Diego Lugano brindó una extensa entrevista al programa De charla, de Mora Contenidos, en la que habló de su carrera y algunas particularidades no tan conocidas. Entre ellas, la falta más dura que cometió y la particular manera en que su representante convenció al San Pablo de incorporarlo.

Sobre la “peor patada”, fue claro: “Di varias. La mayoría más por bruto que por malo”. “Uno que me hizo calentar mal, en un partido de Champions y después en el Mundial, fue [Robin] Van Persie. Me tenía caliente por cosas que no importan. Después jugamos un amistoso acá, y fue de las pocas veces que me tiré a lesionar”. Increíblemente, el árbitro argentino Néstor Pitana ni siquiera pitó la falta.

Antes de esa dura infracción, que ocurrió el 8 de junio de 2011 en el Centenario, donde Uruguay y Países Bajos empataron 1-1, Lugano enfrentó a Van Persie solo el 5 de noviembre de 2008 en un 0-0 entre Fenerbahce (su equipo por entonces) y Arsenal en Londres. Los dos jugaron los 90 minutos y fueron amonestados. Un par de semanas antes ganó el Arsenal 5-2 en Turquía, por fase de grupos, pero Van Persie fue suplente. En el Mundial, el ariete neerlandés jugó la semifinal que Países Bajos ganó 3-2 y la Tota fue baja por lesión en la Celeste.

“Las otras fueron más de bruto, de ir fuerte. Porque yo si no iba fuerte no podía jugar. Peso 90 kilos, mido 1,90. La única chance mía era ir fuerte”, recordó Lugano.

Lugano y la peor patada de su carrera al holandés Robin van Persie

“Fue realmente de las pocas veces que tiré a lesionar”, declaró el ex capitán de la selección uruguaya
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— Martin Kesman (@MKesman) March 13, 2024

Otra de las anécdotas curiosas fue sobre su llegada al San Pablo. Dijo que su representante, Juan Figer, lo llevó “por una foto”. “Cuando vio mis videos, me dijo: ‘Si mostramos estos videos no tenés chance’. Yo tenía una foto como capitán de Plaza Colonia contra Peñarol, que el capitán era [Pablo] Bengoechea. Yo mido 1,90 y Bengoechea es petiso, entonces tenía buena presencia. Esa foto salió en todos los diarios de Brasil”, recordó.

“En San Pablo jugaban Kaká, Rogerio Ceni, Ricardinho, Luis Fabiano… Era un cuadrazo, pero le faltaba un poco de garra, y a los uruguayos nos relacionan con eso. Y con eso Juan tuvo la virtud de colocarme en el mayor fútbol del mundo. Al principio me pegaban porque caí en paracaídas, pero eso me hizo fuerte y el futuro lo sabemos”, agregó.