Contenido creado por Federica Bordaberry
Invitados

Escribe Federico Fasano Mertens

Opinión | Estamos asistiendo una inédita Epifanía: Colombia dejó atrás 203 años de derrota

A pura magia popular se comprobó una vez más que la historia es una hazaña de la inconformidad.

23.06.2022 16:05

Lectura: 18'

2022-06-23T16:05:00-03:00
Compartir en

La gran catársis de Colombia se ha consumado. La izquierda colombiana llevó a cabo el difícil tránsito de los mitos a la historia en la acumulación más difícil de su existencia. A pura magia popular se comprobó una vez más que la historia es una hazaña de la inconformidad.

Duele el alma tanta alegría.

Tras 74 años del asesinato de quien iba a ser ungido el primer presidente de izquierda de la República de Colombia, Jorge Eliezer Gaitán, el pueblo colombiano el domingo 19 de junio pasado escribió con el triunfo electoral del ex guerrillero y carismático economista, líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, la página más brillante de los últimos 203 años de su historia cuando Simón Bolívar fue ungido presidente de la Gran Colombia el 21 de setiembre de 1819.

Fueron 203 años menos dos meses, (ya que Bolívar gobernó solo 60 días esas tierras, para retirarse a seguir empuñando las armas contra los enemigos del pueblo, dejando a Francisco de Paula Santander al mando de ese territorio), donde las ideas bolivarianas de libertad, igualdad y fraternidad fueron sustituidas por militares ambiciosos, oligarquías corruptas, gobiernos fraudulentos, latifundistas inescrupulosos, industriales extractivistas, narcotraficantes asesinos y una clase dominante ajena al bienestar del sufrido pueblo colombiano. Ese lapso de más de dos centurias, pudo ser interrumpido en 1949 con la asunción al poder de Eliezer Gaitán, Rector de la Universidad, brillante catedrático de Derecho Penal, doctorado Magna Cum Laude, brillante orador, líder de UNIR (Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria), Jefe indiscutido del Partido Liberal disidente, Presidente de la Cámara de Diputados, Senador, Ministro de Cultura, Ministro de Trabajo, Director del diario Jornada, autor del proyecto de reforma agraria contra la oligarquía terrateniente, Alcalde de Bogotá, autor del libro ¨Las ideas socialistas¨ y favorito en todas las encuestas para asumir por primera vez la presidencia de la República.

El arribo del presidente electo, Gustavo Petro a la casa de Nariño, permitirá abrir la caja de Pandora del magnicidio de Eleizer Gaitán que hace 74 años cambió la historia de Colombia

Un año antes de las elecciones de 1949 cuando nadie podía impedir que el mayor tribuno popular de la historia colombiana, asumiera el gobierno tantas veces esquivo para la izquierda de los llanos, la Central de Inteligencia de los EE.UU. creada 2 años antes por el presidente Truman, planifica primero su soborno y al rechazar éste la injuria contra su ética, ignora que está escribiendo su sentencia de muerte. La CIA lanza la ¨Operación Pantomima¨ designa a su agente encubierto John Mepples Spirito con documento falso a nombre de George Ricco, para que contrate a Juan Roa Sierra para la faena, quien el 9 de abril de 1948 ejecuta a balazos a Gaitán en pleno centro de Bogotá y antes de ser detenido es a la vez asesinado por personas desconocida para no dejar huella alguna. El asesinato nunca pudo ser aclarado aunque Petro ya anunció que sería declarado crimen de lesa humanidad para poder, sin prescripción de la causa, reabrirse la investigación. La documentación de la Operación Pantomima se encuentra en las cajas fuertes de la central de inteligencia norteamericana, en su sede en Langley, Virginia, a pocos kilómetros de Washington D.C. y algún día, porque la historia tiene sus ritmos y no perdona, junto con el top secret sobre el asesinato de John Kennedy, se abrirán a la opinión pública. Las sospechas de la intervención de la CIA en el magnicidio que torció la mano izquierda de la historia colombiana han venido creciendo en las últimas décadas. Son muchos los investigadores que dirigen sus ojos al primer civil que dirigió la Agencia de Inteligencia, el ex Director Allen Welsh Dulles, hermano menor de John Foster Dulles, Secretario de Estado de Eisenhower y admirador del ectoplasmático senador Mc Carthy cuyos enredos neuronales llevaron al suicidio y a la cárcel a varios integrantes de la flor y nata de la cultura y el arte estadounidense, por la sola sospecha de pensar en clave socialista. Allen Dulles siguió al pie de la letra las instrucciones escritas de la Directiva del Consejo de Seguridad Nacional (OSO) dando autoridad a la CIA para realizar operaciones encubiertas ¨contra Estados o grupos extranjeros hostiles o en apoyo de Estados o grupos extranjeros amigos, llevando a cabo operaciones que deben ser planificadas y realizadas de forma que el gobierno de Estados Unidos no pueda tener responsabilidad sobre ellas y que resulten evidentes a ojos de personas no autorizadas; en caso de que fueran descubiertas, el gobierno de Estados Unidos podrá negar cualquier responsabilidad en ellas¨. El texto de estas pundonorosas instrucciones fue recientemente descubierto en la consulta del 22 de octubre de 2014 bajo la sigla ¨Documento 292 de la Seccion 5 del Departamento de Estado¨ y ya tomó estado público.

