El exdirector nacional de Educación Juan Pedro Mir analizó este miércoles junto a Emiliano Cotelo la duración de las vacaciones de verano en la enseñanza primaria en el país.

En Uruguay los cursos finalizan en la segunda quincena de diciembre y se retoman dos meses y medios después, en los primeros días de marzo.

La duración de esas vacaciones se ha puesto en debate en las últimas semanas y Mir propuso de forma pública que es necesarias abreviarlas por razones pedagógicas.

De hecho, Mir ya aplica esta reducción de las vacaciones estivales en el colegio José Pedro Varela, donde es director, y con buenos resultados en el desempeño de los estudiantes.

Su planteo causó mucha controversia, sobre todo en redes sociales y fue tratado este miércoles en En Perspectiva.

Mir destacó en primer término la “importancia radical” que tiene la institución educativa en los procesos de inserción social, entre ellos lo que implican los “procesos de enseñanza”.

“Ayudados por la pandemia vimos que era necesario ganar días de febrero para poder acompañar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este planteo se viene manejando con equipos de trabajadores desde el año pasado”, indicó Mir, sobre aumentar los días en los que se concurren los niños a los centros educativos.

Mir explicó que durante la falta de presencialidad implicó que los “niveles de aprendizaje de habilidades centrales que establece la escuela, de comunicación y sociales, se han visto afectados y sobre todo en los sectores excluidos”.

En esta línea, planteó no necesariamente un cambio en la cantidad de días del calendario escolar (180), sino que se distribuyan de otra manera.

“El calendario escolar es prácticamente el mismo que desarrolló José Pedro Varela en 1864. ¿Cómo ha cambiado el mundo y Uruguay? ¿Cómo ha cambiado la organización social en un país que, entre otras cosas, las mujeres han ingresado por suerte al mercado laboral y de estudios?”, se preguntó el maestro.

En este sentido, Mir diferenció a aquellos sectores que pueden pagar colonias de verano o campamentos, mientras los sectores populares quedan excluidos.

“La discusión en torno a pensar la reorganización del tiempo escolar es parte de la discusión del proceso educativo. También Uruguay debe sostener mejores procesos de enseñanza, que los que tradicionalmente la escuela enseña y secuencia, para poder lograr los objetivos finales”, dijo.

Explicó que en el país se es demasiado “autocomplaciente”.

“Hay una cantidad de sectores que han ingresado a la educación media y media-superior, pero eso no se ve reflejado claramente en la mejora de los aprendizajes. Tenemos situaciones en la enseñanza superior de muchachos y muchachas que manejan la lengua escrita, la competencia matemática y el uso de una segunda lengua en forma muy precaria”, resumió Mir, que llamó a animarse a pensar “un Uruguay que comience a mediados de febrero”.

El planteo de Mir radica en que la interrupción del 15 de diciembre al 15 de febrero implicaría pasar de 180 a 190 días y ya sería “un avance” combinando con otras ofertas educativas como el Verano Educativo o la articulación con las piscinas comunales.

Montevideo Portal