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“Fuimos todos”: suicidio de una mujer tras difundirse video íntimo conmueve a España
Verónica Rubio, de 32 años, trabajaba en una planta de la compañía automotriz Iveco, en las afueras de Madrid.
El pasado lunes 20 de mayo, entre sus compañeros de trabajo -la planta ocupa a más de 2.500 personas- comenzó a circular vía WhatsApp un video íntimo de la mujer. El clip en cuestión había sido grabado cinco años atrás, cuando ella era novia de un joven que todavía trabaja en la fábrica. Verónica se casó luego con otro hombre, hermano de una compañera de trabajo que también sigue empleada en el lugar. Su muerte deja sin madre a dos niños, uno de 4 años y otro de apenas 9 meses.
El pasado 25 de mayo a las 16.50 horas, de acuerdo con las fuentes policiales consultadas por el periódico local ABC, la joven madre se ahorcó en su casa de Alcalá de Henares. Fue su marido quien la encontró colgada de una sábana. Trató de auxiliarla, llamó a un vecino y al servicio de emergencias, pero ya era tarde para salvarle la vida. De acuerdo con dicha crónica, los hijos de la pareja estaban en la finca cuando Verónica se quitó la vida.
El suicidio de Verónica cayó como un golpe de martillo sobre los miles de trabajadores de la planta de Iveco, quienes de manera "casi espontánea" se concentraron varios minutos el martes y el miércoles ante la planta.
"Cabezas gachas. Y aflicción, una profunda aflicción. El sentir era unánime entre los trabajadores", detalla la crónica del citado medio.
Iván Cacho, empleado de Iveco, afirma que el 80% de la plantilla tuvo acceso al video.
"Es responsabilidad de todos, de la empresa por no haber sabido atajar esta situación y de todo el que vio el vídeo, también la mía personal, porque no supe tratar un caso de tanta envergadura", comenta el trabajador.
Sin embargo, muchos de los compañeros que vieron -y compartieron- el video lo hicieron sin darle importancia. Lo tomaron como una broma y no como un escarnio. "Al principio ella lo digirió como algo viejo y no le hizo mucho caso", contó Cacho. Sin embargo, el efecto de la difusión hizo que el mensaje pasara a ser realmente masivo, y entonces las cosas cambiaron. Muchos compañeros de otras áreas de la empresa, que ni siquiera la conocían, se acercaban a su sección -Ejes y Puentes- y la mostraban unos a otros. "Es esta", decían entre risas.
La cuñada de Verónica también recibió el video en su teléfono, y comunicó la situación al hermano de Verónica el jueves. Ella se dirigió ese mismo día al departamento de Recursos Humanos de la empresa para saber cómo actuar, y el viernes abandonó antes de hora su puesto de trabajo, completamente "destrozada" declaró otra colega, llamada Susana.
En cuanto a la actitud de la compañía, el relato maneja diferentes versiones. Hay quien asegura que el departamento le ofreció cambiar de sección en la fábrica y abrir una investigación interna; mientras desde el propio comité de empresa, el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) informó de que denunciará a Iveco por no aplicar el debido protocolo de acoso sexual y pide determinar la responsabilidad penal de la empresa al considerar la muerte de Verónica un accidente laboral. Tanto la empresa como el sindicato se negaron a hacer nuevas declaraciones, a la espera de avances en la investigación que ya está en marcha.
La policía trabaja ahora para dar con la persona que puso el video en circulación, y también en una línea de investigación más amplia. Respecto a lo primero, procura averiguar si el antiguo novio de Verónica quiso chantajearla y fue él quien divulgo el video, descrito por los trabajadores de Iveco como "humillante" y en el que ella aparece sola.
Por otra parte, se han realizado indagatorias entre los vecinos de la mujer para confirmar o descartar versiones que señalan que, tras conocer el video, el marido de Verónica la amenazó con dejarla y quitarle la tenencia de sus hijos.
Asimismo, tampoco está completamente descartado que haya sido la propia víctima quien publicara accidentalmente el video.
Desde la policía se dijo que se investigará la "línea de difusión" del video, para descartar o atribuir responsabilidades penales, que cabrían tanto al autor del mensaje original como a quienes lo replicaron.
En España, este tipo de escraches, enmarcados en la figura legal de "Revelación de secretos", son pasibles de penas de entre tres meses y un año de cárcel. El castigo riges desde la reforma penal impulsada en 2015 por la concejala Olvido Hormigos, quien fue víctimas de una situación similar.
Cuando Hormigos vio que se había viralizado un video donde ella aparecía masturbándose, decidió que había que hacer algo para llenar el vacío legal que había al respecto, por lo que se encargó, casi en solitario, de formular la reforma que entró en vigor hace cuatro años.


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