Dulles fue el exitoso autor de la Operación Ajax que derrocó al Primer Ministro iraní, Mohammad Mossaddeq, para ubicar en su lugar a su aliado Reza Pahlavi, conocido como ¨Su Majestad Imperial, el Rey de Reyes, el Sha de Irán¨, quien le garantizó todo el petróleo que sus aliados golpistas necesitaran.

También tuvo éxito en la operación que montó contra el presidente constitucional guatemalteco, Jacobo Arbenz, a quien derrocó mediante las armas suministradas al traidor a su país, el Coronel Carlos Castillo Armas. Aunque esta vez el patriotismo de Dulles se mezcló con sus intereses personales, ya que Allen y su hermano John eran los principales accionistas y miembros del Directorio de la insaciable empresa bananera United Fruits Company con sede en Guatemala, cuya expropiación era analizada por el presidente Arbenz.

No tuvo tanta suerte en la Bahía de Cochinos cuando intentó invadir Cuba y se encontró con un David barbudo que no le tenía miedo al Goliat imperial. Tampoco tuvo suerte en los numerosos atentados contra la vida de Fidel Castro que planificó durante 8 años de actividad criminal. Su fracaso determinó que Kennedy lo expulsara de la CIA en 1961. Hay investigadores que creen que así como Gaitán firmó su sentencia de muerte al negarse al soborno estadounidense, lo mismo le pasó a Kennedy al licenciar al directivo y dueño de la United Fruit y director de la CIA, Allen Welsh Dulles.

¿Estuvo Allen Dulles involucrado en los dos magnicidios, el del colombiano Gaitán y el del estadounidense Kennedy?

Así lo afirma el periodista David Talbot en su libro ¨The Devil’s Chessboard¨, acusando a Allen Dulles de estar involucrado en el asesinato de Kennedy. Paradójicamente Dulles fue uno de los 7 integrantes de la frustrada Comisión Warren que archivó el caso legalizando la tesis de un solo asesino: Lee Harvey Oswald. Talbot es un reconocido periodista e historiador norteamericano, editor de reportajes del The San Francisco Examiner, colaborador de la revista Time y The New Yorker y pionero del periodismo on line del The New York Times.

Los defensores de Dulles sostienen que éste no era Director de la CIA cuando ocurrió la Operación Pantomima que ejecutó a Gaitán. Es cierto, el golpista de Irán y de Guatemala, el invasor de Cuba y el sospechoso de planificar el asesinato de Kennedy, no era Director de la agencia en 1948. Lo fue en 1953 por sus grandes méritos como espía y planificador de operaciones especiales reservadas como activo miembro de la institución antecesora de la CIA, la también ilegítima OSS (Oficina de Servicios Estratégicos) sustituida en 1945 por el CIG (Grupo Central de Inteligencia), donde funcionaba la siniestra OSO (Oficina de Operaciones Especiales) de la cual también fue un hábil servidor. Y antes de la gran guerra había debutado en OCI (Oficina del Coordinador de Información) trabajando en secreto en la habitación 3603 del Rockefeller Center. Antes de dedicarse a derrocar gobiernos o planificar crímenes, ingresó con 23 años de edad al servicio diplomático siendo destacado a Suiza, cubriéndose de gloria, sin saber sus consecuencias, al rechazar el 8 de abril de 1917 la visa a EE.UU. a un desconocido que se llamaba Vladimir Ilich Uliánov, que 7 meses después se convertiría en el líder de la primera revolución social exitosa de la historia, fundador de la Unión Soviética, Lenin, el indiscutido jefe de los bolcheviques, que cuando prematuramente murió a los 54 años de edad, el 21 de enero de 1924, don José Batlle y Ordoñez, uno de los más grandes estadistas del Uruguay, publicó una nota con su firma en el diario El Día, titulada ¨De pié, murió Lenin¨, donde lo exhibe como ¨el verbo de la revolución¨ y ¨un magnífico ejemplar humano, uno de esos personajes apasionantes que dan significación a toda una época y sirven para fijarla en la historia¨.

