Contenido creado por Gerardo Carrasco
Salud

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Coronavirus en Uruguay: el peligro ahora son los focos

“Todavía estamos en este baile y, por ahora, no nos tocó bailar con el más feo”, advierten expertos.

15.06.2020 11:01

Lectura: 3'

2020-06-15T11:01:00-03:00
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El virus sigue relativamente controlado en Uruguay. El objetivo ahora es que no se descontrole ningún foco de contagio. ¿Cómo podemos evitarlo?

Uruguay está en la segunda etapa de la estrategia, una fase que el ingeniero francés Tomas Pueyo denominó "The Hammer and The Dance", traducible como "el baile y el martillo".

En la primera etapa, el martillo, toda la población entra en cuarentena hasta que el número de infectados baja a valores controlables, etapa que Uruguay ya pasó. En la segunda etapa, el baile, se relajan las medidas de distanciamiento físico (aunque no del todo) y se mantiene el número de infectados bajo a través del rastreo de contactos. Cuando es hecho manualmente, el rastreo de contactos funciona solamente si los contagiados son pocos. Por eso hay que empezar por la etapa del martillo para que luego la etapa del baile funcione.

Sin embargo, pese a la buena aplicación del martillo en nuestro país, todavía queda mucho por hacer. Porque el baile es inestable, advierten desde la web Coronabicho.uy. donde un equipo de científicos liderado por el matemático Antonio Montalbán y la ingeniera Natalia Bottaioli, siguen de cerca la evolución de la pandemia en Uruguay.

La etapa del baile se puede descontrolar en cualquier momento, en cuyo caso hay que volver a hacer cuarentena (el martillo) para volver a bajar el número de infectados antes de volver al baile. Esto ocurrió en Singapur, advierten.

Para que esto no pase en Uruguay, tenemos que continuar alertas y cuidadosos. Nuestras intuiciones están basadas en nuestras experiencias personales, por lo que mucha gente entiende el periplo del COVID-19 por Uruguay como si el país fuera una persona: Uruguay se enfermó, hizo reposo en casa durante varias semanas, comenzó a recuperarse y a salir de a poco, y ahora ya está prácticamente recuperado e inmune a nuevos contagios.

Todos vivimos experiencias similares por lo que eso es lo que nos suena más razonable. El problema es que la inmunidad de las sociedades no funciona como la inmunidad de las personas: menos de uno de cada mil uruguayos cursó la enfermedad, y los otros 999 de cada mil aún son susceptibles a contagiarse. Los que se recuperaron ganaron inmunidad (cuya duración todavía no es clara) , pero como población seguimos tan susceptibles como en aquel viernes 13 de marzo. La diferencia es que ahora estamos mucho más preparados como sociedad y tenemos mejores herramientas para combatir los nuevos brotes cuando aparezcan.


Focos de contagio

El contagio del virus no se da uniformemente en una población, sino que se da en focos. De hecho, la gran mayoría de los contagios se dan entre gente que ha compartido un mismo espacio cerrado por un tiempo considerable. Cuando un brote comienza, lo hace en un grupo de personas conocidas, luego se extiende a conocidos de conocidos, y cada tanto se pasa el virus a algún desconocido que iniciará un nuevo foco en su círculo de conocidos. Para controlar un foco hay que conseguir que todos los infectados, sintomáticos, pre-sintomáticos o asintomáticos, hagan cuarentena y no contagien a más gente. Para eso, hay que alertar lo antes posible a los pre-sintomáticos o asintomáticos que puedan estar contagiados.

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