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Se lanzó "El último gol", de Hamlet Tabárez, con destacadas presencias en el Museo del Fútbol. "Es un libro muy ameno y disfrutable", destacó el entrenador de la selección uruguaya, primo del autor de la obra.
Fue lanzado el libro "El último gol", escrito por Hamlet Tabárez y publicado por Ediciones Túnel. La ceremonia de presentación se llevó a cabo en el Museo del Fútbol y contó con la presencia de históricas personalidades del balompié uruguayo y destacados oradores.
Uno de ellos fue Óscar Washington Tabárez, primo menor del autor de la obra. "El libro es muy ameno y disfrutable. Respira fútbol por todos lados y no sólo se ocupa de la historia del fútbol, sino también de cosas importantes que mantienen vigencia, como la defensa de los derechos de los futbolistas y el fortalecimiento del gremio", explicó el entrenador de la selección uruguaya.
"Este para mí no es un libro más; primero por la implicancia personal, y segundo por lo que trasunta el libro en términos generales, presentando al fútbol como una escuela de vida, de valores, de enseñanzas y de aprendizaje, contadas en anécdotas e historias, con humor y a veces con dramatismo", dijo el seleccionador celeste.
"Por suerte ha aumentado la literatura en el fútbol, pero dentro de la literatura del fútbol este es uno de los libros que uno toma como excusa para hablar de la vida y de cosas que trascienden a lo que pasa en la cancha", valoró el maestro. O el "Washi", para Hamlet Tabárez.
"Yo estaba en mi casa del Cerrito con paperas y no me dejaban acercar a nadie por el riesgo de contagio. Estaba en una cama junto a una ventana y se hizo la noche con todos los niños afuera esperando que fueran las 12. Llegó la medianoche y sentí que me golpeaban la ventana. Era Hamlet con una botella y una cañita voladora; la tiró, me saludó y se fue porque no podía entrar. Ese era Hamlet", recordó Tabárez, quien destacó "la solidaridad" de su primo, quien "a todos les daba un lugar en sus pensamientos y un tiempo en su relación personal".
"Ya tenía el humor y la generosidad, que son parte de él, y sus características como jugador eran las mismas: era generoso en el esfuerzo y se corría todo. La solidaridad la tenía también en el sentido de equipo y en cómo jugaba, y la creatividad y la humildad también", valoró Óscar Tabárez, y recordó que le tocó "debutar en Primera División jugando contra él en un Sud América-Racing en 1968".
Hamlet, presidente del Centro Uruguayo Venezolano de y radicado en Caracas hace 43 años, creó "algo así como un asado de viejos compañeros y amigos de todas las épocas", con "anécdotas divertidas y dolorosas del fútbol uruguayo", destacó el profesor Ricardo Piñeyrúa, otro de los oradores en el evento.
Américo Signorelli, compañero de Tabárez en su etapa de dirigente en la Mutual, destacó su labor "en una época donde no era sencillo ser gremialista", y ponderó que "siempre estuvo para lo que necesitaran esos futbolistas de cuadro chico que no cobraban y no tenían para pagarse el boleto". El Sordo, como es conocido en el ambiente, se llevó una estruendosa ovación.
En la misma línea, el propio autor del libro reivindicó la posición del futbolista, "que genera grandes riquezas y se lleva la menor parte", y tras múltiples agradecimientos dio el pie al cierre del evento con una interpretación musical acorde.


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