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Adiós SuperSic



El deporte se vio conmocionado el domingo por la tremenda muerte de Marco Simoncelli en la disputa de una prueba de MotoGP en el circuito de Sepang, en Malasia. Por su vida, por su particular trayectoria y por su absoluta irreverencia, la pérdida del italiano se hace sentir. Así fue el joven SuperSic.

Los deportes motorizados siempre tienen un riesgo extra. Un accidente puede ser letal, y los competidores se arriesgan a eso cada vez que salen a la pista. Marco Simoncelli lo sabía, pero disfrutaba demasiado lo que hacía y por eso estaba dispuesto a ir contra todo y contra todos, no sólo a la hora de competir.

El italiano nació un 20 de enero de 1987 en tierras italianas y consiguió su primera victoria profesional con apenas 15 años, en 2002. En ese año, ganó el Campeonato de Europa en la categoría 125 cc, y comenzó a llamar la atención, porque el tamaño de su físico era un gran obstáculo para la competencia: con 1.83 metros de altura y 70 kilos de peso, las motos pequeñas le resultaban difíciles de dominar.

Sin embargo, eso no fue impedimento para que continuara camino a la categoría reina del motociclismo. Fue en 2008 que obtuvo el campeonato mundial en la categoría 250 cc, justamente en el circuito de Sepang, donde perdió la vida. Fue en 2010 que hizo su ascenso a MotoGP, donde la escudería que lo fichó fue Honda. Ese año no pudo meterse en ningún podio, pero se acostumbró a las motos grandes y comenzó a sonar como la gran promesa de este deporte.

En 2011 se afianzó en Honda y alcanzó dos podios. Al momento de su muerte, iba sexto en la clasificación general del torneo. En Italia, todos consideraban que iba a ser el sucesor de su amigo y referente Valentino Rossi, uno de los mejores pilotos de la historia, y uno de los que tuvo la mala suerte de atropellarlo.

Pero la fama se la hizo en los micrófonos y las cámaras, y no sólo con su talento. Simoncelli era áspero a la hora de enfrentarse a sus rivales, y capaz de utilizar cualquier arma para lograr sus objetivos en la pista. Polémico fue el accidente que protagonizó con Dani Pedrosa en LeMans, que le impidió al español volver a la competencia durante tres carreras por una fractura de clavícula, y sobre lo que el italiano se encargó de insistir que no tenía por qué pedirle disculpas.

Carismático, alegre, talentoso y con mucho empeño, rindiéndole homenaje a su ídolo Jimi Hendrix con su cabello de rizos, SuperSic -como lo conocían en el mundo del deporte-, dejó un gran vacío en el mundo del motociclismo y Honda lo homenajeó con declaraciones de los miembros del equipo dadas a conocer mediante un comunicado de prensa.

El vicepresidente del equipo, Shuehi Nakamoto, afirmó que "no me salen las palabras", al tiempo que dijo que "ahora sólo quiero decir: gracias Marco por todo lo que me has dado". Pedrosa se limitó a contar que "he estado con su padre y no hemos podido más que abrazarnos". Andrea Dovizioso expresó que "en este momento las palabras carecen de sentido", pero destacó que Simoncelli parecía "invulnerable", mientras que Casey Stoner manifestó que está "muy conmocionado y entristecido", y que "cuando pasan cosas como éstas te acuerdas de lo valiosa que es la vida".


Montevideo COMM / www.montevideo.com.uy

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