Es cierto que no hay pruebas contundentes sobre su participación en el asesinato de Gaitán, como sí las hay en el golpe en Irán, el derrocamiento por la fuerza de Jacobo Arbenz en Guatemala y la invasión de Bahía de Cochinos, y las sospechas sobre la eliminación de Kennedy, pero que su leyenda negra recién nació en 1953 no se la cree nadie. Estuvo más de 21 años trabajando en la inteligencia imperial, iniciando su periplo tenebroso mucho antes que fuera creada la CIA. Fue considerado el cerebro operativo más grande de la inescrupulosa inteligencia norteamericana. Son varios los indicios que apuntan hacia su participación en la Operación Pantomima, que evitó el cambio histórico en Colombia y desató el Bogotazo, una de las más vigorosas rebeliones populares, que sin embargo no impidió al año siguiente de la ejecución de Gaitán, el asesinato de Vicente Echandía, hermano del candidato del partido de Gaitán, Darío Echandía, quien amenazado a su vez de muerte, renuncia a su candidatura y las elecciones se llevan a cabo con un solo partido, ganando la derecha conservadora de Eleuterio Gómez Castro quien asume sin vergüenza y sin rubor pese a haber competido contra nadie. El arribo de Petro a la Casa de Nariño permitirá abrir esta caja de Pandora, cerrada por décadas a cal y canto para impedir conocer la identidad de los autores reales del magnicidio colombiano.

Comenzó la vela de armas de 49 días, la vigilia de 7 semanas con el pueblo en las calles para proteger el alumbramiento de la Colombia Humana

Gustavo Petro, el joven ¨Comandante Aureliano¨, que trocó las armas por la cátedra y el contacto directo con las masas pauperizadas, es el presidente que más votos tuvo en la historia electoral colombiana. Es acompañado por una admirable mujer afroamericana, Francia Márquez, empleada doméstica, abogada, dirigente social, ambientalista, líder feminista que prometió extirpar el centenario patriarcado instalado en las entrañas de su país, portadora de un vigor político que ayudará a garantizar el cumplimiento del Pacto Histórico. Los 11.278.938 sufragios que representan más de la mitad de los ciudadanos que concurrieron a las urnas, son la levadura del nacimiento de la Colombia de la Vida, como lo sintetizaron esa misma noche Gustavo y Francia, con su valentía inaudita frente a la Colombia necrofílica.

El bicentenario proyecto conservador ha sido interrumpido. Sus exequias están en el orden del día pero aun restan desde la elección hasta el 7 de agosto, aniversario de la batalla de Boyacá, día en que Petro comenzará a escribir la historia de la Colombia Humana, 49 días con sus 49 noches. Son 7 semanas de vigilia, con el pueblo en las calles y en las plazas protegiendo su victoria inobjetable frente al excéntrico magnate, Rodolfo Hernández, admirador del Canciller del Tercer Reich alemán, Adolfo Hitler. La vela de armas, con el pueblo en las calles es la única forma de construir las condiciones subjetivas, para desalentar cualquier intento militar, paramilitar o civil que puedan alimentar quienes después de dos centurias se ven arrollados por la mejor votación de la izquierda colombiana y el menor ausentismo electoral desde que Colombia se erigió en un Estado soberano. La incógnita a despejar son las Fuerzas Armadas de Colombia. Es un país militarizado, con medio millón de efectivos, es el ejército proporcionalmente, más poderoso de América Latina, casi comparable al brasileño. Y a ello se le agregan las 7 bases militares de EE.UU. inyectadas escandalosamente en el territorio soberano de la Patria Grande. Se impone la creación de una política inteligente del Pacto Histórico frente a unas Fuerzas Armadas, que desaparecido Bolívar, nunca estuvieron del lado del pueblo y habrá que educarlas, con paciencia y una nueva cultura para que rebrote el orgullo igualitario de Simón, para que los uniformados colombianos no sigan deseando ver a su país como un protectorado estadounidense, para que la justicia y la equidad no vuelvan a arar en el mar. Petro propone a una mujer como Ministra de Defensa. Le deseamos lo mejor en esa inmensa tarea de redención de conciencias.

