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Evolución

Pereira dijo que de joven “más bien era homofóbico” y que lo modificó “con el tiempo”

El presidente del PIT-CNT afirmó que la izquierda debe tener “nuevas ideas para un cambio de época” y que eso “implica un recambio generacional”.

21.09.2021 15:50

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2021-09-21T15:50:00
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Por En perspectiva

A últimas horas del miércoles de la semana pasada, Fernando Pereira decidió aceptar la precandidatura para presidir el Frente Amplio. El actual presidente del PIT-CNT, que se tomará licencia a partir del próximo 25 de setiembre, reúne apoyos en sectores importantes de la coalición de izquierdas y se posiciona como uno de los aspirantes más fuertes.

Su campaña se inicia el próximo lunes con una recorrida por todo el país para intercambiar con la militancia, pero qué perfil tiene su candidatura y qué tipo de presidente se propone ser. Estas y otras preguntas respondió el dirigente sindical en entrevista con el periodista Emiliano Cotelo en el programa En Perspectiva en Radiomundo.

El aspirante a dirigir el FA aseguró en primera instancia que su último día como dirigente sindical será el próximo 5 de noviembre, fecha en que está pautado el congreso de la central sindical PIT-CNT, donde presentará la renuncia, posteriormente a dar el discurso inicial.

“Es una formalidad, pero sí quiero llegar al congreso para desde ahí despedirme de quien fue mi organización durante 35 años. Aunque parezca una formalidad, completé la gestión casi entera y naturalmente el presidente hace el balance del período y en este caso voy a concentrarme en decir algunas cuestiones vinculadas a la despedida, pero también al reconocimiento que voy a hacer a mis compañeros y compañeras por el esfuerzo de todo este tiempo y lo que ha significado para mí el PIT-CNT”, aseguró.

Consultado sobre si el expresidente José Mujica fue el artífice de su candidatura, Pereira respondió negativamente y explicó que fue un colectivo de compañeros. “Fue un grupo de compañeros que entendieron reunía algunas condiciones para presidir esta etapa del FA llena de complejidades y llena de desafíos en función de la articulación que podía llegar a hacer entre sectores, y entre la militancia territorial con las direcciones de los sectores políticos y la experiencia que había desarrollado en el movimiento sindical. Eso supone una escuelas de vida, una universidad potente”, sostuvo.

El dirigente sindical contó que en esta ocasión aceptó su postulación a la presidencia porque, a entender de Pereira, “pasó un tiempo” y que enfrentaron con “buen tino” el primer año del gobierno de Luis Lacalle Pou. Aseguró que este primer año implicó tratar de tener el movimiento sindical “lo mejor parado posible”.

“Lo evaluamos y creemos que podemos desempeñar un papel importante dentro del FA. Esto siempre es un análisis que tiene contradicciones, se imaginará usted que después de 35 años es difícil dar un paso de esta naturaleza hacia una organización que conozco, pero que no milito en ella orgánicamente desde hace algún tiempo y naturalmente el paso tiene que ver con que creo que se puede construir la esperanza de una izquierda para 30 treinta años y eso es construir una izquierda que tenga contacto profundo con la ciencia, con la academia, con la cultura, con el deporte, con la militancia territorial, con el campo, con las pequeñas y medianas empresas, para que finalmente termine este dialogo largo, haya un proyecto nacional y popular capaz de ser comprendido por la mayoría de los uruguayos y capaz de enamorar a los uruguayos”, afirmó.

En este sentido, Pereira añadió que para él la política tiene que volver a tener un “papel central” y que para eso es necesario “humanizar y fraternizar la política”, y hacerla un lugar donde las “personas sensibles puedan actuar”. “Si hay personas sensibles que se van de la política porque sostienen que es un mundo difícil, todos deberíamos prestar atención”, opinó.

“El plenario decidirá con su voto cuáles son los tres candidatos que pasan y luego la gente va y vota un domingo de diciembre. De forma tal que la democracia interna es una forma de laudar a quién le toca la presidencia, pero no le toca al gobierno exclusivo, ahí se eligen los plenarios departamentales, nacionales, distintas representaciones. Se elige la dirección completa y el FA es una organización colectiva y a nadie le da el papel de dirigir toda la organización, sino simplemente presidirla”, acotó.

Reconoció que es evidente que los sectores que lo apoyan “importan” a la hora de la elección, pero también señaló que los “votos laudan” y tiene que ser apoyado por el pueblo frenteamplista. Asimismo, entiende que la gente debe conocer su propuesta, como una idea de poder llevar a la izquierda del futuro.

“La izquierda del futuro debe tener nuevas ideas para un cambio de época y eso implica recambio generacionales profundos. Yo sé que decir esto es complejo porque naturalmente plantear renovaciones es complejo, pero si la izquierda no renueva sus ideas y llena de jóvenes sus locales, su futuro va a estar complejizado por el paso del tiempo”, comunicó. 

“Por el contrario, los jóvenes, que tienen banderas propias, pero que también quieren opinar de la política -digamos que se terminó la época de los jóvenes colgando pasacalles, van a ir y los van a colgar-, pero al mismo tiempo quieren opinar de política exterior, nacional, de inserción social, de política de empleo, de cómo construir un mundo y un país más habitable para jóvenes, pero para todos. Estas opiniones en algún lado tienen que permear”, aseveró.

El periodista Cotelo le preguntó sobre qué tipo de presidente quiere ser: “¿Un líder que tiene peso político propio y es capaz de tomar iniciativas o un secretario de administración que administra las diferencias internas?”, preguntó. El dirigente sindical respondió que el segundo seguro que no y que en todo caso será la primera opción, pero con “algunos otros agregados”.

“El presidente tiene que construir colectivos más potentes que ninguna organización, no se puede depender de un presidente porque un infarto termina con la organización. Depende de un colectivo que el presidente liderará, pero ese colectivo tiene que ser más potente que ese presidente. No me asusta vivir solo, que en algún tiempo me tocó, me asusta pensar solo. Y cuando pensás con otros te enriqueces”, reflexionó.

En ese sentido, agregó que nadie resiste el archivo de treinta año porque si alguien piensa exactamente lo mismo que treinta años atrás significa que “no evolucionó nada” y que “la vida no le pasó”.

“Y al mismo tiempo tenemos una generación de jóvenes que en muchos aspectos levanta banderas mucho más positivas que las que levantó nuestra generación. Yo militaba y me sentía un revolucionario cuando tenía 20 años, pero no levantaba la bandera de la diversidad, más bien era homofóbico y eso lo tuve que ir modificando con el tiempo. ¿Y quién nos cambiaron?, nuestros hijos”, expresó. 

“Yo no levantaba la bandera de igualdad de género en la participación política ni sindical, más bien creía que el orden establecido era bastante adecuado ¿y quiénes nos fueron cambiando? nuestras mujeres en la lucha por una sociedad más justa, nuestras hijas, el feminismo, que no vino para cambiar el movimiento sindical o la política, (sino que) para cambiar el mundo y que hay que prestarle atención”, adicionó.

Finalmente, Pereira reconoció que “hay que prestar atención” a los jóvenes porque “es una forma sensible de hacer política”. “Estas cosas son las que tienen que permear al FA y a la sociedad, pero también nuestra preocupación por los más débiles”, concluyó.