Voluntarias brasileñas prueban vacuna Oxford: "Ansiedad por protección supera el temor"

Dos médicas que participaron voluntariamente de los ensayos de la vacuna contra el covid-19 creada por la Universidad de Oxford, en Brasil, dialogaron con la agencia noticiosa Lusa y explicaron que su participación en las pruebas obedece a un deber profesional, no solo para los brasileños sino para el mundo.

Este estudio, junto con uno con otra vacuna que Brasil desarrolló junto a china, puso al país a la vanguardia de la carrera de inmunización ante la pandemia.

Camila Rodrigues, doctora y voluntaria en las pruebas de la vacuna experimental desarrollada por científicos de Oxford, en el Reino Unido, en sociedad con el laboratorio local Astrazeneca, dijo a la citada agencia que era su deber como doctora participar en el estudio.

"Creo que la cuestión de ser voluntario en investigación es muy importante (...) Tenemos que pensar como voluntarios [a favor] de la salud pública. Ofreciéndome como voluntaria y si se aprueba la vacuna, millones de personas, no solo aquí en Brasil, sino en el mundo, sin duda se beneficiarán ", dijo.

Camila explicó que, para participar en las pruebas de la vacuna desarrollada en Oxford, tenía que enviar sus datos, luego fue invitada a una sesión de orientación donde recibió toda la información sobre el programa.

En el siguiente paso se sometió a pruebas que demostraron que nunca estuvo infectada con el nuevo coronavirus, una condición necesaria para participar en la investigación. Tras pasar por esas pruebas, la semana pasada recibió la vacuna.

"Es una dosis única, el vector es un adenovirus y durante un año participaré en seis consultas de protocolo oficiales, a menos que presente un evento, un problema, un efecto secundario o llegue a desarrollar covid-19 ", detalló la voluntaria.

El lunes, científicos de la Universidad de Oxford anunciaron en la revista médica The Lancet que la vacuna en desarrollo, llamada AZD1222, es segura y ha producido una respuesta inmune en ensayos clínicos.

Los resultados se relacionan con las fases 1 y 2 de las pruebas, que en Brasil comenzaron a aplicarse ya en la fase 3 del desarrollo de fármacos.

Otra voluntaria que forma parte del grupo de prueba de vacunas de Oxford, que involucra a 50,000 personas, incluidos 5,000 brasileños, es la médica Nicole Inforsato.

Nicole dijo a la agencia Lusa que decidió participar en las pruebas porque consideraba que la Universidad de Oxford y su socio en Brasil, la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), tenían una amplia experiencia en la investigación de vacunas y, por lo tanto, confiaba en la seguridad del medicamento. .

La voluntaria detalló algunas pautas a cumplir antes de tomar la vacuna, y agregó que no tuvo reacciones después recibirla. Por otra parte, destacó que en realidad no tiene certeza acerca de haber recibido realmente la vacuna contra el covid-19, porque el estudio de Oxford es doble ciego y, por lo tanto, algunos participantes sin saberlo reciberon una vacuna contra la meningitis.

"Miedo, creo que no tuve. Como médicos sabemos que cualquier medicamento puede motivar una reacción, incluidas las vacunas que han sido [probadas] durante mucho tiempo en el mercado. Cada cuerpo tendrá un tipo de respuesta al medicamento", explicó Nicole.

"La ansiedad de tener autoprotección y la vacuna disponible para la población pronto es mayor que cualquier tipo de miedo", agregó.

La doctora espera que los brasileños estén entre los primeros en obtener la vacuna, dada la calidad de la investigación que se realiza en el país.

Brasil es el segundo más afectado por la pandemia, con más de 80 mil muertes confirmadas y el registro oficial de al menos 2,1 millones de casos de covid-19.

Además de la vacuna británica, el país comienza a probar este martes una vacuna creada por el laboratorio chino Sinovac, llamada CoronaVac.

Este estudio llevado a cabo en Brasil, también en la tercera fase de desarrollo de la investigación, es el resultado de una asociación entre el Instituto Butantan y el laboratorio chino Sinovac, firmado el mes pasado, y que prevé, en caso de éxito del inmunizador, la entrega de 120 millones dosis capaces de inmunizar a 60 millones de personas a finales de año.

En una conferencia de prensa celebrada el lunes, el presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, explicó que la pandemia reveló la importancia de completar los estudios de vacunas y dijo que el centro de investigación finalizaría los estudios CoronaVac a pesar de que el medicamento de Oxford diera un resultado positivo antes.

"Tenemos que completar el desarrollo de esta vacuna porque podría ser útil para esta epidemia y para otras epidemias que puedan venir. Es esencial que completemos el ciclo de desarrollo y esto no tiene interferencia con otras vacunas que pueden ser eficientes en el mercado", dijo. Hoyos

El presidente del Instituto Butantan evaluó que Brasil es un lugar ideal para probar vacunas porque aún no ha controlado la pandemia y tiene una gran experiencia en la producción de inmunizadores.

Dimas Covas también mencionó que la tecnología utilizada en la vacuna china es tradicional y, por lo tanto, es diferente de la vacuna de Oxford.

"La tecnología de vacuna que estamos desarrollando es una tecnología tradicional, que ya se ha utilizado en otras vacunas aquí en Butantan (...) La vacuna de Oxford utiliza una nueva tecnología, que aún no se ha utilizado en otras vacunas y que puede utilizarse incluso una evolución en las tecnologías de producción de vacunas, pero además de demostrar su efectividad, necesitará que su proceso de producción sea validado por estos estudios ", dijo.

El director del Instituto también estimó que los primeros resultados de las pruebas de fase tres de CoronaVac deberían llegar en septiembre y dijo que si tiene éxito, el país también debería fabricar el medicamento.