De ganar Lula dentro de 100 días, la izquierda latinoamericana gobernará en 11 Naciones a 557 millones de habitantes, el 88% de América Latina, cubriendo el 94% del territorio de la Patria Grande

El otro lado de la victoria es la fortaleza que esta elección imprime en la musculatura social de la Patria Grande. Colombia era el único de los 19 países de la América Latina luso-hispana parlante, donde la izquierda no había alcanzado el poder. Todos ellos, Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela lo hicieron ya sea con gobiernos de izquierda revolucionaria o con gobiernos de izquierda, o con gobiernos social demócratas de izquierda (porque también existe la social democracia de centro y la de derecha). El único país que se resistió a todas las variantes de la izquierda radical o moderada fue Colombia. Hasta el domingo 19 de junio.

América Latina mira ahora hacia el 2 de octubre del 2022 en Brasil. Faltan solo 100 días para que Lula, el tornero de la esperanza, termine con el desatino político que encarnó Bolsonaro, quien intentó detener con el apoyo de la corrupción judicial y parlamentaria, el ascenso humano de la Nación de Tiradentes. Solo un golpe de estado o el crimen político puede detener el retorno del huracán Lula al Palacio do Planalto de Brasilia. Las encuestan lo duplican frente a cualquier adversario.

De concretarse su retorno en andas de su pueblo, la América Humana se vestirá de izquierda en 11 Naciones soberanas de las 19 que componen nuestra geografía. Gobernará sobre 557 millones de habitantes, que representan el 88.37% de los 630 millones que componen la población latinoamericana y dictará sus leyes sobre un territorio de 18.473.200 km2 que representan el 94% de los 19.595.400 km2 de nuestra América, la pobre, al decir de Galeano.

Hay otras tres Naciones, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, cuyos gobiernos no son de izquierda, ni se aproximan a un proyecto emancipador, pero tampoco pueden ser considerados partidarios de un neo liberalismo radical, y una política exterior sumisa a los dictados del Imperio. Los tres se opusieron al veto norteamericano a tres países soberanos, a quienes les prohibieron su presencia en la Cumbre de las Américas. Costa Rica, Panamá y R. Dominicana, tienen gobiernos centristas, no los podemos calificar como gobiernos reaccionarios, afiliados a la derecha política latinoamericana. Aun poseen rasgos de independencia y algo de vergüenza por la desigualdad de sus pueblos. Gobiernan sobre 20 millones de seres humanos, un 3% de la población de nuestro continente y sus leyes rigen en 173.000 km2 que representan el 1% de la geografía latinoamericana.

Solo 5 pequeñas Naciones son gobernadas en América Latina por élites conservadoras, aunque dos de ellas tienen serias posibilidades de abandonar ese pentágono político

Fuera de este registro quedan solo 5 pequeñas Naciones, cuyos gobiernos son fervorosamente neo liberales, creen en la teocracia dogmática del dios mercado y en la estafa del derrame económico y en política internacional acompañan con escasas contradicciones las políticas de la Nación más poderosa y rapaz del planeta, los EE.UU. de Norte América.

Son ellas:

1) Ecuador donde la traición de Lenín Moreno interrumpió la Revolución Ciudadana del economista Rafael Correa, uno de los más grandes estadistas que tuvo el gran pueblo ecuatoriano. 2) Guatemala donde un carcelero, Jefe de las prisiones de su país, el neo liberal Alejandro Giammattei derrotó a la candidata Sandra Torres de una centrista social democracia acusada de corrupción. En realidad el triunfador de esos comicios fue el partido abstencionista que obtuvo el 58% de los votos, solo votaron en esas elecciones el 42% de los inscriptos en la mayor indiferencia ciudadana de América Latina.

