La casita del horror![]() “Cuando estaban discutiendo la pena y escuchamos la palabra prisión fue duro, nos pusimos muy nerviosos. Tuvimos miedo”, confesó el futbolista de Nacional Ignacio González, en referencia al proceso que tuvo que llevar junto con su compañero de club Diego Arismendi. Ignacio González está habilitado para poder ser titular en el equipo tricolor hace ya tres fines de semana, después de haber cumplido los 10 de prisión domiciliaria que le fue impuesta por haberse ido del país sin pedir el permiso correspondiente a la Justicia. Aun habiendo cumplido la pena, Nacho no es tenido en cuenta por el entrenador de Nacional Álvaro Gutiérrez, quien mantiene el mismo once, con algunas variaciones por lesiones, que ganó tres partidos de los cuatro disputados hasta la fecha. "Había hecho toda la pretemporada de titular. Pero sí, es cierto, la prisión domiciliara me sacó la titularidad, por eso no jugué, pero el equipo consiguió los resultados y lamentablemente estoy afuera, pero peleando para volver con muchas ganas. Es anecdótico pero es así", dijo en una nota ofrecida en Sport 890. En enero, varios futbolistas de Nacional y Peñarol fueron procesados sin prisión, prohibidos de jugar por dos meses al fútbol y obligados a pedir un permiso especial para poder salir del país. Este último requisito se mantiene hasta ahora. Es por eso que los futbolistas González y Arismendi fueron procesados, porque no pidieron el papel que los habilitaba a viajar cuando los Albos viajaron a España para jugar amistosos en ese país. La sanción constó de 10 días para el Nacho, que así los describió: "Los viví bien. Lo más difícil fue el primer día, cuando me dijeron que por diez no podía jugar al fútbol. Después, estuvimos a punto de ir presos; ante eso, estar diez días en tu casa no es tan grave. Pero la pasé bastante bien, tranquilo, no miraba informativos ni leía diarios y entrenaba en el garaje de casa corriendo o en una bicicleta estática", explicó. Cuando señala "después estuvimos a punto de ir presos" se refiere a que el fiscal Gustavo Zubía pidió, en su momento, que la jueza Blanca Rieiro les diera prisión a los futbolistas. "La prisión no se nos había pasado por la cabeza. Cuando estaban discutiendo la pena y escuchamos la palabra prisión, fue duro. Nos pusimos muy nerviosos, tuvimos miedo", confesó. Durante los días que duró la sentencia judicial, se debatió sobre quién tenía la culpa de que los futbolistas no hubieran pedido el consentimiento, si el club o los propios deportistas. Frente a esto, González respondió que no se acordó de pedir el permiso y lo justificó explicando que cuando "uno está con el club se descansa de todo". Hay que tener en cuenta también que cuando González y Arismendi se fueron de vacaciones sí solicitaron la autorización. También se refirió a cómo logró mantener el estado durante esos diez días: "No perdí nada, una cosa es un mes o quince días, lo nuestro fueron diez que después de dos meses de pretemporada no es tanto. Yo me entrené muy bien, incluso yo tenía ganas de estar con Sud América porque me liberaron el viernes a la noche y jugábamos el sábado, o sea, estaba a la orden", dijo. Concluyó expresando que el entrenador "no tiene que dar explicaciones" sobre a quién pone de titular, y dijo que está peleando por la oportunidad. "Yo siempre entreno para jugar. Nacional hizo un esfuerzo grande por mí y yo les quiero devolver esa confianza con rendimientos y objetivos. El año pasado no fue bueno, quiero revancha. El objetivo es salir campeón y ganar los clásicos", sentenció el futbolista, que espera una hija para fines de setiembre. |
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