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El británico Mark Cavendish, de Omega Pharma, demostró que es el rey del sprint al apuntarse la victoria en la presente edición del Giro de Italia, en una jornada de intensa lluvia que mantuvo al italiano Vincenzo Nibali con la malla rosa y hundió a Wiggins.
Mark Cavendish anotó la victoria 103 en su palmarés desde su debut profesional en 2005 en otro alarde de velocidad, el tercero en el presente Giro de Italia, y lo hizo con superioridad por delante del francés Nacer Bouhanni de Francaise y del esloveno Luka Mezgec de Argos-Shimano, con un tiempo de 3 horas, un minuto y 47 segundos, en el trayecto de 134 kilómetros entre Longarone y Treviso.
El tercer triunfo de Cavendish en el Giro 2013 se produjo tras anular el grupo principal la escapada del día a tan solo 400 metros de la meta. Felline (Androni), Belkov (Katusha), De Backer (Argos) y Lammertink (Vacansoleil) estaban a punto de disputarse la victoria después de todo el día escapados, pero el pelotón logró imponerse.
En ese grupo estaban todos los favoritos menos Bradley Wiggins, quien pasó un calvario para terminar la etapa, a 3'34'' del ganador y rivales directos. En el ascenso al Montello Vittoria perdió contacto con el grupo y hubo de vagar en solitario hasta le meta.
El vencedor del Tour de Francia, aquejado de una infección pulmonar, ya se puede olvidar de la malla rosa, y tal vez, cambiar su planteamiento de la temporada y pensar en el Tour, aunque su equipo ya ha apostado por Chris Froome para Francia.
Wiggo desaparece incluso del top ten, mientras Nibali salvó la etapa de transición pasada por agua con éxito y mantuvo los 41 segundos respecto al australiano Cadel Evans (BMC) y 2'04'' minutos sobre el colombiano Rigoberto Urán (Sky), en el podio provisional. El descenso de Wiggins le supone al español Beñat Intxausti pasar del noveno al octavo lugar, a 4'05'' del líder.
La segunda etapa más corta del Giro sufrió los efectos de la lluvia y comenzó con retraso porque un autobús del Astana se quedó atravesado en la carretera. Enseguida se formó la fuga, y el quinteto de aventureros se armó de valor para desafiar al diluvio. Apenas dos tachuelas en todo el recorrido que salvaron manteniendo las diferencias en torno a los dos minutos.
Pero había hambre de sprint y los hombres del Omega Pharma-Quick Step animaron el ritmo por detrás. Cuando Wiggins perdió el tren de cabeza el grupo se revolucionó para eliminar al británico, y ya no se paró hasta el final. La escapada no llegó por 400 metros: fueron cazados en la orilla. Fue cuando apareció imperial Mark Cavendish para alzar los brazos por tercera vez.
El viernes se disputa la decimotercera etapa entre Busseto y Cherasco, de 242 kilómetros, otra jornada llana propicia para una llegada al sprint.
EFE | Montevideo Portal


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