3) El Salvador donde impera un contradictorio Nayib Bukele, que no es de izquierda, ni de centro, inclinándonos a calificarlo como un populista de derecha, un out sider, descreído de las instituciones políticas, que golpea tanto al genocida ARENA y a la oligarquía salvadoreña, como a la izquierda de su país, no es santo de devoción de EE.UU. e intenta diferenciarse del Imperio aunque su anticomunismo cerril lo aproxima muchas veces al coloso del norte. Es realmente una incógnita voluble e indecifrable.

4) Paraguay donde sigue gobernando el corrupto Partido Colorado, tanto en política interna como internacional, se alinea, tras el golpe destituyente al presidente progresista Fernando Lugo, con la derecha latinoamericana. Sin embargo ha nacido una esperanza en tierras guaraníes. Estamos a solo 10 meses de las elecciones paraguayas y la ex Ministra de Salud de Lugo, Esperanza Martínez, ha sido elegida candidata a la presidencia de la República por el Frente Guasú y ésta organización de izquierda se incorporó a la poderosa Concertación, opositora al Partido Colorado que disputará la elección el 30 de abril del año próximo. El candidato de la Concertación saldrá de un acuerdo o de elecciones internas y dada la actual correlación de fuerzas bien puede ser la cirujana y senadora Esperanza Martínez, ex presidenta del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) quien le dispute a la derecha colorada el Palacio Francisco Solano López.

5) Uruguay, gobierna una coalición de centro derecha, poco parecida en su institucionalidad a los otros 4 países que conforman el eje reaccionario de la Patria Grande. Sus coincidencias no son de forma ni de estilo, pero sí de fondo en la ideología elitista y conservadora que la sostiene. No esconde su neo liberalismo profundo, ni su alianza con la oligarquía terrateniente y las elites del país y su desvergonzado connubio con el monopolio de la televisión privada, así como el debilitamiento del Estado en aras del fortalecimiento de las grandes empresas sean nacionales o extranjeras. El objetivo central y obsesivo de su estirpe política es impedir el retorno del Frente Amplio al poder. Es uno de los 5 gobiernos neo liberales que aun campean, aislados, en tierras latinoamericanas, con Uruguay, como el más mimado y reconocido de este pentágono político, por el Imperio y sus aliados. Estos 5 gobiernos dictan sus leyes sobre 53 millones de habitantes que representan el 8.41% de la población latinoamericana y su jurisdicción rige sobre 948.600 km2 que representan el 5% de los 19.595.400 km2 de América Latina.

En el horizonte se vislumbran las condiciones objetivas y subjetivas para que ese pentágono se reduzca a un triángulo y sean recuperadas por la izquierda latinoamericana los gobiernos de Uruguay y Paraguay. El mayor peligro para los intereses populares hoy se centra en Argentina, donde el macrismo, en todas sus variantes y merced en gran parte a la herencia maldita que dejó, está aprovechando ese deterioro a su favor para disputarle el poder al progresismo.

América Latina, la región más desigual del planeta se está erigiendo como la reserva moral de la humanidad y ejemplo político del cambio histórico ante el ascenso de las derechas en EE.UU. y Europa

Si Lula vuelve dentro de 100 días a lavar la afrenta inferida a su pueblo, el péndulo de la historia hacia una Patria Grande, justa, libre y soberana, es posible. Nunca antes, en toda su historia, América Latina tuvo tantas Naciones gobernadas por los pueblos y no por sus elites, nunca antes tantos plebeyos gobernando y no sus patriciados. El 94% del territorio y el 88% de su población ya no estará bajo el dominio de sus centenarias oligarquías. Es un nuevo paradigma que se está abriendo paso en nuestro expoliado continente, el más desigual del universo.

A contramano de lo que está ocurriendo en Europa y en el propio EE.UU. donde las derechas crecen y crecen sin que nadie les haga frente, América Latina se erige como la reserva moral de la humanidad, como ejemplo político del cambio histórico. Con la sublime tarea de dejar de ser el campeón mundial de la desigualdad, que es la presea que durante dos siglos ostentaron en sus charreteras las oligarquías que nos gobernaron.

Por primera vez desde la independencia del yugo de los reinos de España y Portugal, el manantial de los sueños de la Patria Grande que imaginaron, Morelos, Hidalgo, Bolívar, San Martín, Artigas, se está haciendo realidad. Ya comenzaron a levantarse las tapaderas de las marmitas donde se cocina el porvenir. Si ven pasar al futuro, díganle que venga.