acelera el metabolismo y ayuda a quemar grasas incluso después del entrenamiento. Pero no es todo. Hay que poner atención a qué tipo de ejercicio es el más adecuado para tu cuerpo y para la cantidad de peso que quieres perder. Y también ser consciente de la alimentación antes y después de cada sesión. Si bebes un smoothie entero luego de una clase de aérobicos, posiblemente incorpores de nuevo todas las calorías que acabas de perder. Correr también abre el apetito, así que no te zambullas sobre un plato de pasta al regresar de correr. Sé equilibrado en tus elecciones y ten paciencia. Los resultados no se aprecian de la noche a la mañana, pero más temprano que tarde se harán notar.