Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

Mal sueño

Somníferos potentes en pacientes con demencia: una combinación difícil

Un estudio sugiere que el uso de esto fármacos aumenta el riesgo de caídas y fracturas.

04.12.2020 10:38

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2020-12-04T10:38:00-03:00
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Unas pastillas somníferas potentes, conocidas como "fármacos Z", podrían aumentar el riesgo de caídas, fracturas y accidente cerebrovascular (ACV) de las personas con demencia, indica un reciente estudio llevado a cabo en Reino Unido.

Las personas con demencia pueden tener problemas para dormir, y con frecuencia les recetan medicamentos como zaleplón (Sonata), zolpidem (Ambien) y zopiclona para ayudarlas a conciliar el sueño, pero unas dosis más altas de esos fármacos pueden tener unos efectos negativos.

"Hasta un 90 por ciento de las personas con demencia sufren alteraciones del sueño, y esto tiene un gran impacto en su salud mental y física, y en la de sus cuidadores", advirtió Chris Fox, de la Facultad de Medicina Norwich de la Universidad de East Anglia.

"Los fármacos Z se recetan habitualmente para ayudar a las personas a dormir. Pero esos medicamentos nunca recibieron una licencia para la demencia, y se han asociado con eventos adversos, como los riesgos de caídas y fracturas en las personas mayores", apuntó Fox en un comunicado de prensa de la universidad, recogido por HealthDay News.

En el estudio, los investigadores recolectaron los datos de más de 27,000 pacientes de Inglaterra, que fueron diagnosticados con demencia entre 2000 y 2016. Su edad promedio era de 83 años. Se recetaron fármacos Z a más de 3,500 de ellos.

"Estudiamos a una amplia variedad de resultados adversos, que incluyeron fracturas, caídas, trombosis venosa profunda [coágulos], ACV y muertes, a lo largo de dos años. Nos interesaba en particular ver si unas dosis más altas conducían a unos peores resultados", dijo Fox.

"Entre los pacientes a quienes les recetaron fármacos Z, un 17 por ciento recibieron unas dosis más altas. Y encontramos que los pacientes con las dosis más altas tenían un mayor riesgo de caídas y fracturas, en particular fracturas de cadera, y de ACV, en comparación con los pacientes que no tomaban ningún medicamento para alteraciones del sueño", señaló Fox. Esos efectos no se observaron con las dosis bajas de los fármacos.

"Esta investigación nos muestra que las dosis más altas de los fármacos Z se deberían evitar, si es posible, en las personas que viven con demencia, y que se deben considerar preferencialmente las opciones no farmacológicas", planteó Fox.

Pero los pacientes que estén tomando unas dosis más altas de esos fármacos no deben dejar de tomarlos de forma súbita, sino pedirle orientación al médico, anotaron los investigadores.

Las dosis más altas de los fármacos Z se definieron como el equivalente a 7.5 mg o más de zopiclona.